De las leyes a los fotogramas

Arrepentida de haber estudiado Derecho, para Bel¨¦n de la Barrera, de 22 a?os, nunca es tarde para coger la c¨¢mara y dejarse seducir por su pasi¨®n: el cine. En un mal momento familiar, decepcionada con sus estudios y obligada a pasar por el quir¨®fano tras fracturarse la nariz, De la Barrera, natural de Las Palmas de Gran Canaria, dijo basta. ¡°Bastantes palos te da la vida como para no hacer lo que te gusta¡±.

Desde entonces, quiere ganarse la vida con lo que realmente le hace feliz. ¡°Siempre me hab¨ªa gustado. Llevaba la c¨¢mara encima en los viajes con la familia y las amigas y luego montaba los v¨ªdeos, los editaba y los regalaba. Lo que pasa es que a la hora de decidir qu¨¦ estudiar me ech¨¦ un poco para atr¨¢s¡±, confiesa.

¡°Ya he terminado la carrera y quiero hacer lo que realmente me apasiona¡±. Resignada por las escasas oportunidades con las que cuenta en Espa?a, busca reconducir su camino en Estados Unidos con una de las codiciadas becas Fulbright para cine, aunque teme que sus ra¨ªces jur¨ªdicas le resten opciones. ¡°Los que se quedan aqu¨ª viven a duras penas. Te dicen que te lances, pero el de los cortos es un mundo dif¨ªcil e inestable. Un d¨ªa puede irte bien y al siguiente no tener nada¡±.

Por el momento, su idea de recorrer India para hacer un corto documental tendr¨¢ que esperar. Combinando sus dos terrenos profesionales, realizar¨¢ las pr¨¢cticas de su carrera en el departamento jur¨ªdico de una productora cinematogr¨¢fica. ¡°A ver si puedo mirar guiones y dem¨¢s, hacer algo m¨¢s art¨ªstico¡±. Aunque no descarta vivir de su carrera acad¨¦mica, tiene claras sus prioridades: ¡°Para el futuro, si tuviera que elegir, me dedicar¨ªa al cien por cien al cine. El derecho es un salvavidas¡±.

Su corto Dando la vuelta a la tortilla, con el que han ganado este a?o el concurso de la Universidad Pontificia de Comillas (Madrid), es ¡°una cr¨ªtica al machismo estructural, quer¨ªa demostrar la evoluci¨®n de la sociedad hacia algo m¨¢s equitativo¡±.

La realizadora quer¨ªa lanzar un mensaje contra la violencia de g¨¦nero. Para ello, combina las voces de unas chicas hablando sobre una noche de fiesta con las im¨¢genes de la preparaci¨®n de una cena y, en la conclusi¨®n, desvela que las manos que estaban cocinando eran de hombres. ¡°Quer¨ªa que la gente se sorprendiera, que pensaran que estaban viendo a mujeres todo el tiempo, lo t¨ªpico¡±.

Bel¨¦n de la Barrera se apunt¨® a Se busca talento sin pensarlo demasiado: ¡°Quer¨ªa probar si alguien valora mi corto. Como siempre andaba con mis dudas sobre si dedicarme o no al cine quer¨ªa descubrir si alguien ve¨ªa algo en m¨ª¡±. Las enigm¨¢ticas manos de la cocina de su corto son las suyas, la mujer que quiere cambiar los juzgados por estudios de cine.