De Isabel Coixet a Daniel Calparsoro, pasando por Gracia Querejeta

M¨¢laga sobrevive. Que no es poco. Entre la crisis y el potente paquete de cine espa?ol que se reserva para llegar a las salas en oto?o, tras los cert¨¢menes de San Sebasti¨¢n y Sitges, que a¨²n haya pel¨ªculas atractivas para su pase por la secci¨®n oficial del Festival de M¨¢laga Cine Espa?ol parece casi un milagro.

En la 16? edici¨®n, que empieza hoy y se clausura el pr¨®ximo s¨¢bado, concursar¨¢n 13 pel¨ªculas, cuatro de ellas ¨®peras primas, y varias dirigidas por primeras espadas del cine espa?ol: Ayer no termina nunca, de Isabel Coixet, que tras su paso por el festival de Berl¨ªn se estrenar¨¢ comercialmente el pr¨®ximo viernes, inaugura esta noche la secci¨®n oficial. Detr¨¢s llegar¨¢n, entre otras, el thriller Combusti¨®n, de Daniel Calparsoro, que mezcla tr¨ªo amoroso, timos, robos y coches, con toda la intenci¨®n de llegar al p¨²blico joven. El filme 15 a?os y un d¨ªa, de Gracia Querejeta, con la que la directora repite con Maribel Verd¨² y retorna al tema de la adolescencia; el argentino Alberto Lecchi (Perdido por perdido) estrena el drama Sola contigo, con Ariadna Gil; Miguel Alcantud, que ha concursado con sus dos anteriores filmes, tripite con Diamantes negros sobre el tr¨¢fico de ni?os africanos para ser futbolistas en Europa...

Y rozando el morbo se podr¨¢ ver por fin en salas con p¨²blico La mula, la adaptaci¨®n de la novela de Juan Eslava Gal¨¢n que empez¨® a dirigir Michael Radford, y que abandon¨® a falta de una semana de su conclusi¨®n. Tras a?os de enfrentamientos y diversas batallas legales entre el cineasta y la empresa productora espa?ola, la ¨²ltima versi¨®n va firmada como ¡°an¨®nima¡± y ser¨¢n los espectadores quienes decidan si el resultado merece la pena.

Entre los directores debutantes, Somos gente honrada, de Alejandro Marzoa, tambi¨¦n supone el debut como productora de cine de El Terrat, la empresa de, entre otros, Andreu Buenafuente. Debuta asimismo como director el nuevo responsable del festival, Juan Antonio Vigar, que ha tenido solo cuatro meses para amoldarse al cargo, aunque con la ventaja que desde 2000 era adjunto a la direcci¨®n.