El eslab¨®n perdido en el camino hacia la felicidad

Es cierto. Vivimos tiempos convulsos y muchas son las personas que andan buscando el eslab¨®n perdido en el camino hacia la felicidad. De forma cruda y directa, El hijo puta del sombrero recoge el guante y sit¨²a al espectador, a partir de ma?ana sobre el escenario del teatro Pr¨ªncipe Gran V¨ªa, en un mundo de adicciones, amor y amistades imperfectas.

Arropado por un reparto encabezado por Miguel Hermoso, Alberto Jo, Raquel Mero?o y Juan D¨ªaz, la s¨¦ptima funci¨®n de formato largo de Stephen Adly Guirgis relata la atormentada vida de un joven de barrio que desea salir de un entorno problem¨¢tico y sus adicciones. "Es un conflicto continuo. Se ve la soledad del hombre y c¨®mo lucha cada ser humano por conseguir su felicidad, para la que necesita el apoyo, cari?o y presencia de otras personas", valora en pocas palabras su director, Juan Jos¨¦ Alfonso.

El contexto que refleja el autor estadounidense en la funci¨®n que ha sido nominada a seis premios estadounidenses de teatro Tony es el de una sociedad enloquecida y cercana a enfermadad. "Las adicciones no son solo drogas, pueden ser espect¨¢culos, deportes, televisi¨®n o seguir lo que marcan los grandes c¨¢nones publicitarios en los que caemos muy tiernamente". "Yo controlo bastante las adicciones pero me gusta mucho trabajar y soy muy feliz haci¨¦ndolo. Es una barbaridad encontrarme en el teatro trabajando con gente", revela sin sorprender el director de El hijoputa del sombrero (The motherfucker with the hat, en su t¨ªtulo original).

Pero la obra encierra a¨²n m¨¢s. Detr¨¢s de la lucha y la b¨²squeda de felicidad de los protagonistas, la funci¨®n mantiene las emociones a flor a de piel gracias tambi¨¦n a las referencias a la amistad y amor. Por eso y por la forma de trabajar del dramaturgo Guirgis, a Alfonso el guion le cautiv¨® desde el primer momento. "Trabaja experimentando con el texto, no es un autor de torre aislada y encerrado, todo lo que hace lo somete a su experiencia y hace que los actores vean el mundo que el quiere recrearnos".

Para ambientar los retazos de la vida unos personajes tan pegados a la realidad de la calle y la vida cotidiana, Alfonso ha querido contar con uno de los m¨²sicos m¨¢s pegados a esa realidad, El Langui. El rapero y rostro conocido de La excepci¨®n cuenta ya con la experiencia del proceso creativo musical que llev¨® a cabo en El truco del manco y Cobardes. "Recrea una atm¨®sfera que envuelve, donde podr¨ªan vivir estos personajes, alrededor de qu¨¦ calles, de qu¨¦ barrios. Es un mundo que conoce ¨¦l perfectamente", comenta sin perderle de vista en el sof¨¢ de enfrente.

Esta ambientaci¨®n, explica el cantante, es vital para una obra visceral, sin adornos y que no se dedica su tiempo a suavizar sus contenidos a riesgo de ofender al p¨²blico. "Nunca hab¨ªa visto nada tan visceral, por eso me gusta, por su crudeza. Abres la puerta de tu casa y si no es en el 4?, es que en el 5? viven una historia as¨ª". Por todo ello, la atm¨®sfera musical juega un papel clave a la hora de lograr un ambiente callejero espec¨ªfico, donde el vocabulario vulgar se convierten en otro pilar. "Han tenido ese acierto de elegir el rap que te da esos valores de cercan¨ªa, de verdad, de crudeza y realidad. No me la imagino con otra m¨²sica que no sea rap".