De entre la chatarra y los mercadillos, vuelven Los Calis
Saca disco el cantante y compositor del grupo que en los ochenta vendi¨® un mill¨®n de casetes El Langui participa con un rap en la nueva versi¨®n de ¡®Hero¨ªna¡¯. El grupo toca el viernes en Vitoria
Jos¨¦ y Jes¨²s Hern¨¢ndez se pasean por el humilde barrio de Villaverde Alto arrastrando los pies, quej¨¢ndose de sus achaques, escondiendo los ojos tras gafas de sol. Andan como dos perdedores. El primero, Jos¨¦ Hern¨¢ndez, es el compositor y cantante de Los Calis, el grupo que en 1986 ¡ªa rebufo de Los Chichos y Los Chunguitos¡ª lanz¨® al mercado el disco de rumba vallecana De la alegr¨ªa, del que saldr¨ªan dos grandes hits: Hero¨ªna y Una paloma blanca. Un mill¨®n de cintas vendidas, muchas en gasolineras. Tras a?os de consumo de pasta base, de traficar con chatarra, de malvivir en un piso de 32 metros cuadrados que le regal¨® la reina, de haber visto entrar a su hijo en la c¨¢rcel por traficar chatarra¡ Vuelve a sacar disco. En lugar de Los Calis el grupo podr¨ªa llamarse El Cali, puesto que sus dos viejos compa?eros de banda no se han apuntado al retorno ya que ejercen de pastores evangelistas. Marchando a su lado va su sobrino Jes¨²s, nuevo componente de la banda junto con otro sobrino. Ambos son vendedores en mercadillos. El segundo de ellos no ha podido venir porque est¨¢ precisamente en uno sac¨¢ndose unos cuartos.
Ambos, gitanos, llevan el cuerpo dolorido. Jos¨¦ casi no ha dormido por los quejidos de su perro, que est¨¢ muy enfermo, y tiene el rostro castigado tras a?os de consumo de estupefacientes. Su sobrino sufre dolores en la espalda tras un accidente de tr¨¢fico. ¡°Otra entrevista¡±, se dicen aburridos de la promoci¨®n que no les reporta ni un euro. Su nuevo disco, Los Calis: Vuelve un mito (Producciones AR) sali¨® a la venta el pasado 15 de mayo. No saben si habr¨¢ vendido algo, s¨ª saben que est¨¢ siendo descargado. ¡°Es que para que te compren un disco ahora¡¡±, dice Jos¨¦. ¡°Y los inform¨¢ticos, ?no le pueden poner un chip a los discos para que no se puedan copiar?¡±, pregunta su sobrino.
Y los inform¨¢ticos, ?no le pueden poner un chip al disco para que no se pueda copiar?¡±, pregunta el sobrino
Jos¨¦ todav¨ªa no ha registrado todas las canciones nuevas del disco, ocho, porque tiene que pagar 30 euros por inscribir cada partitura. ¡°?Es que los de la SGAE tienen una cara!¡±, dice. Adem¨¢s de estas canciones nuevas, han vuelto a grabar cuatro viejos ¨¦xitos, Hero¨ªna, Una paloma blanca, Quien te riza el pelo y Caballo que galopa. De hero¨ªna han grabado un v¨ªdeoclip m¨¢s actual y muy expl¨ªcito en el que muestran jeringuillas y en el que participa el rapero El Langui, viejo admirador del grupo. ¡°Los Calis en su momento fueron la bandera en mi barrio, Pan Bendito¡±, dice El Langui al tel¨¦fono. ¡°He crecido oyendo sus canciones, admirando sus letras y de repente colaborar con ellos ha sido un gustazo¡±.
Ya sentados ante una t¨®nica en un bar, Jos¨¦ hace un resumen de los ¨²ltimos a?os. Antes se sube las gafas de sol, dej¨¢ndolas apoyadas sobre la frente y ah¨ª se quedar¨¢n durante el resto de la charla. ¡°Yo viv¨ªa en El Poblado de la Alegr¨ªa (Pozo del T¨ªo Raimundo, Madrid). A los 12 a?os, cant¨¢bamos Los Chichos. Jero (el compositor principal del grupo), que en paz descanse, era un adelantado, pero hab¨ªa canciones que no me gustaban. A los 17 a?os cog¨ªa una botella de pl¨¢stico de leche RAM y me iba a tocar por ah¨ª. Empec¨¦ a escribir canciones. Compuse casi entera ¡®La paloma blanca¡¯ y grab¨¦ un casete¡±, cuenta. ¡°Un d¨ªa fui a la discogr¨¢fica Fonomusic y me ense?aron un caj¨®n donde ten¨ªan 400 casetes. ¡®Oj¨², no me van a llamar nunca¡¯, pens¨¦. As¨ª que me fui a coger tomates, qu¨¦ dif¨ªcil es coger tomates, que mientras otros cog¨ªan siete yo cog¨ªa uno¡ Y cuando volv¨ªa Madrid, empe?ado en 5.000 pesetas, ten¨ªa una carta de la discogr¨¢fica¡±.
Jos¨¦ form¨® su banda con Eduardo Garc¨ªa ¡°porque ten¨ªa guitarra¡± y al hermano de su mujer, Jos¨¦ Luis Jim¨¦nez. ¡°Cuando sali¨® el disco yo ten¨ªa 23 a?os y segu¨ªamos trabajando en el mercadillo. Hasta que pasados seis meses, el disco explot¨®. Nos met¨ªamos unas palizas impresionantes. De tocar en Sevilla y el mismo d¨ªa despu¨¦s en Dos hermanas. Recuerdo un d¨ªa, que viajamos de Andaluc¨ªa a La Rioja todo el viaje bebiendo cerveza y fumando porros y cuando llegu¨¦ me dio un amarillo. Y el t¨¦cnico de sonido me dijo, anda, t¨®mate una raya que es la ¨²nica soluci¨®n¡±, dice recordando el comienzo en su consumo de drogas. ¡°Un d¨ªa fui a la SGAE a recoger lo recaudado por derechos de autor. Yo ve¨ªa en el ordenador a lo lejos un dos y yo pensaba, ¡®ser¨¢n 200.000 pesetas (1.200 euros)¡¯ que era much¨ªsimo para m¨ª que lo m¨¢ximo que hab¨ªa visto junto eran 50.000 pesetas. Y cuando me dio un cheque por dos millones sal¨ª corriendo de all¨ª, por si se hab¨ªa equivocado¡±, recuerda muerto de risa. ¡°Entr¨¦ en un banco, saqu¨¦ el dinero y ped¨ª una bolsa y me dieron una bolsa transparente. Entr¨¦ en un taxi y el conductor pens¨® que lo hab¨ªa robado y par¨® en cuanto vio a un polic¨ªa¡±.
En la discogr¨¢fica me ense?aron un caj¨®n con 400 casetes. ¡®Oj¨², no me van a llamar nunca¡¯, pens¨¦
Eran otros tiempos. Por cada disco que vend¨ªan les daban el 5% de lo pagado a repartir entre los tres. Los derechos de autor, ¨ªntegros, iban a parar a manos Jos¨¦. ¡°De donde sac¨¢bamos era de los conciertos, cobr¨¢bamos m¨ªnimo 150.000 pesetas cada uno, aunque lo normal era 200.000¡±. Hasta 1993, publicaron un disco al a?o. Y luego, silencio. ¡°En el 93 me dieron por derechos de autor 700.000 pesetas y de ah¨ª para ac¨¢, todo borroso¡±. Aun as¨ª, algo, aunque poco, sigue recibiendo de derechos. ¡°?ltimamente cada tres meses recibo 700 euros, como mucho mil¡±.
Sentado en otra mesa del bar est¨¢ Luis Calder¨®n, el fan que un d¨ªa abord¨® a Jos¨¦ en la calle y le dijo: ¡°tienes que grabar otro disco¡±. Hace seis a?os lo intent¨®, pero acab¨® fracasando el proyecto. Las discogr¨¢ficas le dec¨ªan que ten¨ªa que pagar ¨¦l la grabaci¨®n y no ten¨ªa dinero para ello, as¨ª que sigui¨® ¡®trapicheando¡¯ chatarra, pero no le preguntes de d¨®nde la sacaba porque te mira con guasa: ?Pues de donde puedo! As¨ª hasta que Alfonso Corral (exempleado de Sony music), de producciones AR, se ofreci¨® a grabar el disco y sacarlo. ¡°He invertido bastante dinero. Un poco por nostalgia, por profesionalidad¡¡±, dice al tel¨¦fono.
Buscamos vivir de la m¨²sica. Porque forrarnos sabemos que no nos vamos a forrar¡±, dice Jos¨¦
El disco, en opini¨®n de Jos¨¦, ha salido tarde. Demasiado para conseguir conciertos este verano. ¡°Los ayuntamientos ya tienen los suyos decididos¡±, dice. ¡°Los que tenemos, ya los ten¨ªamos antes. Y eso que ahora ofrecemos dos presupuestos, con playback musical, m¨¢s baratito, y con banda; nos toca el grupo Los yanquis¡±. El 22 junio actuaron en Burgos. Y sus pr¨®ximos conciertos son el 28 en Vitoria, el 29 en Pamplona y el 6 julio, junto con las Grecas, los Chichos y la H¨²ngara, en Plasencia¡±. ¡°?C¨®mo han cambiado las cosas!¡±, dice de pronto Jos¨¦. ¡°En lugar de un 5% por disco entre tres, que era lo que nos pagaban antes, ahora tenemos el 90% de cada venta. Claro, porque no vamos a vender nada¡±. ?Qu¨¦ busca con el disco? ¡°Vivir de la m¨²sica. Porque forrarnos sabemos que no nos vamos a forrar¡±.
Tras la entrevista vuelve a poner las gafas en su sitio y salimos del bar. Las conversaciones entre ellos empiezan al instante: ¡°?Anda que hacernos el disco negro!¡±, se queja Jos¨¦. ¡°?As¨ª d¨®nde firmamos aut¨®grafos? ?Si no se puede! Al director del programa de Mar¨ªa Teresa Campos, en Telecinco, le firmamos en un papelito y lo metimos dentro del disco. A ver¡¡±.
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