"Somos el anuncio perfecto para el hombre miope moderno"

Existen muchas maneras de terminar la noche tras un macrofestival de m¨²sica. Buena parte de ellas, inconfesables. Alexis Taylor y Al Doyle, voz principal y una de las cabezas musicales de Hot Chip, respectivamente, no tienen reparos en contar su fin de fiesta tras el reciente Primavera Sound barcelon¨¦s, donde cerraron uno de los escenarios grandes en la ¨²ltima jornada. ¡°Aunque te avisamos de que puede resultar muy decepcionante¡±, advierte Taylor. ¡°Yo acab¨¦ regresando con mi esposa al hotel y pagando a la ni?era despu¨¦s de que nos cuidara a la ni?a mientras nos emborrach¨¢bamos un poco¡±. Doyle trata de darle un barniz m¨¢s emocionante: ¡°Yo me alojaba con unos colegas en un piso con terraza y vistas en la Barceloneta, pero el ascensor estaba estropeado y tuve que cargar cuatro plantas con un amigo m¨ªo, bastante grande adem¨¢s, que va en silla de ruedas. Supongo que no es el fin de fiesta ideal que quer¨ªas o¨ªr¡±. ¡°Pero no nos malinterpretes¡±, se apresura Taylor, ¡°Lo pasamos superbi¨¦n¡±.

Lo cierto es que hoy, con todos sus miembros en la treintena, es m¨¢s f¨¢cil correrse una juerga con Hot Chip, uno de los grupos insignia del pop electr¨®nico de la ¨²ltima d¨¦cada, cuando ellos la ofician que cuando la protagonizan. Es lo que sucedi¨® el mi¨¦rcoles de la semana pasada en la sala Joy Eslava de Madrid, adonde acudieron Alexis y Al para acometer una de las sesiones de DJ con las que se sacan la paga extra. El motivo: la presentaci¨®n de las nuevas gafas de sol de Marc by Marc Jacobs, marca para la que est¨¢n realizando un tour este verano por algunas capitales europeas. Tiene sentido. Con permiso de Jarvis Cocker (o quiz¨¢s, precisamente, porque el l¨ªder de Pulp vive m¨¢s alejado actualmente de los focos), Alexis Taylor se ha convertido en el hombre con gafas m¨¢s buscado de la m¨²sica indie brit¨¢nica. Ya se puso en contacto con Hot Chip Ray-Ban para algunas de las acciones de su 75 aniversario, y hoy ha sido Marc Jacobs (o alguno de sus avezados asistentes) quien les ha plantado sus coloristas invenciones en acetato transparente. ¡°En Hot Chip somos tres de cinco los que llevamos siempre gafas, somos el anuncio perfecto para el hombre miope moderno¡±, bromean.

Lo que no suena tanto a chiste es que se involucren en promociones con marcas. Hoy en d¨ªa, rara es la banda musical que no se implica en cuanto puede en alguna acci¨®n que se salga del binomio vender discos (algo con escas¨ªsimas posibilidades de generar ingresos) y salir de gira (donde los cach¨¦s han bajado sustanciosamente). No est¨¢n de acuerdo. ¡°Nosotros no buscamos este tipo de historias. La ex¨®tica realidad es que tu agente te viene un d¨ªa y te dice: te ofrecen esto. Por fortuna, en un grupo como el nuestro podemos permitirnos qu¨¦ aceptar y qu¨¦ rechazar. Nuestra relaci¨®n con la moda es¡­ relajada, por decirlo as¨ª. Nos gusta en el sentido de que tu look es tu carta de presentaci¨®n, pero no hasta el extremo de impostar nada. No nos interesan las marcas, nos interesan los creadores. En ese sentido, Marc Jacobs nos parece alguien ejemplar, siempre con su tiempo¡±.

Cubierto el discurso promocional b¨¢sico, nos aventuramos a pedirles una lista de invitados con gafas a quienes sentar¨ªan en su mesa en una potencial ¨²ltima cena antes del apocalipsis. ¡°James Joyce, Elton John, Elvis Costello¡±, se arranca Doyle. Y Taylor le coge el testigo: ¡°Stevie Wonder, Ray Charles, Buddy Holly, Al Doyle y Felix Martin [sus amigos de Hot Chip], John Coxon [miembro de Spring Heel Jack y tambi¨¦n de About Group, proyecto paralelo de Alexis Taylor], Prince en la ¨¦poca de Sign o¡¯ the times¡±, y aqu¨ª se frena en seco. ¡°En realidad a Prince le invitar¨ªa con o sin gafas. Mi obsesi¨®n con ¨¦l se retrotrae a la ¨¦poca en la que la gente le conced¨ªa realmente tiempo a escuchar discos, no a escuchar 47 segundos de la nueva canci¨®n de Daft Punk en Spotify. Cuando yo era cr¨ªo, mi hermano mayor compraba puntualmente cada uno de sus discos seg¨²n sal¨ªan. Lo escuch¨¦ desde los cinco a?os. Para m¨ª era, pura y simplemente, pop; realmente no ten¨ªa una conciencia de si era algo de mayor o menor peso art¨ªstico. Al cabo del tiempo era yo el que estaba esperando ansioso que saliera cada disco suyo para correr a comprarlo. Jam¨¢s lo consider¨¦ m¨²sica de usar y tirar. M¨¢s all¨¢ de que me gustaran las canciones, los estribillos y las melod¨ªas, me fue atrapando su extra?o y futurista universo musical. Raro es la primera palabra que me viene a la mente para describirlo. Sexo es la segunda. Es un tipo que siempre estaba hablando sobre sexo. Todo el tiempo¡±.

Al autor de Purple rain se le atribuye que le haya contagiado esa tendencia a cantar en falsete. ¡°En realidad nunca canto en falsete¡±, corrige Taylor. ¡°Es solo que alcanzo notas m¨¢s agudas de lo normal. Cuando empec¨¦ a cantar tuve que asumir que sonaba como una mujer, pero as¨ª era mi voz, no hab¨ªa nada que hacer. Con el tiempo aprend¨ª a apreciar esa androginia vocal. No estoy seguro de si esa cualidad ha perdurado en nuestros ¨²ltimos discos, aunque todav¨ªa hoy me topo con gente que pregunta: ¡®?Qui¨¦n es la t¨ªa que canta en esa canci¨®n?¡±. Dice que no sabr¨ªa c¨®mo modular su voz para sonar de otra forma y que no le parecer¨ªa justo para el oyente forzar ese cambio.

De hecho, uno de los ganchos de Hot Chip cuando aparecieron a mediados de la primera d¨¦cada de este siglo fue su diferencia. Musical (electr¨®nica pop frente al revival rock), est¨¦tica (tirando a geek ¨Cpalabra que detestan por hab¨¦rseles atribuido hasta la saciedad¨C frente a tanta afectaci¨®n guitarrera) y ¨¦tica (chavales blancos de clase media que no iban de nada que no fueran). Alexis Taylor y Joe Goddard (la otra voz cantante del grupo) se conocieron en el colegio, en Putney, al suroeste de Londres. Cuando se separaron para la universidad, se intercambiaban canciones en la distancia. Por entonces ni imaginaban que, junto a grupos como !!!, Soulwax, LCD Soundsystem (por cuyo sello neoyorquino, DFA, acabar¨ªan fichando) reabrir¨ªan el marco de acci¨®n en la escena musical. Sus conciertos derivaban en algo m¨¢s parecido a una fiesta de baile. Reaccionando contra el rock imperante, huyendo de esa tendencia, se convirtieron ellos mismos en tendencia. Hasta el extremo de que resultaba casi imposible salir a mediados de esa d¨¦cada a un club moderno sin que te cascaran su hit Over and over.

Son conscientes de que pod¨ªan haber muerto de ¨¦xito, y tienen una teor¨ªa de su evoluci¨®n perfectamente elaborada. ¡°Honestamente, y aunque suene t¨®pico, nunca nos sentimos parte de una tendencia. Cuando arrancamos, no ten¨ªamos una intenci¨®n clara de convertirnos en un grupo de m¨²sica dance. ?ramos dos chicos a los que les gustaba escuchar a Pavement, a Will Oldham, a Spacemen 3. Y esa es la m¨²sica que originalmente hac¨ªamos: lo-fi, indie. As¨ª fue nuestro primer EP. Luego nos separamos para ir a la universidad. Y la siguiente m¨²sica que compuso Joe y me envi¨® ten¨ªa influencias de Photek, Aphex Twin, el 2-step, el UK garage y las producciones de Rodney Jerkins para Destiny¡¯s Child. Para cuando empezamos en directo, esa es la m¨²sica que quer¨ªamos hacer: hip hop y r¡¯n¡¯b al estilo americano. Quiz¨¢s por eso mucha gente no nos localiza geogr¨¢ficamente. Nos fij¨¢bamos en cosas que nos quedaban s¨²per lejos, fuera de nuestro alcance, como The Neptunes o Timbaland. Pero no ten¨ªamos ni idea de c¨®mo hacerlo, excepto por una caja de ritmos que ten¨ªa Felix Martin [el responsable de las programaciones en el grupo]. Lleg¨¢bamos a tocar a los sitios con nuestros cacharros y el ingeniero de sonido nos dec¨ªa: ¡°Un momento, ?d¨®nde est¨¢ la bater¨ªa?¡¯. No nos sent¨ªamos parte de ninguna escena, porque no conoc¨ªamos a ning¨²n otro grupo que hiciera eso. Gradualmente fueron apareciendo m¨¢s bandas que persegu¨ªan lo mismo. Con la que m¨¢s sintonizamos fue con LCD Soundsystem, porque James Murphy aplicaba la misma l¨®gica que nosotros. Lo suyo era un grupo de punk tocando m¨²sica disco¡±.

Antes de terminar la charla, les pedimos que nos recomienden un par de cosas que les tengan enganchados ¨²ltimamente. Doyle se queda con Numbers on the boards, de Pusha T, flamante fichaje del sello de Kanye West, G.O.O.D. Music. ¡°Y el nuevo disco de Kanye [Yeezus] tambi¨¦n me tiene enganchado, aunque no soy muy de hip hop¡±. Y Taylor, con el libro Supernatural strategies for making a rock¡¯n¡¯roll group, en donde el escritor y m¨²sico Ian Svenonius, aburrido de buscar respuestas entre m¨²sicos vivos, habla con artistas que ya est¨¢n en la tumba, como Jimi Hendrix, Jim Morrison o Brian Jones. ¡°He sido fan de sus grupos ¨CThe Make-Up, Nation of Ulysses, Chain & The Gang¨C desde hace mucho tiempo. Y hace unos a?os le conoc¨ª y me pareci¨® un tipo divertid¨ªsimo. El libro es hilarante, y adem¨¢s est¨¢ bien escrito. Resume en cap¨ªtulos c¨®mo formar la banda perfecta. Mientras se co?ea de todo, por el camino, lanza algunas observaciones brillantes. No hab¨ªa le¨ªdo algo as¨ª nunca. Todo buen aficionado deber¨ªa leerlo, no est¨¢ hecho solo para que los m¨²sicos nos reconozcamos en ¨¦l¡±.