Misi¨®n literaria en la ONU
Milagros del Corral recrea la atm¨®sfera de la alta diplomacia internacional en su primera novela Una ejecutiva espa?ola protagoniza '?ltimo oto?o en Par¨ªs', escrita por la exdirectora de la BNE
Milagros del Corral es de esos seres que siempre tienen mundos que descubrir. A los 67 a?os ha abrazado con similar pasi¨®n a Twitter y a la literatura. La presentaci¨®n de su primera novela, ?ltimo oto?o en Par¨ªs (Temas de hoy), ha coincidido casi con un viaje de tres d¨ªas a Bruselas para retransmitir las sesiones del Parlamento europeo como tuitera de pro. Una experiencia singular, impulsada por la europarlamentaria del PP Cristina Guti¨¦rrez-Cortines, que decidi¨® invitar a 30 tuiteros y blogueros espa?oles a conocer y difundir la labor de la C¨¢mara comunitaria (#europeIN). Del Corral era la mayor, lo que m¨¢s que una alusi¨®n descort¨¦s es una constataci¨®n de que esta mujer va siempre por delante.
En ?ltimo oto?o en Par¨ªs, ech¨® mano de sus 16 a?os en la Unesco para construir una novela enredada en la diplomacia, el multiculturalismo y la inoperancia de organismos gigantescos que son de todos y son de nadie. En su tiempo de directiva ¨Cfue la espa?ola de m¨¢s alto rango hasta 2005, cuando dej¨® el organismo¨C tom¨® notas. Tal vez sin tener claro el destino, o tal vez s¨ª. ¡°Siempre me hab¨ªa tentado la ficci¨®n. He publicado muchos libros relacionados con mi trabajo, pero esto es totalmente distinto, mucho m¨¢s emocionante¡±, explica en el C¨ªrculo de Bellas Artes, al tiempo que en el edificio arranca la lectura ininterrumpida del Quijote para celebrar el D¨ªa del Libro. Al regresar a Espa?a busc¨® aquellos apuntes, pero el anterior Gobierno socialista la reclam¨® para enderezar rumbo e imagen de la Biblioteca Nacional, tras el varapalo del robo de mapas. Del Corral se olvid¨® de su aventura literaria y se volc¨® como directora en la tricentenaria casa de la que se despidi¨®, como es sobradamente conocido, cuando el mismo Gobierno le notific¨® que degradar¨ªa el rango de la BNE (de direcci¨®n general a subdirecci¨®n general), uno de los primeros pelda?os que baj¨® la cultura en su peculiar descenso a los infiernos de la crisis.
As¨ª que, tras renunciar a la BNE, rescat¨® las tra¨ªdas y llevadas notas y, por fin, en 2012, edific¨® el manuscrito de su novela. Eva Le¨®n, brillante directiva y sagaz constructora de equipos, llega a una agencia de la ONU para dirigir un departamento donde conviven empleados de decenas de nacionalidades distintas. Ella aspira a cambiar el mundo justo en el momento en el que mundo se desentiende de s¨ª mismo. ¡°Los estados miembros han olvidado por qu¨¦ se crearon estos organismos internacionales ¡°, afirma con pesar Del Corral. En la novela est¨¢n el declive y el empuje; la ineficacia y los sue?os; el alud burocr¨¢tico que atenaza plazos y proyectos y el respeto al diferente; tambi¨¦n las peque?as corruptelas al amparo de la informaci¨®n privilegiada, como una turbia explotaci¨®n de los microcr¨¦ditos.
El universo de diplomacias ex¨®ticas ha sido poco explorado por la literatura. ¡°Desde luego no se hab¨ªa tratado en la literatura en espa?ol. Y en otros lenguas solo conozco Bella del se?or, de Albert Cohen, que fue funcionario de la ONU¡±, se?ala Del Corral. Eva ha de lidiar con una visita a un sult¨¢n africano con 35 esposas que la invita a pasar la noche o sobreponerse impert¨¦rrita al deslizamiento de una ardiente harira por su espalda debido a la torpeza de un camarero mientras comparte cena de gala con un emir ¨¢rabe. ¡°La mayor¨ªa de las an¨¦cdotas son ver¨ªdicas¡±, puntualiza la autora. Incluso las m¨¢s disparatadas.
El otro eje de la novela es el proceso de maduraci¨®n sentimental de la protagonista. ¡°Es una ni?a-mujer. Como ha puesto su carrera por delante de todas las cosas, es una mujer muy profesional que no quiere compromisos familiares y que se niega a aceptar que trabajo y amor se puedan mezclar hasta que se enamora y comienza una relaci¨®n bonita pero desigual¡±, sostiene. Un arquetipo candente de mujeres en puestos de mando, que han de optar entre lo familiar y lo profesional.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.