No la toquen tanto

Lo dec¨ªa Juan Ram¨®n Jim¨¦nez sobre la rosa, no la toquen tanto. Pablo Neruda advirti¨® sobre la patria. No la toquen tanto. El poeta chileno escribi¨®: ¡°Patria, palabra triste como term¨®metro o ascensor¡±. Ahora salta otra vez a la yugular de las tertulias ese guineo de la patria, o Patria. La patria (como la Patria) merece mucho respeto. Pero el exceso de gelatina jode las cosas de comer, y aqu¨ª se est¨¢ juntando tanta gelatina a la palabra patria que corremos el riesgo, otra vez, de decir que los que sienten que la patria no corre peligro se sientan en peligro ante los que sienten que estamos en guerra y no hay ni escaramuzas.

Lo siento, recuerdo la dictadura, cuando patria hab¨ªa que pensarla con may¨²scula y Gibraltar era espa?ol; estaban en el mismo sintagma. Gibraltar, cu¨¢ntas manifestaciones se hicieron en tu nombre. Por eso ahora que el veneno es Gibraltar hay mucha gente que se pone en guardia ante la grandilocuencia del lenguaje. En medio de esta reflexi¨®n abr¨ª un libro de Dionisio Ridruejo, Cuaderno de Rusia. Diario 1941-1942 (F¨®rcola, edici¨®n de Xos¨¦ M. N¨²?ez Seixas y pr¨®logo de Jordi Gracia). El escritor cuenta sus d¨ªas como miembro de la Divisi¨®n Azul, en viaje para salvar Europa. Como ya se sabe qu¨¦ pas¨® con las posiciones posteriores de Ridruejo conviene leer este diario para saber c¨®mo fue descreyendo de lo que con tanta pasi¨®n crey¨®. En esos cuarteles hall¨® a unos camaradas falangistas cantando: ¡°Rusia es cuesti¨®n de un d¨ªa / para nuestra infanter¨ªa / t¨®mala s¨ª un d¨ªa / t¨®mala s¨ª, un dos, / (¡­) volveremos a empezar, tomaremos Gibraltar¡­¡±. ¡°Y as¨ª¡±, a?ad¨ªa Ridruejo, ¡°todo lo que pudi¨¦ramos llamar un programa de Reivindicaciones espa?olas¡±. No s¨¦ si sirve para ahora, pero quise anotar lo que le suger¨ªa al poeta ese himno propio de la Unidad Antitanques: ¡°Es una canci¨®n pueril y regocijante y terriblemente ripiosa que dice con alguna fanfarroner¨ªa¡­¡±, y sigue la canci¨®n.

Dicen las lenguas que un alto funcionario espa?ol le espet¨® en una escalera mec¨¢nica de Bruselas a un colega brit¨¢nico: ¡°?Gibraltar espa?ol!¡±. Espero que la patria (y la Patria) merezca en este caso y siempre algo m¨¢s que puerilidad y fanfarroner¨ªa. No la toquen tanto, no se merece tantos tristes ripios.