Coixet sigue bailando
La directora parece haber luchado por huir de los ¡°ismos¡±, pero no siempre lo consigue
En medio de ¡°las rencillas de patio de colegio¡± surgidas en la Academia del Cine Espa?ol en los d¨ªas previos a los Goya de 2011, Isabel Coixet escribi¨® en este peri¨®dico un valiente y, a la vez, optimista art¨ªculo en favor del cine, sin m¨¢s aditamentos, titulado Si est¨¢s muerto, ?por qu¨¦ bailas?: ¡°Arriesgar, experimentar, explorar lo desconocido¡¡±; ¡°Hacer pel¨ªculas en las que creamos absolutamente. Con o sin dinero¡±; ¡°el cine, gracias a las nuevas tecnolog¨ªas, ya no es el tren el¨¦ctrico m¨¢s caro del mundo¡±; ¡°el deber de un cineasta es construir un punto de vista sobre la realidad¡±; ¡°aunque duela, aunque te pongan a parir, aunque d¨¦ v¨¦rtigo. Porque, aunque el cine est¨¦ muerto, los cineastas vamos a seguir bailando¡±. Son algunas de las frases de aquel texto. Y a fe que no era pura teor¨ªa. Ayer no termina nunca es su nuevo trabajo. Bajo presupuesto, altas pretensiones (en su obra esto ¨²ltimo siempre est¨¢ muy arriba). Dos ¨²nicos int¨¦rpretes. Apenas una localizaci¨®n. Historia empapada del aqu¨ª y ahora, aunque se desarrolle en 2017. Cine social, aunque la base sea una tragedia de amor. Y, sin embargo, aunque la pasi¨®n se le presuponga, los resultados no son tan convincentes como las intenciones.
AYER NO TERMINA NUNCA
Direcci¨®n: Isabel Coixet.
Int¨¦rpretes: Candela Pe?a, Javier C¨¢mara.
G¨¦nero: drama. Espa?a, 2013.
Duraci¨®n: 98 minutos.
?Cine de tesis? En buena parte, sobre todo porque la base es un silogismo que para algunos ser¨¢ la demostraci¨®n pr¨¢ctica de las equivocadas pol¨ªticas del gobierno espa?ol y para otros un acto de pura demagogia: los recortes econ¨®micos en sanidad provocaron la tragedia de la pareja protagonista, y punto. No hay duda de ello. Coixet, en realidad, est¨¢ hablando de un triple apocalipsis, dos de car¨¢cter interno y otro, externo. Los end¨®genos son el hundimiento econ¨®mico, y seguramente moral, de este pa¨ªs (en su trama se acaba de producir el cuarto rescate por parte de la Uni¨®n Europea), y la destrucci¨®n de la pareja protagonista (por cierto, Candela Pe?a y Javier C¨¢mara est¨¢n irreprochables). Y el ex¨®geno, la (supuesta) ca¨ªda en picado de cierto cine espa?ol, que la ha obligado (?econ¨®micamente, moralmente?) a perge?ar un proyecto como este. Al contrario de lo ocurrido con el unidireccional Escuchando al juez Garz¨®n, su anterior pel¨ªcula, la directora parece haber luchado por huir de los ¡°ismos¡±: manique¨ªsmo, dogmatismo, feminismo. Pero no siempre lo consigue. Porque, aunque se ve una lucha por ser equilibrada (se habla, por ejemplo, de ¡°los partidos pol¨ªticos¡±), al final los retratos de ambos protagonistas, el pr¨¢ctico y la idealista, son algo dispares. Se podr¨ªa decir que Ayer no termina nunca es cine de guerrilla con el freno de mano puesto. Es una opci¨®n, es su opci¨®n. El espectador decidir¨¢.
Eso s¨ª, m¨¢s all¨¢ de lo pol¨ªtico-social, la base es el drama. Y ah¨ª es donde peor funciona la pel¨ªcula, a pesar del lujo de su puesta en escena y de su luz. Porque, despu¨¦s de unos primeros minutos muy buenos, frases a medias, bruma narrativa, llega un momento en que todo se verbaliza. Y todo es todo. Hasta lo que no se dice: los pensamientos salen a trav¨¦s de flases intercalados. Y ah¨ª entran frases como ¡°tu piel suave¡±, ¡°me prometiste que luchar¨ªas por m¨ª¡± y ¡°la luz refulgente¡± (y si no son estas, son otras por el estilo), puro lugar com¨²n de la cursiler¨ªa. Eso s¨ª, la autora se ha aplicado el cuento de aquel art¨ªculo (¡°aunque nos pongan a parir¡±), y eso es magn¨ªfico. Coixet, desde luego, sigue bailando.
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