El futuro del cine est¨¢ en el espacio
Llega ¡®El cosmonauta¡¯, pel¨ªcula de ciencia ficci¨®n que ensaya nuevas v¨ªas de producci¨®n, distribuci¨®n y exhibici¨®n para la maltrecha industria espa?ola
El largo viaje alcanza su destino. Cuatro a?os despu¨¦s, El cosmonauta aterriza con ¨¦xito por la cabezoner¨ªa de Nicol¨¢s Alcal¨¢, Bruno Teixidor y Carola Rodr¨ªguez, ¡°pioneros por casualidad¡±, cuentan. El tr¨ªo, que ahora tiene entre 26 y 27 a?os, se conoci¨® en la Universidad en Madrid. Estudiaban Comunicaci¨®n Audiovisual. ¡°Nosotros solo quer¨ªamos hacer un corto¡±, se justifican entre risas. No lo rodaron porque la cosa se les fue un poco de las manos e hicieron una pel¨ªcula en ingl¨¦s. M¨¢s a¨²n: han producido el primer (en tiempo y tama?o) largometraje espa?ol financiado con crowdfundingo o micromecenazgo ¡ªpor dinero reunido es el quinto del mundo¡ª. Han aglomerado a una fiel comunidad en Internet que vive atenta a sus novedades, han creado una potente web que obtuvo un premio a la innovaci¨®n europea de la UE al mejor proyecto, y preparan un estreno inusual de su pel¨ªcula para la semana que viene, que incluye su visionado a gusto del consumidor: por web, pantalla grande, DVD o por televisi¨®n en Canal +. Y eso, sin acabar Comunicaci¨®n Audiovisual.
¡°Quer¨ªa hacer una pel¨ªcula sobre tres personajes¡±, recuerda Alcal¨¢, el guionista y director del proyecto, sobre el arranque de la idea hace cuatro a?os. As¨ª aparecieron dos cosmonautas y una chica. Un tr¨ªo amoroso que vive y trabaja en la sovi¨¦tica Ciudad de las Estrellas (al noreste de Mosc¨², en las proximidades de Shch¨®lkovo), en los albores de la carrera espacial, cuando la URSS llevaba la delantera de la competici¨®n hasta que Estados Unidos puso a dos astronautas en la Luna.
V¨ªdeo sobre 'El cosmonauta' exclusivo para EL PA?S
¡°Empec¨¦ a documentarme, y me devoraron los datos¡±, recuerda Alcal¨¢. El cosmonauta en realidad se rod¨® como una especie de Elegidos para la gloria ¡ªm¨ªtico filme de Philip Kaufman sobre la carrera espacial estadounidense¡ª a la rusa en el que el espectador viv¨ªa aquellos a?os de ebullici¨®n cient¨ªfica a trav¨¦s de ese tr¨ªo protagonista. ¡°Pero no funcionaba¡±. Hizo un primer montaje, un segundo, un tercero, dieron durante meses vuelta al material¡ y de repente lleg¨® la clave: ¡°Quitamos todo lo que no tuviera que ver con los personajes, la historia volvi¨® a su origen¡±.
Alcal¨¢ no lo confiesa claramente, pero con El cosmonauta naci¨® una leyenda. Fue el primer proyecto en Espa?a que llev¨® la etiqueta de crowdfunding, llegaron miles y miles de donantes que por su aportaci¨®n se convert¨ªan en productores (y aparecen en los t¨ªtulos de cr¨¦dito), Internet bull¨ªa con comentarios sobre esa pel¨ªcula de ciencia ficci¨®n de la que todo el mundo hablaba.
El estreno se har¨¢ en salas, web, DVD y televisi¨®n al mismo tiempo
¡°Arrancamos a recaudar, soltamos la idea en la Red antes de tener el guion acabado¡±, recuerdan Teixidor y Rodr¨ªguez. Y ese ¨¦xito puede que llevara el libreto en una direcci¨®n que Alcal¨¢ no quer¨ªa. ¡°Crecimos con el proyecto. El monstruito se hizo grande. Naci¨® el transmedia¡±.
Cuando un internauta entra en la web de El cosmonauta no solo encuentra el blog, el material de promoci¨®n, la posibilidad de registrarse como productor ¡ªal final han sido m¨¢s de 4.500 personas y empresas donantes que han aportado 420.000 euros¡ª, de comprar el DVD y el libro, sino que puede ver la pel¨ªcula, que ha quedado en esp¨ªritu y forma muy cercana a Solaris, de Tarkovski, y las 32 piezas de diversa duraci¨®n que pueden verse cada una por separado o siguiendo el orden que propone Alcal¨¢. ¡°Cada espectador decide qu¨¦ ve y c¨®mo lo ve. Construye su historia igual que decide c¨®mo verlo¡±. La acci¨®n se centra en 1975, cuando no regresa a casa el primer cosmonauta que pisa la Luna, a pesar de que ¨¦l, a trav¨¦s de fantasmales mensajes de radio, asegura haber vuelto a la Tierra y encontrarla vac¨ªa.
V¨ªdeo sobre 'El cosmonauta' exclusivo para EL PA?S
Teixidor, que confiesa entre risas estar en ¡°el lado m¨¢s chungo del low cost, porque tambi¨¦n participa en otro curioso proyecto espa?ol de cine en Internet, #Littlesecretfilm, y Rodr¨ªguez recuerdan las dificultades del rodaje hace dos a?os. ¡°Llegamos a Letonia con el equipo y los actores brit¨¢nicos, y se nos cay¨® la inversi¨®n rusa¡±, que iba a aportar otros 400.000 euros. ¡°Capitalizamos nuestros sueldos, hicimos todo tipo de recortes¡±, buscaron m¨¢s dinero bajo las piedras, y recibieron alborozados una subvenci¨®n del ministerio de Cultura 100.000 euros para el proyecto transmedia. ¡°Al final ha costado unos 860.000 euros¡±, aseguran. Ahora quedan en an¨¦cdota locuras como comprar el traje en un mercadillo de Mosc¨²: ¡°Adquirimos dos en el mercado negro, por mil euros, y la Embajada nos los envi¨® por valija diplom¨¢tica para poder sacarlo de Rusia¡±.
Ni en la web ni en la pel¨ªcula se nota esa posible precariedad. Rodr¨ªguez ahonda en su cabezoner¨ªa: ¡°Hemos seguido adelante a pesar de lo que nos dec¨ªan. Hemos editado nuestro propio DVD, y ya hemos prevendido 500. Recibimos todo tipo de ofertas para una distribuci¨®n tradicional y las rechazamos por ser fieles al camino trazado¡±. A su lado, Teixidor asiente: ¡°Somos pioneros de manera incidental. Nunca fue premeditado. Cada paso nos supon¨ªa un reto y los hemos resuelto a nuestra manera, queriendo controlar el proceso. El 100% es nuestro¡±. ¡°Si acaso, hemos sido el hermano mayor que ha roto el hielo¡±, confirma Rodr¨ªguez.
El riesgo llega hasta el final. El martes llega su estreno oficial en Madrid, en una proyecci¨®n con entradas a la venta, coloquio, fiesta, y rodeado de una serie de encuentros entre la industria que reflexionar¨¢n sobre este proyecto registrado bajo licencia Creative Commons. El s¨¢bado 18 se repite en Barcelona, y a la vez que arranque el pase, El cosmonauta se emitir¨¢ en Canal +. ¡°Estamos abiertos a todo. Todo el que quiera proyectar la pel¨ªcula, puede. Ya hay 80 peticiones de 12 pa¨ªses. Si lo proyectas gratis, ning¨²n problema. Si cobras entrada, el 50% es para nosotros. Est¨¢ tambi¨¦n disponible gratis en nuestra webs, donde tienes acceso a nuestro universo, y solo pedimos que te registres y pagues, si lo haces, lo que t¨² quieras; y en otras webs de pago, como Filmin, en la que ofrecemos otro material diferente. Somos el primer estreno espa?ol multipantalla total¡±.
Otros precedentes
Hoy son bastante frecuentes en Estados Unidos lanzamientos que combinan Internet y salas, como en su d¨ªa hicieron las pioneras Bubble, de Steven Soderbergh, que se estren¨® un viernes de enero de 2006 en 34 salas y en un canal de pago televisivo y cinco d¨ªas despu¨¦s en DVD, o Margin call, de J. C. Chandor, que se estren¨® el 21 de octubre de 2011 en salas (seis millones de d¨®lares de taquilla, con un precio medio por entrada de 12 d¨®lares) y en Internet (cinco millones de recaudaci¨®n, a cinco d¨®lares por visionado).
En Espa?a, Paco Le¨®n y su Carmina o revienta ha sido el caso m¨¢s conocido (que no el ¨²nico), con su lanzamiento combinado en videoclubs online, DVD y salas. Sum¨® 300.000 espectadores, de los cuales m¨¢s de 76.000 proced¨ªan de las plataformas de v¨ªdeo bajo demanda en Internet. En total, recaud¨® m¨¢s de 650.000 euros.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.