Un mano a mano para la reflexi¨®n
Manzanares sali¨® a hombros de la plaza francesa y bien pudo acompa?arle El Juli si el puntillero no levanta dos de sus toros
Manzanares sali¨® a hombros de la plaza francesa y bien pudo acompa?arle El Juli si el puntillero no levanta dos de sus toros y enfr¨ªa el ambiente. Una merecida vuelta al ruedo se le dio al sexto de la tarde, de rebosante calidad desde que hizo acto de presencia en la arena. Acudi¨® largo al capote y Manzanares lo recibi¨® con tres largas cambiadas en el tercio y unas suaves ver¨®nicas -sus primeras ver¨®nicas en toda la tarde-; empuj¨® en el caballo, galop¨® en banderillas y embisti¨® como la seda en el tercio final. Y el torero se luci¨® por ambas manos, acompa?¨® con elegancia el largo tranco del animal, imprimi¨® hondura a los muletazos, se gust¨® y encandil¨® a los tendidos. La verdad es que la encastada nobleza del toro era de una suprema exquisitez y se encontr¨® con la templanza y el empaque de un torero a la medida. El estoconazo final, en la suerte de recibir, fue el mejor colof¨®n a una faena encantada y almibarada.
Garcigrande / El Juli y Manzanares, mano a mano
Cinco toros de Garcigrande, y uno, el tercero, de Daniel Ruiz, bien presentados, encastados y nobles. Destac¨® el sexto, que fue premiado con la vuelta al ruedo.
El Juli: estocada trasera -aviso- (oreja); media estocada (ovaci¨®n); pinchazo -aviso- y estocada (oreja).
Jos¨¦ M. Manzanares: gran estocada (dos orejas); metisaca, media -aviso- (ovaci¨®n); gran estocada (dos orejas y rabo).
Plaza de Nimes. 14 de septiembre. Corrida de feria. Lleno.
Y El Juli, momentos antes, hab¨ªa perdido la segunda oreja tras una faena largu¨ªsima, de menos a m¨¢s, cuajada de altibajos, a un toro codicioso y vigoroso que exig¨ªa un mando extraordinario. El Juli tiene poder, pero le cost¨® un mundo hacerse con la embestida. Se le pudieron contar hasta diez tandas, la mayor¨ªa de ellas al hilo del pit¨®n, despegadas y ayunas de inter¨¦s. Consigui¨®, finalmente, imponer su casta y qued¨® la impresi¨®n de que la acometividad del toro mejor¨® al torero.
Art¨ªstico Manzanares, poderoso Juli, generoso el p¨²blico en la concesi¨®n de trofeos y una reflexi¨®n que se impone cuando desaparecen los efluvios del triunfo final.
Primero, una vez m¨¢s, un mano a mano fue un encuentro descafeinado y edulcorado en el que no hubo competencia ni rivalidad. Ni un solo quite en el toro del compa?ero en toda la tarde; ni un solo atisbo de combate entre dos. Solo tres opciones en lugar de dos y un puesto que se le hurta a un compa?ero. ?Eso es, acaso, un mano a mano?
Y segundo: la corrida de Garcigrande, acompa?ada por un toro de Daniel Ruiz, estuvo muy por encima de la pareja de figuras. Toros bien presentados, encastados, poderosos, de largas y repetidora embestidas, que plantearon dificultades, como suelen hacerlo los toros bravos. Y Juli y Manzanares naufragaron una y otra vez, perdidos en el encrespado oleaje de la bravura.
El Juli mulete¨® en el patio de su casa -con suficiencia y sin emoci¨®n- al primero, el menos brioso de la tarde; se dej¨® ganar la pelea por el tercero, un vendaval de casta, al que dio multitud de medios pases destemplados y siempre despegados, y trat¨® de arreglar el desaguisado en el quinto. No en vano celebraba el d¨¦cimoquinto aniversario de su alternativa en esta misma plaza, de manos de Manzanares padre, a quien brind¨® uno de sus toros.
Y Manzanares estuvo perdido hasta que sali¨® el sexto. Diluido, ins¨ªpido y muy irregular ante su primero, al que mato de una magn¨ªfica estocada en la suerte de recibir y le concedieron sorpresivamente las dos orejas. Y naufrag¨®, sin ideas y vencido, ante su segundo, que le gan¨® la partida de principio a fin. Menos mal que sali¨® Furtivo, un alma noble, y le puso el triunfo en bandeja.
En conclusi¨®n: que el humo del ¨¦xito final no nuble la vista, porque est¨¢ claro que cuando sale el toro encastado, las figuras muestran sus grandes carencias.
Por la ma?ana, se celebr¨® un festejo de rejoneo en el que tom¨® la alternativa Lea Vicens, nacida en Nimes y que ha aprendido en oficio en casa de los hermanos Peralta. Precisamente, el mayor, ?ngel, se mont¨® a caballo y la apadrin¨® en su paso al escalaf¨®n superior. Vicens dio la vuelta al ruedo en su primero y cort¨® una oreja en el ¨²ltimo. Paco Ojeda cort¨® un trofeo y fue ovacionado en el otro. Y Diego Ventura cort¨® tres orejas y un rabo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.