El autor de ¡®Lobis¨®n¡¯ encuentra en la literatura espa?ola historias acumuladas
La novela es la primera dentellada de Gin¨¦s S¨¢nchez en el panorama literario espa?ol
Harto de no hallar a su enemigo pol¨ªtico, Jean-Claude Duvalier se dirigi¨® a un santero y ¨¦ste le dijo que estaba escondido dentro de un perro negro. El sanguinario dictador haitiano llam¨® a sus sicarios e hizo pasar a cuchillo a todos los canes oscuros. Estaba eso y la leyenda del lobis¨®n: todo s¨¦ptimo hijo est¨¢ endemoniado y por las noches acabar¨¢ vagando como un perro por entre las sombras y los basureros. Con esos referentes y que ¡°las cabezas est¨¢n muy mal¡±, Gin¨¦s S¨¢nchez (Murcia, 1967) ha encontrado ¡°la chispa inici¨¢tica¡± de Lobis¨®n (Tusquets), novela con la que ha dado su primera y notablemente intimidatoria dentellada en el panorama literario espa?ol.
Ejerc¨ªa de abogado, lo dej¨¦ todo y estuve siete a?os fuera de Espa?a
S¨¢nchez pudo haber escuchado estas historias cuando era camarero en las islas Eolias, cuando estaba en un programa de protecci¨®n de tortugas marinas en Costa Rica o mientras no colocaba ni un lienzo como vendedor de cuadros puerta a puerta en Dubl¨ªn. ¡°Ejerc¨ªa de abogado en Murcia pero me cans¨¦ y dije lo t¨ªpico: ¡®me voy un a?o por ah¨ª¡¯; luego resultaron ser siete¡±, dice de nuevo desde su ciudad natal. No le pas¨® ninguna muy gorda pero s¨ª acumul¨® muchas de aquellas de ¡®por poco pod¨ªa haber pasado que¡¯, bagaje que piensa que le ha beneficiado a la hora de ser un autor claramente tard¨ªo. ¡°He le¨ªdo libros de gente reciente y se nota que escriben de o¨ªdas, de que se lo han contado; es lo que dec¨ªa Kipling en La luz que se apaga: no puedes pintar nada si no lo has visto todo o todo lo que puedas. El mero hecho de estar solo en otro continente ya te marca. Y una voz como la de Zacar¨ªas surge y se aprende de soledades, de que te pasen cosas escalofriantes, de ver y o¨ªr gente; si escribes de lo que sabes te va a salir; la documentaci¨®n del barro siempre es mejor que la del libro¡±.
Zacar¨ªas es Zacar¨ªas Z¨¢rate, padre de Adri¨¢n, su s¨¦ptimo hijo, adolescente autista del que pretende mejorar las prestaciones de su condici¨®n gen¨¦tica de Lobis¨®n, que ¨¦l mismo ha desarrollado poco. La leyenda est¨¢ por toda Am¨¦rica Latina, al parecer procedente de Rusia, y tambi¨¦n en el norte de Espa?a. Una historia de tradici¨®n m¨¢s oral que escrita del folclore espa?ol, que parece que ha impactado, con otros personajes y mitolog¨ªas, a otros debutantes recientes como Dolores Redondo (El guardi¨¢n invisible) y David Monteagudo (Bra?aganda), entre otros.
¡°Hablar de corrientes me parecer¨ªa precipitado pero es evidente que hoy se da cierta soltura al abordar esos temas que hace 20 a?os hubiera sido impensable; se ha producido cierta liberaci¨®n para retomar sin complejos el gusto por contar historias que las letras espa?olas hab¨ªan perdido: interesaba m¨¢s el tr¨¢nsito del alma, mientras las historias se quedaban en un segundo plano; la gente joven quiere contar historias y ah¨ª encaja sin complejos la reivindicaci¨®n de nuestros mitos¡±. El acceso a m¨¢s informaci¨®n (Internet) favorece, en opini¨®n de S¨¢nchez, ese fil¨®n, que de alguna manera ¡°ayuda a recolocar tus historias porque cuando te pones con una al poco te das cuenta de que ya estaba escrita¡±
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