Reverte se intercambia con Reverte
Jorge, el historiador, traslada a su periodista de ficci¨®n hasta ?frica en su nueva entrega de G¨¢lvez En 'El tiempo de los h¨¦roes', el viajero Javier deambula por la Guerra Civil de la mano de Modesto
El d¨ªa que Javier Reverte abri¨® un libro de su hermano Jorge (La batalla del Ebro) y vio a un hombre fornido, pelo alborotado, ce?o resolutivo, fuente de poder y autoridad ¡ªdos rasgos que no fluyen juntos forzosamente¡ª, pens¨® que ah¨ª ten¨ªa su novela pendiente sobre la Guerra Civil. El tiempo de los h¨¦roes (Plaza y Jan¨¦s) es la reconstrucci¨®n literaria de la biograf¨ªa de Juan Guilloto, el general Modesto, ese hombre que incluso desde una vieja imagen como lo que alguien le tom¨® en pleno combate desprend¨ªa carisma. ¡°Hobsbawm dec¨ªa que la Guerra Civil espa?ola fue la Il¨ªada de nuestra generaci¨®n¡±, cita el autor. Modesto ha sido su Aquiles y su H¨¦ctor, el h¨¦roe que una buena ficci¨®n necesita, tan brillante en las operaciones militares como en la seducci¨®n de mujeres.
Casi al tiempo que Jorge Mart¨ªnez Reverte descubri¨® que el viaje de mochileros por Tanzania al que les hab¨ªa invitado su hermano Javier era ilegal (un gu¨ªa poco escrupuloso, precisa), se acord¨® de Julio G¨¢lvez, el periodista de ficci¨®n que se sac¨® de la manga y de la experiencia en 1978 y que llevaba desaparecido una larga temporada. En G¨¢lvez entre los leones (RBA) su reportero se embarca en la promoci¨®n de un proyecto tur¨ªstico, Nueva Atapuerca, con todos los ingredientes de la cultura del pelotazo va, pelotazo viene. La aventura acaba entre esp¨ªas, cad¨¢veres y safaris.
Podr¨ªa parecer que este intercambio de escenarios ¡ªJavier el viajero paseando por la Guerra Civil y Jorge el historiador dando tumbos por ?frica¡ª ha sido premeditado, pero ellos aclaran que es fortuito, incluido el hecho de que ambas obras salieran a la venta el mismo d¨ªa. Y aunque llevan juntos 64 a?os ¡ªJorge naci¨® cuatro despu¨¦s de Javier, que tiene 68¡ª no les hab¨ªan entrevistado a la par como en este encuentro celebrado en el domicilio de Jorge.
EL PA?S. ?Se intercambian los manuscritos? ?Se influyen?
Jorge. Cuando tengo inseguridades se lo suelo pasar a Javier porque siempre me dice la verdad y eso me viene bien.
Javier. Para aplaudir ya est¨¢n otros. Yo doy pocos textos, a Jorge y a mi mujer. Espero la verdad.
Jorge: ¡°Echo de menos el reportaje, hoy nadie paga lo que vale¡±
Jorge. Yo le di el de Tanzania, para que me contara como eran los animales por delante porque en el viaje solo los vimos por detr¨¢s. Hay puntos de vista comunes. Pensamos que la literatura debe ser asequible para los lectores, se puede hacer literatura sin frases enrevesadas.
Javier: ¡°Aqu¨ª hay historiadores muy famosos que escriben fatal¡±
Javier. Mi padre siempre contaba una an¨¦cdota de Eugenio D'Ors, que le preguntaba a su secretaria: ¡®?Se entiende se?orita?¡¯. ¡®Se entiende¡¯, le respond¨ªa. ¡®Entonces vamos a oscurecerlo¡¯, dec¨ªa D'Ors. Mi padre nos form¨® en la idea de que debes escribir claro.
El padre de los Reverte era periodista, as¨ª que le dijo a sus seis hijos: ¡®No os hag¨¢is periodistas¡¯. Como era natural, tres de los seis le desobedecieron.
EL PA?S. ?Es que hay una hormona, la revertina, que empuja hacia el periodismo?
Jorge. Yo creo que es porque no sabemos hacer nada.
Javier. Tenemos muchos antecedentes period¨ªsticos, pero no habr¨¢ ninguno m¨¢s. Es una hormona period¨ªstica y literaria. Mi madre era una loca de los escritores y mi padre ten¨ªa una formaci¨®n po¨¦tica impresionante.
EL PAIS. ?A?oran el periodismo?
Javier. No. Ya no se parece al periodismo que yo practiqu¨¦. Mi generaci¨®n cogi¨® el fin de la dictadura y el comienzo de la democracia, no hab¨ªa una estructura r¨ªgida del Gobierno, eras libre para hacer periodismo y hab¨ªa dinero en las empresas para costear el g¨¦nero que m¨¢s me gusta, el reportaje. Y adem¨¢s el periodismo es una profesi¨®n para j¨®venes.
Jorge. Echo de menos el reportaje, que tiene mucho que ver con la literatura. Es lo que m¨¢s me ha divertido. Hoy nadie paga lo que vale un reportaje. Y soy un privilegiado al que pagan por art¨ªculos de opini¨®n, pero a m¨ª me gusta ir a un sitio y contar lo que pasa. Es un oficio por el que uno pagar¨ªa.
Javier. Yo he tenido que escribir opini¨®n, much¨ªsima, y jam¨¢s me ha gustado porque creo que no va a cambiar nada.
EL PA?S. ?Tiene futuro?
Javier. El periodismo tiene pasado. Tendr¨¢ que nacer de otra manera.
Jorge. La comunicaci¨®n se ha convertido en un negocio, y tiene que pagarse, pero el objetivo fundamental no puede ser el negocio sino la b¨²squeda de la verdad.
EL PA?S. Javier, eligi¨® la novela y no la biograf¨ªa para Modesto.
Javier. La Historia es limitada siempre. La diferencia es la verosimilitud y el hecho de que puedas penetrar en la personalidad de los personajes. Me gusta la literatura como paradigma.
Jorge. No estoy de acuerdo. Cuando tienes acceso a documentos es posible reconstruir un personaje. Es cierto que da mucho trabajo y Javier es muy perezoso.
Javier. El Carrillo de Preston no se parece a otros. La Historia falsifica la realidad o se la imagina. Arist¨®teles dijo que la ficci¨®n est¨¢ por encima de la Historia.
Jorge. El problema en la Historia es que se practica poco la narraci¨®n. Los anglosajones lo hacen mucho mejor.
Javier. Estoy de acuerdo. No es el caso de mi hermano, que escribe muy bien, pero aqu¨ª hay historiadores muy famosos que escriben fatal. Jorge tiene una cosa muy interesante. Ha triunfado dos veces en dos cosas distintas y eso es raro en este pa¨ªs, donde solo te dejan ser una cosa.
EL PA?S. ?Leen en libro electr¨®nico?
Jorge. Me interesa mucho para leer ensayos en ingl¨¦s pero sigo leyendo en papel.
Javier. Me da vaguer¨ªa¡ hay que aprender tantos aparatos. Para los viajes me vendr¨ªa bien, pero con el poco dinero que dan los libros a lo mejor tengo que dejar esa literatura. Y mis viajes me los pago yo, lo otro es turismo. Hay muchos problemas en la pol¨ªtica cultural: suben el IVA, bajan las ventas y no combaten el pirateo. Este Gobierno, y el anterior, se han preocupado m¨¢s de gravar a la cultura que de defenderla.
Jorge. No combaten la pirater¨ªa para no perder votos j¨®venes. Hemos pasado a una situaci¨®n curiosa: si eres vasco y escribes en euskera y vendes 500 ejemplares puedes vivir de eso, no estoy de acuerdo con esa cultura subvencionada pero que no te fundan y que persigan a los piratas. Vivimos del porcentaje de las ventas.
Cuando Jorge escribi¨® su primera novela, Demasiado para G¨¢lvez, su amiga Rosa Montero le abri¨® la puerta editorial. Triunf¨®. Los libros de Javier, firmados a¨²n Mart¨ªnez Reverte, languidec¨ªan al tiempo que estallaba una bomba editorial llamada Arturo P¨¦rez Reverte. ¡°Me quit¨¦ el Mart¨ªnez para que no me llamasen P¨¦rez¡±, recuerda. Escribi¨® entonces El sue?o de ?frica, rechazado por ocho sellos. ¡°Dec¨ªan que los viajes no vend¨ªan, que ?frica no interesaba, que yo no era conocido y que el libro era gordo¡±.
Jorge. Me pareci¨® soberbio. Intent¨¦ echar una mano y se lo pas¨¦ a Anagrama, que ni contest¨®.
Javier. Pero ahora he conseguido hasta publicar poes¨ªa.
Jorge. Y yo un libro de ?frica.
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