Todos contra el enemigo com¨²n
El documental 'El enemigo com¨²n' cuenta la intrahistoria de las elecciones en T¨²nez, origen de la primavera ¨¢rabe que despert¨® a la regi¨®n en 2011 Se presenta en el festival Documenta Madrid
En lugar de relegar las noticias del d¨ªa a una charla en la barra del bar, Jaime Otero Roman¨ª decidi¨® coger un vuelo a T¨²nez en busca de las respuestas que no encontr¨® en las riadas de tinta de los peri¨®dicos. Era julio de 2011 y la inmolaci¨®n del joven tunecino Mohamed Bouazizi ya llevaba tiempo transformada en lo que se conoci¨® como el inicio de la primavera ¨¢rabe, las revoluciones que despertaron del letargo a la sociedad civil de parte de esta regi¨®n. "Me interesaba contar historias de personajes", dice el joven productor y director (Toronto, 1983, aunque de padres gallegos y afincado en Madrid). "La parte que no hab¨ªan narrado los medios, ?sui¨¦nes son esas personas que se han levantado contra un enemigo com¨²n?".
En compa?¨ªa de un director de fotograf¨ªa y un ayudante de direcci¨®n, Otero pas¨® 10 d¨ªas rastreando entre la capital tunecina y?Sidi Bouzid, la ciudad perdida en el mapa del pa¨ªs donde Bouazizi grit¨® por sus derechos hasta la muerte, las historias que ha convertido en El enemigo com¨²n. El documental sobre las elecciones en T¨²nezcon el que su productora Lasoga Films se estrena en el festival Documenta Madrid, especializado en el g¨¦nero, que se celebra hasta el domingo.
Con la ayuda del periodista de EL PA?S, Ignacio Cembrero, el director y sus compa?eros se hicieron con una agenda de contactos y un equipo aut¨®ctono que acolchara su segundo aterrizaje, en octubre de 2011, en el polvor¨ªn tunecino. "Contamos incluso con la ayuda de un famoso actor de telenovela, Aziz Yahia, que hizo las veces de ayudante de direcci¨®n en una de las dos unidades de trabajo que formamos". La labor period¨ªstica -a la que tambi¨¦n contribuir¨ªa el corresponsal de la agencia EFE en T¨²nez- culminar¨ªa cuando recibieron el permiso para seguir la campa?a del partido islamista moderado Ennahda, relegado al exilio, la persecuci¨®n y las c¨¢rceles durante la dictadura del derrocado?Zine el Abidine Ben Ali.
"El grueso del documental se grab¨® en unas cinco semanas: desde el primer mitin, hasta el d¨ªa de las elecciones, y luego permanecimos siete d¨ªas m¨¢s para recoger las reacciones al supuesto fraude electoral". En este tiempo, Otero y sus compa?eros se empotraron con el partido islamista, acompa?aron en las campa?as de concienciaci¨®n a los j¨®venes activistas independientes, se toparon en m¨¢s de una ocasi¨®n con Ahmed Nejib Chebbi, l¨ªder del laico Partido Democr¨¢tico Progresista (PDP) y hasta les dio tiempo a que le estallara sin previo aviso la pol¨¦mica por la emisi¨®n de la pel¨ªcula iran¨ª Pers¨¦polis. "Recuerdo que era nuestra segunda visita a Sidi Bouzid y en una mezquita encontramos un gran cartel con una proclama contra la televisi¨®n que emit¨ªa la pel¨ªcula", relata Otero. "Le pregunt¨¦ a uno de los ayudantes de producci¨®n qu¨¦ significaba y decidimos grabar la historia". El equipo volver¨ªa a T¨²nez en enero de 2012, tres meses despu¨¦s de las elecciones.
Despojado de cualquier tipo de artificio dram¨¢tico -el filme carece de voz en off y se acompa?a de m¨²sica instrumental-, El enemigo com¨²n esconde en sus horas de metraje y postproducci¨®n las dificultades para sacar adelante un documental. Adem¨¢s de ser gaseados en manifestaciones y amedrentados por un grupo de j¨®venes en Sidi Bouzid -esa ciudad sin ley, literalmente, la comisaria fue incendiada y nunca construyeron otra-, Otero y sus compa?eros tuvieron que enfrentarse a la realidad industrial del cine en Espa?a. "Seguimos a la espera de una ayuda del ICAA, pero el documental lo financiamos a trav¨¦s de la productora".
Sin ayudas institucionales y con unos cuantos peros de las televisiones espa?olas, la pel¨ªcula encontr¨® el empuj¨®n gracias a la distribuidora internacional Taskovski. "Cuando pruebas el documental fuera, te das cuenta del tipo de presupuestos que se manejan y del apoyo institucional con el que cuentan", explica. "T¨²nez es un pa¨ªs m¨¢s bien peque?o con una sociedad civil muy fuerte, acostumbrada a pasarlo muy mal y a¨²n as¨ª a pelear, hasta cierto punto un paralelismo de nuestro trabajo, es el mensaje que nos llevamos de all¨ª".
Babelia
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