Juguemos a arreglar el teatro

Es sabido que a las gentes del teatro les gusta jugar. Por eso ayer propusimos a un pu?ado de grandes profesionales un juego. Les invitamos por un rato a ser demiurgos. A imaginar la posibilidad de una ut¨®pica pregunta de un, a¨²n m¨¢s ut¨®pico, presidente de gobierno deseoso de saber qu¨¦ har¨ªan ellos para resolver los males del teatro en estos tiempos cr¨ªticos.

Los aprendices de Brujo eran Nuria Espert, Vicky Pe?a, Jos¨¦ Mar¨ªa Pou, Nathalie Poza, Emilio Guti¨¦rrez Caba, Juan Mayorga, Sergio Peris-Mencheta, Concha Busto, Jordi Gonz¨¢lez, Paco Azor¨ªn, Miguel ?ngel Camacho, Eva Fern¨¢ndez, Pedro Chamizo, Flori¨¢n Recio y Fernando Ramos, todos ellos nombres del palmar¨¦s de los premios Ceres, entregados anoche como cierre de la 59? Festival Internacional de Teatro Cl¨¢sico de M¨¦rida. Unos galardones que nacieron el a?o pasado no exentos de pol¨¦mica, ya que grupos pol¨ªticos como Psoe e IU consideran que se comen un excesivo presupuesto (600.000 euros), aunque el director de la muestra emeritense, Jes¨²s Cimarro, los defiende diciendo que la gente de la cultura tambi¨¦n tiene derecho a trabajar y que esta ¡°fiesta del teatro¡± revierte muy positivamente en la econom¨ªa de la ciudad.

Pese a la heterogeneidad del grupo, en una cosa estuvieron de acuerdo: es urgente eliminar el 21% de IVA cultural. Incluso hubo quien se?al¨® que deber¨ªan fijarse en aquello que funciona, y lo que no, de los pa¨ªses de nuestro entorno.

Una vez se ponen a jugar, Pou aclara algunos puntos: ¡°Claro que todo esto lo decimos partiendo de la base de que nunca nos llamar¨ªan, porque saben lo que dir¨ªamos, as¨ª que jugamos dando esto por supuesto¡±, apunto el actor y director, mientras todos sus compa?eros a?ad¨ªan: ¡°claro, claro¡±.

Luego, Guti¨¦rrez Caba abri¨® fuego. Y lo hizo disparando a bocajarro: ¡°Para que la cosa fuera mejor, en principio Rajoy tendr¨ªa que dimitir, eso para empezar, y luego ya ver¨ªamos. Tienen que cambiar la pol¨ªtica cultural entera. Por lo pronto, conseguir que haya una pol¨ªtica cultural, que no la hay, y a¨²n as¨ª la cambian cada vez que se mueve el gobierno¡±.

Pou, a su lado, formul¨® sus deseos: ¡°Yo le pedir¨ªa que den la atenci¨®n que el teatro merece. Si tuvieran el nivel normal de sensibilidad necesitar¨ªan el teatro, pero viven ajenos a la cultura¡­ Por eso dictan las leyes que dictan, la cultura no forma parte de sus vida y les parece que a los ciudadanos les pasa lo mismo¡±.

Es Camacho quien abre el mel¨®n de la relaci¨®n entre teatro y educaci¨®n: ¡°Hay que potenciar el teatro en los institutos, en los colegios y las escuelas de arte dram¨¢tico deber¨ªan pasar a ser universidades; todo eso ayudar¨ªa a formar h¨¢bitos teatrales y todos saldr¨ªamos beneficiados, eso tambi¨¦n es hacer pol¨ªtica, aunque el PP no lo har¨¢¡±.

Hay materias en las que, coincide Espert, conviene apartar a los pol¨ªticos y dejar paso a los expertos: ¡°Sobre todo en sanidad, educaci¨®n y cultura, que son los pilares del bienestar, del futuro de este pa¨ªs; Rajoy debe saber que a lo mejor puede ir dando bandazos y cometer errores econ¨®micos y de otra ¨ªndole, de los que se puede salir, pero en esos tres territorios los errores son irreversibles, y tengo la certeza de que las gentes que est¨¢n al frente de la educaci¨®n, la sanidad y la cultura, no dominan las materias y no creen que sean prioritarias¡±.

Sus compa?eras de oficio, Nathalie Poza Vicky Pe?a (ataviada con una camiseta en favor de la marea verde por la educaci¨®n) a?adieron entonces un elemento nuevo al debate: ¡°Es fundamental la b¨²squeda de ¡°equilibro entre teatro p¨²blico y privado y hay que distribuir esos teatros nacionales que solo se ven en Madrid y Barcelona, eso est¨¢ muy mal, se pagan con el dinero de todos¡±, dijo Pe?a, quien cree que para facilitar estas cosas habr¨ªa que poner al mando de cultura a alguien que pertenezca al ¨¢mbito de la cultura: ¡°No a un gestor, sino una persona creativa, culta, con vocaci¨®n de servicio p¨²blico, dialogante y, fundamental, que sea del gremio¡±.

Poza ni tan siquiera se atreve a jugar: ¡°Es que no me lo puedo creer, lo que importa es seguir haciendo arte, el que sea, al margen de las instituciones, como hemos hecho siempre, y si no nos dan la libertad, la cogemos¡±.

Luego, el dramaturgo Juan Mayorga aprovech¨® su turno para contar una historia que ha recordado cuando la semana pasada le han concedido el Premio La Barraca: ¡°Lo que les encargaron, a Ugarte y Lorca, en el contexto de las Misiones Pedag¨®gicas, era llevar el teatro donde el teatro no llegaba y les dieron el apoyo no solo moral; el propio Lorca, que ya era famoso, se arremang¨® y no llev¨® cualquier teatro, sino los grandes cl¨¢sicos¡­ Me parece un proyecto tan extraordinario¡­ consideraban que la cultura no es un privilegio, sino un derecho y una necesidad. Si Rajoy escuchara esta historia, ver¨ªa que es muy buena, espa?ola y feliz, y lamentablemente interrumpida. Cabe aprender de ella que si el teatro entrase en la escuela, porque se convierte en un acto de responsabilidad y libertad para el ni?o, un trabajo en equipo, donde elaborar experiencias e imaginar y pensar que las cosas pueden ser de otro modo; llevar el teatro a la escuela es bueno para todos, porque instala la imaginaci¨®n en la escuela, y la imaginaci¨®n es el nervio de la sociedad y lo que hace pensar que nosotros mismos podr¨ªamos ser de otra manera¡±.

Azor¨ªn vislumbra una soluci¨®n que lanza en este ut¨®pico juego: ¡°Tendr¨ªamos que jugarnos todo a una carta, la de la educaci¨®n; es fundamental educar a la gente para el uso de lo que es p¨²blico. El teatro deber¨ªa tener un Iva progresivo, como el de Francia [se paga un 2%, pero si el montaje triunfa se le aumenta]; aunque algo habremos hecho mal; habr¨¢ que insistir en explicar que la cultura tiene que ser tan importante en nuestra dieta como la televisi¨®n o el deporte¡±. A la autocr¨ªtica se suma tambi¨¦n Concha Busto que dice que el sector est¨¢ pagando muy caro el haber regalado la cultura: ¡°Lo iniciaron los socialistas y ahora lo estamos pagando con sangre, porque hemos sido nosotros mismos los que hemos provocado la inflaci¨®n del mercado, como ocurri¨® con los pisos, pero claro, nos era m¨¢s c¨®modo, ya no podemos vivir del precio de la butaca, y antes s¨ª¡±.

La autocr¨ªtica tampoco falta: ¡°Hemos sido muy indulgentes con la administraci¨®n, hemos dejado crecer macromonstruos, hemos regalado las cosas y esa s¨ª es nuestra culpa¡±, reflexiona Guti¨¦rrez Caba. A su lado, Peris-Mencheta, asiente con un pegadizo eslogan: ¡°Menos llevar el colegio a los teatros y m¨¢s llevar el teatro a los colegios¡±. Y luego, a?ade: ¡°A m¨ª esto de que no haya un duro en cierta forma me provoca y me pone, me enciende la mecha m¨¢s all¨¢ de que s¨¦ que las cosas est¨¢n como no deber¨ªan estar¡±.

Jordi Gonz¨¢lez, de la productora Focus, recuerda que el teatro si se inculca por obligaci¨®n puede ser contraproducente, por lo que la propuesta que le lanza al presidente del gobierno es que a los chavales se les motive con la misma fuerza para ir al teatro que al f¨²tbol: ¡°Se podr¨ªa empezar porque en los medios de comunicaci¨®n p¨²blicos el mismo tiempo que se emplea para hablar del deporte, se dedique a la cultura¡±.

Una cultura que no puede dejarse en manos de cualquiera, como apunta Eva Fern¨¢ndez que le sugerir¨ªa a ese presidente de gobierno, que por fin le iba a escuchar, que las direcciones de los teatros no dependieran de cargos pol¨ªticos: ¡°Enchufan en esos puestos a los de su grupo que tiene que colocar y su gesti¨®n es p¨¦sima¡±.

La productora Concha Busto va m¨¢s all¨¢ y lanza una propuesta que apoyan muchos en la profesi¨®n esc¨¦nica: ¡°Al frente de los teatros p¨²blicos tienen que estar un gestor con un buen equipo, y que se mantenga, mientras que lo que pueden ir cambiando son los directores art¨ªsticos, que esos s¨ª pueden buscarse entre los creadores¡±.

Como tiene que ser, Pedro Chamizo, premio de la juventud, defiende a su sector: ¡°Si no se dan cuenta de que no tienen ninguna empat¨ªa con los j¨®venes, ni tienen previsto hacer nada con nosotros, pues que nos dejen hacer lo que queremos hacer¡±.

El adaptador y el actor y productor de Los Gemelos, Flori¨¢n Recio y Fernando Ramos, respectivamente, le recuerdan al presidente de gobierno que debe tener paciencia, porque hay que educar en una escuela en la que intervienen todos los profesionales y a un poblaci¨®n que no s¨®lo est¨¢ en las grandes ciudades por lo que consideran fundamental potenciar las redes auton¨®micas.