Arl¨¦s, maestros en blanco y negro
La mayor retrospectiva de Sergio Larrain, tras su muerte, abre los Encuentros Internacionales La localidad francesa rinde homenaje a la esencia de la fotograf¨ªa
Gregoria Larrain habla con la misma dulzura, ausencia de ego y generosidad que caracteriz¨® a su padre, el fot¨®grafo y pintor Sergio Larrain. Si su bisabuelo paterno descubri¨® en Francia a las grandes figuras del arte contempor¨¢neo (Giacometti, Picasso...), ahora le toca a Francia descubrir el genio, la sensibilidad po¨¦tica y la maestr¨ªa en la composici¨®n de su padre, fallecido en 2012.
¡°He reencontrado la belleza del blanco y negro en las fotos de mi padre: su perfecci¨®n creativa, su generosidad, el oficio que aplicaba desde la captura hasta el revelado¡±, explica Gregoria Larrain. ¡°Sus fotos son, como ¨¦l dec¨ªa, unos milagros que supo descubrir porque ten¨ªa la disposici¨®n adecuada¡±.
El entorno que propicia ese gozoso redescubrimiento, compartido con el resto del mundo, son los Encuentros de Arl¨¦s, el festival de fotograf¨ªa de referencia del calendario art¨ªstico que se desarrolla en esta localidad del sur de Francia durante el mes de julio, y que en esta edici¨®n exhibe la obra de Larrain en la iglesia de Santa Ana. Este a?o se rinde homenaje en Arl¨¦s a la fotograf¨ªa en blanco y negro, y el cisne que preside la identidad gr¨¢fica de los encuentros bien puede simbolizar la f¨¢bula del patito feo en un mundo dominado por el color.
La de Larrain es la primera gran retrospectiva que se hace en el mundo tras la muerte del autor. No se ha visto una exposici¨®n de este calibre desde la gran exposici¨®n que le dedic¨® el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) en 1999, y eso es as¨ª porque, en su ¨²ltimos a?os de vida, Larrain rehuy¨® el contacto con el mundo. ¡°Se despoj¨® de todo para entregarse a la fotograf¨ªa y, finalmente, a la m¨ªstica. Si hubiera estado ac¨¢, habr¨ªa dicho: ¡®Lo que hay que salvar es el planeta, al ser humano¡±, asegura su hija.
La principal responsable de este gran homenaje junto al director del festival, Fran?ois Hebel, es la comisaria Agn¨¨s Sire, ahora directora de la Fundaci¨®n Henri Cartier-Bresson de Par¨ªs tras haber seguido al fot¨®grafo durante a?os desde que fuera directora art¨ªstica de la agencia Magnum (propietaria de su archivo). Su labor comisarial y editorial ha quedado reflejada en el libro-cat¨¢logo que acompa?a o, m¨¢s bien, preside la muestra, publicado por ?ditions Xavier Barral. Sire afirma que el libro, que recorre, entre otros, sus trabajos en Chile, Inglaterra, Italia, Francia y Per¨², est¨¢ basado en la selecci¨®n de fotos hecha por el propio Larrain en vida a trav¨¦s de sus marcas y anotaciones sobre hojas de contacto. La comisaria, que agradece la coproducci¨®n del Consejo de la Cultura y las Artes de Chile, ha incluido en el cat¨¢logo la correspondencia de Larrain con Cartier-Bresson (al que le unen muchos puntos en com¨²n) y con la propia agencia Magnum. Tambi¨¦n la carta a su sobrino Sebasti¨¢n Donoso, en la que el fot¨®grafo chileno ense?a a pescar las fotos, a pensarlas y a editarlas con humildad.
De especial valor es su respuesta a una carta de Sire en la que esta le hab¨ªa pedido que razonara su oficio. ¡°Larrain¡±, explica la comisaria, ¡°habla de la fotograf¨ªa como un estado de gracia, libre de toda convenci¨®n; de c¨®mo hay que estar abierto a las musas. ?l piensa que las im¨¢genes pueblan el universo, pero que hay que ser un buen m¨¦dium para que salgan a la luz¡±. Larrain hizo, recuerda, reportajes de encargo durante apenas tres a?os, y luego decidi¨® parar y cambiar de rumbo, porque no le interesaba la urgencia del reporterismo: ¡°apenas dedic¨® tres a?os a hacer reportaje¡±.
El libro, con un texto de Gonzalo Leyva Quijada y una introducci¨®n de Sire, aporta, en suma, la mayor fuente visual y documental de conocimiento sobre el fot¨®grafo realizada hasta la fecha.
?Cu¨¢l es el lugar de Larrain en la historia de la fotograf¨ªa? ?Se debe establecer una asociaci¨®n con Cartier-Bresson, Bill Brandt, Robert Frank, Brassa? u otros maestros documentalistas? ¡°Para m¨ª, Larrain es Larrain, un hombre que pone su Leica al servicio de la poes¨ªa¡±, dice Sire. ¡°No se le puede comparar. ?l ten¨ªa su propia mirada, ve¨ªa cosas que otros no ve¨ªan¡±. Su gran obra es, afirma, el reportaje sobre Valpara¨ªso, ¡°donde podemos encontrar la calle, el suelo, la piedra, los interiores de los bares, los retratos, el ambiente nocturno¡ un poco de todo su universo¡±.
La autora pone el acento en la manera de fotografiar la infancia de Larrain y en las m¨²ltiples referencias art¨ªsticas, como el neorrealismo italiano, que se pueden delimitar a la hora de abordar su legado. Destaca, asimismo, el hecho de que, siguiendo el criterio de Larrain, los fotorreportajes est¨¢n recluidos en las vitrinas centrales de la exposici¨®n.
La muestra viajar¨¢ en marzo del a?o pr¨®ximo a Chile en su formato actual. Pero antes, la Fundaci¨®n Cartier-Bresson acoger¨¢ una versi¨®n diferente, con copias de ¨¦poca, antes de comenzar su itinerancia mundial. ¡°Ser¨ªa maravilloso que fuera tambi¨¦n a Espa?a¡±, concluye la comisaria.
A?ada de excepci¨®n
Tras una edici¨®n de 2012 supeditada al aniversario de la Escuela Nacional de Fotograf¨ªa de Arl¨¦s, los encuentros de este a?o son una a?ada excepcional. Los paisajes mar¨ªtimos y los lienzos de luz expresionistas de Hiroshi Shugimoto; la cr¨ªtica a la recepci¨®n de la fotograf¨ªa de Alfredo Jaar; el testimonio de un mundo en transici¨®n captado por Gordon Parks; la serie sobre los ¨¢lbumes de fotos (Jacques Henri Lartigue, Erik Kessels); las manipulaciones de John Stezaker; el di¨¢logo entre fot¨®grafos franceses y sudafricanos, la est¨¦tica precursora de Guy Bourdin¡ son algunos de los contenidos de una muestra a la que acompa?an debates, proyecciones (entre ellas, el documental sobre Duane Michals) y un espacio, Le Club, dedicado al fotolibro.
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