Todos contra Elvis Costello en el Festival de Jazz de San Sebasti¨¢n

Imagine el lector por un momento que es m¨²sico de jazz, y le han contratado para interpretar su m¨²sica en el Festival de Jazz de San Sebasti¨¢n y, cuando llega all¨ª, se encuentra con que ese mismo d¨ªa, y a la misma hora, va a actuar Elvis Costello (hoy lo har¨¢ en el Circo Price de Madrid) de forma gratuita a dos pasos de donde va a estar usted. Y, encima, va y se pone a llover. Como para coger los b¨¢rtulos y volverse al pueblo. Por suerte, esto es San Sebasti¨¢n, y aqu¨ª la gente va al jazz as¨ª truene y sin importarle lo que est¨¦ sucediendo en ning¨²n otro lugar que no sea la plaza de la Trinidad, la Trini para los amigos, escenario privilegiado del festival desde sus lejanos comienzos.

Jorge Pardo y su Big Band tocaron su ¨²ltimo disco, 'Huellas'

Luego, que Jorge Pardo no iba a soltar la presa tan f¨¢cilmente. Para el madrile?o, el concierto se?alaba su regreso a un escenario que no pisaba desde que, siendo un chaval, particip¨® en el concurso de aficionados tocando free.¡°Aunque no soy muy dado a estas cosas¡±, confesaba a EL PA?S momentos antes del concierto, ¡°debo reconocer que estoy emocionado¡±. De aquellos Org¨®n, con los que actu¨® entonces, a esta XL Big Band, con la que se present¨® el jueves, va una vida, la del protagonista de la jornada, en su devenir entre escenarios y estilos hasta ser reconocido como ¡°el mejor m¨²sico de jazz europeo de 2012¡± sin ser un m¨²sico de jazz, o eso dice ¨¦l.

Da igual que est¨¦ la Trini abarrotada pese a la lluvia y la competencia como en el ¨²ltimo garito de su Moj¨¢car de adopci¨®n, Jorge siempre parece sentirse como en casa y esta es, posiblemente, su mayor virtud. Con XL toca la m¨²sica de su ¨²ltimo disco, Huellas, con los arreglos para big band que le han escrito otros, y la solvencia que le proporciona David Pastor dirigiendo el cotarro.

El espect¨¢culo funciona en su largura cercana a las dos horas y media, que el personal aguant¨® a pie firme gracias a los pl¨¢sticos que la organizaci¨®n tiene a bien distribuir en casos de lluvia, los populares ¡°preservativos¡±. Habr¨¢ quien le guste m¨¢s el Jorge intimista talla S y qui¨¦n le prefiera en la versi¨®n para adultos sin reparos. Ya se sabe que sobre gustos no hay nada escrito.

Agust¨ª Fernand¨¦z y su 'Aurora tr¨ªo' actuaron en San Telmo

La noche en la Trini hab¨ªa arrancado con el ¨®rgano entre lit¨²rgico y metaf¨ªsico de Carla Bley, junto a su pareja de hecho, el contrabajista Steve Swallow, interpretando esa m¨²sica extra?a de tonos mate que suelen interpretar estos dos y que parece ser la quintaesencia de algo que nadie sabe lo que es. Hay quien lo llama ¡°jazz mininimalista¡±. Momentos hay, como sucedi¨® en el solo (extraordinario, por dem¨¢s) de Jorge Rossy, en que uno se pregunta si hay alguien realmente tocando la bater¨ªa, o si alguien est¨¢ tocando algo, o esos que pasan por m¨²sicos son, en realidad, una troupe de mimos que hacen las veces, de tan bajo que tocan.

Es lo que tiene la (pos)modernidad, que a la que uno se descuida, le sueltan un blues ¡°deconstruido¡±, y all¨¢ te las compongas. No por extra?o, el concierto dej¨® de resultar una delicia. Luego, se hizo reconocimiento a la labor desarrollada por Cuadernos de jazz y su director, Ra¨²l Mao, fallecido a comienzos de a?o. Hubo entrega de la correspondiente placa a su viuda, Mar¨ªa Antonia Garc¨ªa, y alguna que otra l¨¢grima apenas reprimida. Por suerte, a¨²n nos quedaba la guinda del pastel, con el concierto del pianista Agust¨ª Fern¨¢ndez y su Aurora Tr¨ªo en el claustro del convento de San Telmo programado para las 23.59, ni un minuto m¨¢s, ni uno menos. Pr¨®ximos a su tercer disco, los miembros del extraordinario tr¨ªo ¡ªel propio Fern¨¢ndez, al piano; Barry Guy, al contrabajo; y Ram¨®n L¨®pez, a la bater¨ªa¡ª dieron forman a una m¨²sica de seda, libre y hermosa, majestuosa y triste o, simplemente, actual. En La ni?a de la calle Ibiza suenan como una versi¨®n mejorada del tr¨ªo de Keith Jarrett.

Anoche, la belleza sobrecogedora de la m¨²sica de Aurora se ti?¨® de un tono melanc¨®lico, producto de la lluvia incesante y el marco aut¨¦nticamente incomparable. Elvis Costello¡­ ?qui¨¦n se acuerda de ¨¦l?