Arquitectura mexicana y espa?ola: un viaje de ida y vuelta en la crisis
Siete proyectistas debaten c¨®mo reaccionar ante la adversidad econ¨®mica aprovechando el intercambio de ideas entre ambos pa¨ªses
Nuestro hormig¨®n es para ellos concreto; nuestros ladrillos, tabique; los estudios de arquitectura son despachos, los promotores, desarrolladores y lo sostenible all¨ª es sustentable. Salvada esa anecd¨®tica barrera ling¨¹¨ªstica, quedan las diferencias del clima, la cultura, la geograf¨ªa y la econom¨ªa que llevan a convivir con patios, p¨¦rgolas y celos¨ªas, huyen del aire acondicionado y tratan de reinventar los materiales m¨¢s sencillos (como el petate o bloque de tierra compacta). Sin embargo, por lo que hablaron hist¨®ricos de la arquitectura mexicana como Pancho Serrano y emergentes como Mauricio Rocha con espa?oles con experiencia en M¨¦xico, como Carlos Lamela, en un debate organizado por Roca Gallery en Madrid, la arquitectura mexicana podr¨ªa indicar el camino a la futura arquitectura espa?ola. Y al rev¨¦s, la mexicana que parece estar ahora donde la espa?ola estuvo hace dos d¨¦cadas: iniciando su globalizaci¨®n har¨ªa bien en aprovechar la experiencia espa?ola. As¨ª, ese di¨¢logo de ida y vuelta podr¨ªa servir a los edificios de ambos lados del Atl¨¢ntico.
Aunque la arquitectura mexicana tiene una historia que opone fuerza pl¨¢stica a la tentaci¨®n del espect¨¢culo, la experiencia espa?ola podr¨ªa servir a la hora de evitar que con la bonanza econ¨®mica que atraviesa M¨¦xico la nueva riqueza les haga perder fuerza expresiva. Ser¨ªa ¨²til tambi¨¦n para evitar el mareo ante los grandes nombres que lleva a contratar arquitecturas-franquicia. Ahora que sabemos que muchos proyectistas de renombre lo son por sus mejores proyectos (y no por todos ellos) merecer¨ªa la pena venir a comprobar todos los Foster, Chipperfield, Nouvel, Rogers o Herzog y de Meuron que se han levantado en Espa?a y juzgar, por uno mismo, si se puede estar siempre a la altura. Ese viaje aclarar¨ªa la diferencia entre monumento y burbuja. Lo explic¨® con otras palabras Javier Sordo a unos estudiantes mexicanos: ¡°no hay que temer la globalizaci¨®n, sin ella no estar¨ªan ustedes aqu¨ª¡±, se debe ser m¨¢s competente. Mauricio Rocha tambi¨¦n lo puso en claro: ¡°Qu¨¦ bueno que Hugo S¨¢nchez jug¨® en el Madrid y que Chicharito sea una estrella en el Manchester United¡±. Es absurdo negarse a la globalizaci¨®n. La clave est¨¢ en que esta sea una suma que aprenda de todos lados y no imponga una ¨²nica manera de pensar y ver.
Los arquitectos espa?oles, por su parte, har¨ªan bien en atender a la experiencia mexicana a la hora de trabajar con poco. ¡°Muchas de las cosas que hacemos tienen mucha relaci¨®n con no tener dinero¡±, apunta Pancho Serrano, autor de la Universidad Iberoamericana en D.F. Javier Sordo lo secunda: ¡°cuando no hay dinero hay que hacerlo todo con ingenio¡±, dice. Y sabe de qu¨¦ habla. Hijo de Juan Sordo Madaleno -el arquitecto del Hotel Villa Magna o del Meli¨¢ Castilla de Madrid- Sordo hijo (hay otro arquitecto Sordo nieto), lo hace todo: desde el dise?o de proyectos hasta la construcci¨®n de edificios, desde el control de obra hasta el interiorismo, desde la promoci¨®n de las obras hasta la b¨²squeda de inversores.
De ese mismo ingenio habla Mauricio Rocha en otros t¨¦rminos. ¡°Capacidad de soportar el lugar¡±, dice para describir el caos que su arquitectura supo acoger en del Mercado de San Pablo de Ozotopec. O ¡°arquitectura que se entiende en lugar de imponerse¡±, explica para describir el cuidado con la orientaci¨®n, con la exploraci¨®n de los materiales m¨¢s modestos o con el descubrimiento de todos los sentidos m¨¢s all¨¢ de la vista que hall¨® trabajando en su primer proyecto: una escuela para invidentes en D.F.
Autores de los edificios corporativos para Danone o Coca-Cola en la capital mexicana, Arturo yJorge Arditti hablaron de ¡°maestros de obra que llegan a corregir los planos de los arquitectos¡±. Esa mano de obra es la clave. ?C¨®mo conservarla para no industrializar completamente la construcci¨®n? ?C¨®mo ser¨¢n las ruinas industriales? Las de piedra y ladrillo se visitan. Y en ellas se siente la mano de quien las trabaj¨®. Las de los materiales industriales, ?ser¨¢n ruinas o ser¨¢n basura?
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