¡°La gente est¨¢ enfadada, la gente quiere cortar cabezas; veo guillotinas¡±
La cantante andaluza afirma que ¡°no se conseguir¨¢ nada hasta que no haya una huelga general indefinida¡±
Despu¨¦s de un verano soltando por las Espa?as de Dios sus pu?etazos de rap con su ¨²ltimo y brutal disco, Bruja,se marcha a hacer las Am¨¦ricas. Es temible cuando te observa desde esa mirada oblicua, desde esos tatuajes agresivos, desde esa indisimulada desconfianza. Progresivamente, se abre y va siendo un algo entra?able. Luego, encantadora. Al final, secuestrable. Caen las caretas. Y La Mala es mala, pero menos.
Pregunta. Sus letras son poderosas, rabiosas, duras, po¨¦ticas y tristes. Saldr¨¢n mejor o peor, pero se agradece, en un m¨²sico espa?ol, que no se sienta obligado a decir tantas tonter¨ªas en sus canciones. Lo suyo le costar¨¢, ?no?
Respuesta. Tengo un compromiso conmigo: me gusta superarme. Obviamente, tambi¨¦n escribo basura. Pero solo ense?o lo bueno, claro.
P. Bueno, todo da igual. Da la sensaci¨®n de que, digamos lo que digamos y escribamos lo que escribamos, nos la van a meter doblada igual, con perd¨®n, ?no cree?
R. ?Qui¨¦n?
DNI urgente
Mar¨ªa Rodr¨ªguez Garrido, La Mala (Jerez de la Frontera, 1979). Se cri¨® en Sevilla y con 19 a?os se instal¨® en Madrid. Su mezcla de rap, flamenco y r&b se traduce en cinco ¨¢lbumes. El ¨²ltimo es Bruja.?
P. Pues los que se dedican a met¨¦rsela doblada a la gente. ?O no? ?Sirve la poes¨ªa para evitarlo?
R. Aunque no sirva para nada, a m¨ª me vale.
P. Le¨ª una noticia. Hablaba sobre un poeta colombiano que se llama Rafael Medina. Pone en venta sus test¨ªculos por 150.000 euros para poder hacer una gira por Europa y leer sus poemas. Me pareci¨®¡
R. ...?eso es verdad?
P. Bueno, sali¨® en los peri¨®dicos. Como sabe, eso no es garant¨ªa de que sea verdad.
R. ?Y c¨®mo los va a envolver?
P. Es una buena pregunta. Y otra, qui¨¦n se los va a comprar.
R. ?Y en qu¨¦ tipo de envase vendr¨¢n?
P. Igual en un tupperware.
R. Y el que los compre luego los meter¨¢ entre las p¨¢ginas de un libro, como las hojas y las flores, y¡
P. ?No siga! Imag¨ªnese, se encuentra un libro al cabo de diez a?os, y en vez de encontrarse una rosa seca, preciosa¡
R. ?Se encuentra una un par de cojones!
P. Oiga, una t¨ªa m¨ªa de ochenta y pico le dijo a otra t¨ªa m¨ªa: ¡°Oye, al final, ?de qu¨¦ nos ha servido ser tan decentes?¡±. Me re¨ª mucho, tambi¨¦n me pareci¨® una frase tremebunda. ?Qu¨¦ opina?
R. Ya ves t¨². ?Pues que tiene toda la raz¨®n tu t¨ªa! La decencia no cuenta, solo cuenta el crecimiento econ¨®mico.
P. ?Por qu¨¦ la decencia no cotiza en el IBEX?
¡°No se conseguir¨¢ nada hasta que no haya una huelga general indefinida¡±
R. Bueno, hablando un poco paralelamente a eso de la decencia, yo hablar¨ªa sobre esa cosa que es el decrecimiento.
P. No se corte.
R. Pues que no hay que llegar tan lejos, ni ambicionar tanto, pero todo se pone complicado cuando uno quiere ahondar ah¨ª, cuando se quiere levantar un sistema de valores distinto, no meramente econ¨®mico sino basado en algo tan sencillo como el bien com¨²n. Yo a veces me imagino un mont¨®n de gente desesperada y resignada y me da mucha tristeza.
P. Parece que, por fortuna, la gente no est¨¢ por la labor, pero la verdad es que aqu¨ª y ahora hay ingredientes como para que el personal se echara a las calles. ?Por qu¨¦ cree que no ocurre?
R. La cosa es que hasta que no te pasa a ti no te pones a hacer cuentas, pero esta situaci¨®n la llevan viviendo otra gente y hace rato. Otros pueblos han pasado por esto antes que nosotros. Incluso aqu¨ª, en Espa?a, ya se vivieron ¨¦pocas iguales o peores. Y este sistema no lo hemos creado ni t¨² ni yo, lo ha creado otra gente y simplemente somos alguien que est¨¢ en ¨¦l. Pero vaya, que hay alternativas y hay gente que las est¨¢ promoviendo, pero hasta que todo el mundo no est¨¦ de acuerdo, no habr¨¢ nada que hacer. Aqu¨ª no se conseguir¨¢ absolutamente nada hasta que no haya una huelga general indefinida real de todas las personas que constituyen esta naci¨®n. Lo dem¨¢s son tonter¨ªas. La gente est¨¢ enfadada, la gente quiere cortar cabezas. Veo guillotinas. Pero parece que se nos ha olvidado todo, ?nadie recuerda lo que fue la Revoluci¨®n Francesa? ?Qu¨¦ quieren? ?Est¨¢n dejando sin comida a la gente! Pues nada, como todav¨ªa no es a la suficiente gente, pues seguiremos as¨ª: es como que la cosa aprieta pero no ahoga. Pero es que esto es de lo que se habla en cada carnicer¨ªa de Espa?a cada ma?ana, y yo no quiero¡
P. Luego hay momentos en que todo parece distinto, te tumbas en una hamaca a ver las estrellas con una cerveza en la mano, y¡ Cosas as¨ª de cursis y necesarias. No se arregla el mundo, pero por segundos lo parece.
R. Es la vida. Es que si no hay eso ya no hay nada, de verdad. Es que la vida no puede ser montar en bicicleta est¨¢tica e ir al Caprabo, tiene que haber algo mucho m¨¢s animal y real y gigante que te agite. Si no, est¨¢s muerto.
P. Pero b¨¢sicamente vivimos en una gran trampa, de casa al trabajo, del trabajo a casa¡
R. Si tu trabajo te gusta, eso ya¡
P. Es f¨¢cil decirlo para usted: se dedica a hacer m¨²sica y hacer disfrutar a la gente¡
R. ?Y a acarrear el estilo de vida que he elegido, me dedico tambi¨¦n! Porque no es f¨¢cil para m¨ª tampoco, ni tengo una casa en Malib¨² ni vivo de rentas. Vivo la vida que he elegido y voy p¡¯alante con esta filosof¨ªa. No s¨¦, hablan de gente que se vende¡ pero para m¨ª tambi¨¦n son putas las que est¨¢n de teleoperadoras contestando al tel¨¦fono por una mieeeerda de sueldo. Y lo hacen porque necesitan el dinero. ?Cu¨¢l es la diferencia entre esa gente y artistas a los que consideran vendidos? Y no estoy queriendo ofender a nadie. Cada uno elige el grado en que vende su vida; y si lo ve bien, pues adelante con ello. Solo t¨² puedes juzgarte.
La vida no puede ser montar en bici est¨¢tica
e ir al Caprabo¡±
P. Mi padre me dijo un d¨ªa¡
R. ?Cu¨¦ntame todo lo que te dec¨ªa tu padre, por favor!
P. Me dijo: ¡°Hijo, cu¨¢ntas hostias te va a dar la vida¡±. ?A usted le dijeron algo as¨ª?
R. ?Ves? Qu¨¦ buenos son los padres. Yo, l¨¢stima, no tuve, pero me hubiera encantado tener uno.
P. ?C¨®mo le han ido a usted las hostias de la vida?
R. A m¨ª la vida me ha tratado como me he dejado. Recoges lo que siembras. Dice un refr¨¢n popular: ¡°Camar¨®n que se duerme se lo lleva la corriente¡±.
P. Pero hay factores externos¡
R. S¨ª, est¨¢n los huracanes.
P. No, t¨² puedes ser alguien estupendo y que venga algo ajeno a ti y te joda vivo.
R. S¨ª, pero para eso est¨¢ la religi¨®n. Y entonces ya te quedas tranquilo y encuentras todas las respuestas a los males.
P. ?Es de Dios o del Demonio?
R. ?De los dooos! No existe uno sin el otro. Pero tambi¨¦n soy de Diosa, que eso nunca se dice. Siempre se dice Dios. Nunca Diosa.
P. ?Y por qu¨¦, si son ustedes m¨¢s listas, m¨¢s sensibles, m¨¢s ambiciosas y con m¨¢s capacidad de maldad¡ no triunfan de una vez sobre el hombre?
R. ?Ja, ja, ja, ja! Porque hay mujeres que son un aut¨¦ntico co?azo. Hace poco me contaron una historia de un abuelo que se hizo pasar por sordo durante un mont¨®n de a?os porque su mujer era insoportable, la t¨ªa.
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