Juan del ?lamo salva la tarde del regreso de Fernando Cruz a Las Ventas
El diestro result¨® gravemente herido en la plaza madrile?a la temporada pasada
Todas las esperanzas de la tarde estaban depositadas en Juan del ?lamo, uno de los toreros triunfadores de San Isidro, y, por donde, no defraud¨® el salmantino, que protagoniz¨® los pasajes m¨¢s art¨ªsticos de la funci¨®n para acabar cortando in extremis una oreja del sexto, el ¨²nico toro que se prest¨® de los seis que saltaron por los chiqueros, de hasta tres hierros diferentes.
Con ese toro que cerr¨® plaza, segundo sobrero de Carriquiri, se mostr¨® Del ?lamo firme y muy capaz, firmando muletazos por una y otra mano de muy buena factura, con el comp¨¢s abierto, media muleta arrastrada por el albero y tirando de su oponente con temple y hondura.
Tres toros de "Los Recitales", bien presentados, nobles pero justos de fuerzas, sobre todo el inv¨¢lido segundo; un "remiendo" -el cuarto- del Conde de la Maza, fuera de tipo y manso; y dos sobreros -quinto y sexto- de Carriquiri, sin clase uno, y encastado y bueno el otro.
Fernando Cruz: estocada atravesada (palmas); y dos pinchazos y estocada trasera "en los blandos" (silencio).
Rub¨¦n Pinar: tres pinchazos, casi entera y cuatro descabellos (silencio); y dos pinchazos, estocada corta y descabello (silencio tras aviso).
Juan del ?lamo: bajonazo (silencio); y pinchazo y estocada (oreja).
La plaza tuvo un cuarto de entrada en tarde calurosa.
Buena labor del salmantino, que result¨® volteado sin consecuencias en las postrimer¨ªas de la faena, y que a pesar del pinchazo previo a la espada final, acabar¨ªa paseando el trofeo por la mayor¨ªa de pa?uelos que hubo en la petici¨®n.
Antes, con el tercero, un toro de cortas y descompuestas embestidas, anduvo Del ?lamo por encima de las circunstancias, con algunos naturales de buen trazo, a¨²n sin calentar lo suficiente.
Fernando Cruz volv¨ªa a la plaza donde el a?o pasado sufriera una de las cornadas m¨¢s graves que se recuerdan, y que estuvo a punto de costarle la vida. Despu¨¦s de la suspensi¨®n del festejo del Domingo de Resurrecci¨®n y de su inoportuna indisposici¨®n en su ¨²nica tarde en el ciclo isidril, a la tercera fue la vencida.
La afici¨®n de Madrid, que tiene sensibilidad y memoria como ninguna, celebr¨® el feliz regreso del torero de Chamber¨ª dedic¨¢ndole una sentida ovaci¨®n justo despu¨¦s de finalizar el pase¨ªllo.
Tambi¨¦n Cruz, consciente del significado que ten¨ªa la tarde para ¨¦l, quiso rendir tributo al doctor Garc¨ªa Padr¨®s, su ¨¢ngel de la guarda de entonces, con un bonito y especial gesto al brindarle la muerte de su primer toro.
Un animal, ¨¦ste que abri¨® plaza, noblote pero carente de "transmisi¨®n" por su escasas fuerzas y falta de raza, con el que se mostr¨® solvente y seguro Cruz en una faena tesonera, que cont¨® con algunos muletazos aislados sobre la diestra de cierto empaque, pero sin llegar a trascender por falta de oponente.
El remiendo del Conde de la Maza que hizo cuarto, un animal largo, vareado y zancudo, fue un manso sin disimulo, que rehuy¨® la pelea en varas, esper¨® e hizo hilo en banderillas, y apenas se prest¨® en el ¨²ltimo tercio, arreando m¨¢s que embistiendo, con la cara natural, tirando derrotes al final de cada muletazo, y, para colmo, ech¨¢ndose al final del trasteo.
Con semejante panorama, Cruz, todo voluntad, apenas lleg¨® a interesar en un continuo y frustrante quiero y no puedo.
Pinar se estrell¨® de bruces en su primer turno con un aut¨¦ntico inv¨¢lido, muy flojo de remos y renqueante tambi¨¦n de los cuartos traseros, con el que se luci¨® el nuevo presidente de la plaza, Justo Polo, manteni¨¦ndolo en el ruedo, y con el que el albacete?o no pudo pasar de las probaturas a media altura.
El quinto fue un sobrero de Carriquiri, camino de los seis a?os, que tuvo tanta movilidad como falta de clase, con la cara suelta y punteando constantemente los enga?os, y perdiendo tambi¨¦n fuelle seg¨²n avanzaba la lidia.
Pinar, muy templado en todo lo que hizo, consigui¨® alg¨²n que otro apunte de cierto inter¨¦s dentro de un conjunto excesivamente largo y que tampoco fue a ninguna parte.
Babelia
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