La base de datos viviente de Lichtenstein
Dorothy, viuda del artista, presenta en Venecia las esculturas, in¨¦ditas en Europa
¡°Roy se sent¨ªa un pintor tambi¨¦n cuando trabajaba como escultor. Lo que realmente le importaba era experimentar con los medios industriales: acr¨ªlicos, esmaltes, acero y aluminio. Le encantaba su tacto, su olor y su capacidad de reflejar la luz¡±. Lo afirma Dorothy Lichtenstein, viuda de Roy Lichtenstein (Nueva York, 1927-1997), presidenta de la fundaci¨®n que cuida de su legado y base de datos viviente de la trayectoria de uno de los grandes del arte pop.
Dorothy Lichtenstein ha estado en Venecia para inaugurar la exposici¨®n Sculptures, que re¨²ne en la Fundaci¨®n Vedova 45 obras entre dibujos y esculturas de dimensiones relativamente peque?as en relaci¨®n a lo habitual del artista, que no se han mostrado nunca en Europa. ¡°La muestra de la Tate de Londres, que sigue itinerando, fue la primera gran retrospectiva tras la muerte de Roy, como un repaso de su vida. En cambio ahora mostramos sus obras menos conocidas y tambi¨¦n menos reconocidas¡±, indica.
El responsable de esta operaci¨®n de recuperaci¨®n y redescubrimiento es Germano Celant, durante muchos a?os curador del Museo Guggenheim, que tuvo la oportunidad de conocer y trabajar con Lichtenstein y varios creadores de su generaci¨®n. ¡°Me gusta especialmente recibir propuestas de comisarios de otros pa¨ªses, que quieren investigar en el archivo de Roy para revelar alg¨²n aspecto in¨¦dito o aportar una perspectiva distinta. Por eso apoyamos proyectos de gran envergadura as¨ª como peque?as exhibiciones¡±, explica Dorothy, subrayando que en el caso de Celant ha sido algo especial, ya que el historiador y el artista eran viejos amigos.
De hecho la muestra veneciana arranca con House II, la obra que Lichtenstein realiz¨® para la Bienal comisariada por el propio Celant en 1997, unos meses antes de su fallecimiento. ¡°Roy trabajaba en diversos tama?os, aunque se le recuerda sobretodo por las obras gr¨¢ficas y las piezas de grandes dimensiones, como la Cabeza de Barcelona, una obra fuertemente influida por Gaud¨ª, Mir¨® y el propio car¨¢cter de la ciudad donde fue concebida y construida. A Roy le gustaba traducir las ideas en objetos y sol¨ªa empezar por un dibujo y una maqueta en madera, aunque luego pod¨ªan derivar en obras diversas¡±, explica Dorothy, que lleva a?os investigando las huellas de Lichtenstein en Barcelona, para recuperar materiales desaparecidos hasta la fecha.
En los ¨²ltimos 15 a?os, la viuda de Lichtenstein se ha dedicado a enriquecer la documentaci¨®n y sistematizaci¨®n del fondo de esculturas: desde las primeras producciones de la d¨¦cada de 1940 hasta las ¨²ltimas piezas p¨²blicas monumentales, pasando por las ediciones a escala y las obras ¨²nicas. ¡°Sus esculturas son el resultado de dibujos convertidos en collages y construcciones en gomaespuma o madera, reconfiguradas utilizando metales, fibra de vidrio y esmaltes de colores primarios, como la serie Explosion, surgida como representaci¨®n de las explosiones de los comics y convertida en esculturas para pared¡±, indica Dorothy.
Aunque no tiene voluntad retrospectiva, Sculptures abarca un arco de tiempo que va del 1965 al 1997, durante el cual Lichtenstein se mantiene siempre fiel a su inter¨¦s por la bidimensionalidad. Una actitud en total sinton¨ªa con su vertiente pict¨®rica, donde las diferencias de perspectivas son anuladas por transparencias y opacidades, sin ninguna profundidad. Su pr¨¢ctica implica una cr¨ªtica al valor superficial del gesto heroico, impl¨ªcito en las pinceladas dram¨¢ticas y espectaculares de los expresionistas abstractos. Sin embargo la iron¨ªa que permea todo su trabajo, le permite escaparse de la banalidad de las representaciones populares para denunciar la progresiva homogeneizaci¨®n de los medios de comunicaci¨®n. ¡°Roy ten¨ªa un esp¨ªritu cient¨ªfico, racionalista y humanista a la vez, se sent¨ªa afortunado y no se tomaba demasiado en serio, sab¨ªa re¨ªrse de s¨ª mismo y de lo que le rodeaba¡±, asegura.
El comisario confirma sus palabras y a?ade: ¡°Lichtenstein no consideraba el cuadro como la cl¨¢sica ventana y para eliminar cualquier atisbo de perspectiva, no pintaba sobre una tela colgada, sino colocada de forma horizontal sobre un caballete rotante¡±. Celant, comisario estrella de los Eventos Colaterales de la Bienal, este a?o firma ocho exposiciones diseminadas por Venecia. Junto con las esculturas de Lichtenstein, Celant, que es director art¨ªstico de la Fondazione Emilio Vedova, ha sacado del olvido tambi¨¦n una serie de obras sobre el Carnaval, que el c¨¦lebre pintor informalista veneciano, convencido anarcocomunista, nunca quiso presentar en p¨²blico. El di¨¢logo entre Vedova y los grandes creadores contempor¨¢neos es uno de los objetivos primordiales de la Fundaci¨®n, que tras exponer los in¨¦ditos de Louise Bourgeois y Anselm Kiefer, para acoger Lichtenstein ha completamente transformado el asombroso almac¨¦n de la sal del siglo XVI, convertido en espacio expositivo por el arquitecto Renzo Piano.
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