El pago de 7.400 millones de d¨®lares zanjar¨¢ miles de denuncias por el papel de OxyContin en la crisis de los opioides en EE UU

La farmac¨¦utica Purdue y los miembros de la multimillonaria familia Sackler, propietarios de la compa?¨ªa, han acordado pagar 7.400 millones de d¨®lares a un grupo de Estados, gobiernos locales y particulares que interpusieron miles de demandas por el papel de OxyContin, f¨¢rmaco estrella de Purdue, en la mortal epidemia de opi¨¢ceos que ha arrasado EE UU en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas.

El acuerdo, de alcance nacional, se produce despu¨¦s de que el Tribunal Supremo de EE UU rechazara el a?o pasado un acuerdo preliminar de 6.000 millones de d¨®lares que habr¨ªa protegido a los Sackler de cualquier otro litigio relacionado con la crisis de las adicciones y sobredosis mortales provocada por la oxicodona, un opioide recetado para el dolor cr¨®nico y terminal con un alto potencial adictivo. El acuerdo de principio alcanzado este jueves no otorga a la familia protecci¨®n autom¨¢tica frente a futuros litigios, ha declarado en un comunicado la fiscal general de Nueva York, Letitia James. El pacto fue anunciado tambi¨¦n por el fiscal general de Texas, Ken Paxton.

El Supremo dictamin¨® en su d¨ªa que los Sackler, que a diferencia de Purdue Pharma no se declararon en quiebra, no ten¨ªan derecho a las protecciones legales destinadas a permitir a los deudores en quiebra ¡°comenzar de nuevo¡±, es decir, un plan para reestructurar el negocio, que ha sido otro elemento perturbador en el litigio. En virtud del nuevo acuerdo, los Sackler pagar¨¢n 7.400 millones de d¨®lares, aunque ello no zanja otras demandas de Estados, gobiernos locales o v¨ªctimas individuales de la crisis de los opioides. Aquellos que no deseen sumarse al acuerdo son libres de demandar a los Sackler, que han afirmado que se defender¨¢n en¨¦rgicamente ante los tribunales.

La crisis de adicciones que protagoniz¨® el OxyContin, recetado legal y muchas veces fraudulentamente por m¨¦dicos convencidos por los vendedores de Purdue de su inocuidad y de su eficacia en el tratamiento del dolor cr¨®nico, ha provocado m¨¢s de 700.000 muertes por sobredosis en Estados Unidos en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas. La ligereza con que prescriptores sanitarios recetaban este f¨¢rmaco ha dejado un reguero de demandas por parte de Estados, gobiernos locales, comunidades ind¨ªgenas y miles de adictos, as¨ª como familiares de las v¨ªctimas de sobredosis.

Purdue es uno m¨¢s de los muchos fabricantes de medicamentos, distribuidores, operadores de farmacias y proveedores que en los ¨²ltimos a?os han acordado pagar en total alrededor de 50.000 millones para resolver demandas e investigaciones de estados y gobiernos locales que los acusan de alimentar una epidemia mortal de adicci¨®n a los opioides en el pa¨ªs, un siniestro pr¨®logo a la actual crisis del fentanilo. Pero su protagonismo como fabricante de OxyContin le reserva un papel estelar en la crisis.

Purdue se declar¨® en bancarrota en 2019 ante las miles de demandas que la acusaban junto a los miembros de la familia Sackler por la comercializaci¨®n enga?osa de su analg¨¦sico altamente adictivo. Una labor de zapa de sus vendedores y visitadores, desde el Congreso a convenciones m¨¦dicas y consultorios rurales ¡ªespecialmente en zonas degradadas y desindustrializadas¡ª, convenci¨® a muchos galenos de que OxyContin no enganchaba al paciente.

La semana pasada, el Departamento de Justicia acus¨® a la cadena de farmacias Walgreens de contribuir a la epidemia al despachar millones de recetas ilegales de analg¨¦sicos adictivos y otros f¨¢rmacos, sin referencia expresa, pero s¨ª impl¨ªcita, al OxyContin. Una demanda colectiva presentada en un tribunal federal de Chicago hab¨ªa acusado a la cadena de ignorar ¡°las se?ales de alarma¡± provocadas por el uso ¡ªy en muchos casos abuso¡ª del analg¨¦sico y despachar recetas de opioides y otras sustancias te¨®ricamente controladas que carec¨ªan de justificaci¨®n cl¨ªnica.

Purdue Pharma se declar¨® culpable de los cargos de falsificaci¨®n y fraude relacionados con la comercializaci¨®n de OxyContin en 2007 y 2020. Los miembros de la familia Sackler han negado haber actuado mal, limit¨¢ndose a expresar su ¡°pesar¡± por el papel de Oxycontin en la crisis de los opioides y, en algunos casos, retirando su apellido de iniciativas de mecenazgo, como salas de museos y centros universitarios. La peor crisis de salud p¨²blica vivida en EE UU entre la del sida y la pandemia del coronavirus ha sido narrada en documentales estremecedores como Dopesick y en libros como El imperio del dolor, de Patrick Radden Keefe.