¡®Tannh?user¡¯ cancelada en Alemania por sus crudas escenas del Holocausto

D¨¹sseldorf no est¨¢ preparada. La pol¨¦mica interpretaci¨®n de la ¨®pera de Richard Wagner Tannh?uer und der S?ngerkrieg auf Wartburg en la Deutsche Oper am Rhein ha llevado a la direcci¨®n del centro a reconvertir el espect¨¢culo en un mero concierto. Tras el revuelo creado entre el p¨²blico en su estreno el pasado s¨¢bado, la ¨®pera ha decidido eliminar la representaci¨®n de la obra, suprimiendo as¨ª tanto el atrezzo como la actuaci¨®n por parte de los actores.

Pasados los primeros 30 minutos de la premi¨¨re, los actores ejecutaron de forma "muy realista" una escena del fusilamiento de una familia jud¨ªa. Esto encendi¨® los ¨¢nimos y termin¨® incluso con la salida de algunos espectadores de la sala. "La gente comenz¨® a hablar, hac¨ªan mucho ruido. Durante la pausa del primer acto las discusiones entre el p¨²blico fueron agresivas, aunque se fueron calmando", recuerda al tel¨¦fono Monika Doll, directora de prensa de la Rheinoper. La sensibilidad de los ciudadanos alemanes hacia esta ¨¦poca de su historia llev¨® incluso a que dos personas necesitasen ser atendidos por los servicios m¨¦dicos, seg¨²n Doll. "Es un tema delicado porque a¨²n existen personas que vivieron ese periodo o que conocen gente relacionada con esa ¨¦poca. Algunos tambi¨¦n han conocido otros reg¨ªmenes dictatoriales", explica Doll en alem¨¢n, sorprendida todav¨ªa por el alboroto.

En un comunicado publicado ayer, la Deutsche Oper am Rhein reconoce que algunas de las escenas -entre las que se encuentra el fusilamiento- suponen "un fuerte impacto tanto f¨ªsico como?emocional para numerosos espectadores". Por ello la direcci¨®n ha determinado tras valorar distintos argumentos no continuar con la funci¨®n, ya que no se pueden "responsabilizar de unos efectos tan extremos".

Tannh?user narra el complicado l¨ªo amoroso formado entre Wolfram, la joven Elisabeth y el propio Tannh?user dentro del concurso de canto en Wartburg. Como en otras obras del compositor alem¨¢n, el amor ocupa un lugar privilegiado que, en la interpretaci¨®n de Burkhard C. Kosminski, su director, ha resultado ser pol¨¦mica. En su versi¨®n, apunta la agencia Efe, la funci¨®n cuenta con amplias escenas cargadas de simbolog¨ªa nacionalsocialista, se cuentan sangrientas ejecuciones y se representa la muerte de prisioneros en c¨¢maras de gas.

La comunidad jud¨ªa de la capital de Reinania del norte-Westfalia ha calificado la obra de "falta de buen gusto", seg¨²n el diario alem¨¢n Die Zeit. Esta cr¨ªtica se produce en un pa¨ªs que no olvida uno de los episodios m¨¢s oscuros de la historia de la humanidad que comenz¨® con la llegada al poder de Adolf Hitler en 1933. As¨ª, la pol¨¦mica vuelve a estar servida en Alemania, donde la memoria hist¨®rica est¨¢ enormemente presente a trav¨¦s tanto de monumentos, como de obras culturales, entre las que figuran la oscarizada La vida de los otros, el libro?Los d¨ªas en L. o la obra teatral Mi acta y yo.