La realidad m¨¢s sobrecogedora llega desde M¨¦xico
El documental ¡®Narco Cultura¡¯ y el largometraje ¡®La jaula de oro' reflejan la crueldad de la violencia del narcotr¨¢fico
La gente sal¨ªa en silencio ayer tras la proyecci¨®n del documental estadounidense?Narco Cultura en Zinemaldia. ¡°?Por qu¨¦ seguir?¡±. La ¨²ltima frase que se oye en el filme cierra casi dos horas de la narraci¨®n de una realidad angustiosa que viven los habitantes de Ciudad Ju¨¢rez, en M¨¦xico, donde huele a sangre y muerte desde hace ya mucho tiempo, demasiado tiempo. Desde la declaraci¨®n de guerra contra los c¨¢rteles de la droga por parte del expresidente Felipe Calder¨®n, las calles de esa ciudad que tanto gustan al perito forense Richi Soto, 34 a?os y soltero, han sido testigos, lo siguen siendo, de una de las m¨¢s atroces violencias del mundo. A la vista de mayores y ni?os, la cifra de muertos es escalofriante y sigue aumentando d¨ªa a d¨ªa. De los 320 asesinados en 2007 se pas¨® a 1.653 en 2008, a 2.754 al a?o siguiente y a 3.622 en 2010. Y sigue aumentando ante la desesperaci¨®n de sus habitantes. ¡°?Por qu¨¦ nadie grita?¡±, grita a su vez, mirando a c¨¢mara, la madre de un chaval al que le decapitaron vivo y al que trocearon en 16 pedazos repartidos por la ciudad.
Narco Cultura, pel¨ªcula que forma parte de la secci¨®n Perlas del Festival de Cine de San Sebasti¨¢n, est¨¢ dirigido por el fotoperiodista israel¨ª Shaul Schwarz. El documental retrata no solo la brutalidad y violencia, tambi¨¦n la ineficacia de la polic¨ªa ¨Cel 97% de los asesinatos no se resuelven-, las amenazas y la admiraci¨®n entre muchos j¨®venes de la vida de estos narcos, tratados como h¨¦roes, y alimentados por las letras y m¨²sica de los narcocorridos. Eso en Ciudad Ju¨¢rez, separada por un puente de 50 metros de El Paso, Texas, Estados Unidos, un para¨ªso tranquilo y pac¨ªfico, poblado de centros comerciales y tiendas abiertas, en el que cierran los ojos a la vida de sus vecinos.
Pero la realidad sobrecogedora de este pa¨ªs abatido por el narco lleg¨® tambi¨¦n ayer de la mano de La jaula de oro, el primer largometraje del espa?ol afincado en M¨¦xico Diego Quemada-D¨ªez, de 44 a?os, que inaugur¨® la secci¨®n Horizontes Latinos. Una cinta de ficci¨®n pero tan real que bien podr¨ªa ser un documental. La jaula de oro, que se estren¨® con gran ¨¦xito en el ¨²ltimo Festival de Cannes, donde obtuvo el premio a la mejor interpretaci¨®n en la secci¨®n Una cierta mirada, es el viaje de tres j¨®venes de 15 a?os que huyen desde Guatemala hasta Estados Unidos, a la b¨²squeda de un mundo mejor m¨¢s all¨¢ de las fronteras mexicanas.
Diez a?os llevaba Quemada-D¨ªez persiguiendo este relato, que tantos recuerdos le trae de su madre, fallecida hace ya tiempo. Filmada en continuidad, desde la huida en la Zona Tres de Guatemala hacia el Norte, e interpretada por j¨®venes no actores, La jaula de oro nace con la intenci¨®n, seg¨²n su realizador, de dar voz a aquellos que no la tienen y hacerlo a trav¨¦s de ni?o para crear m¨¢s empat¨ªa con el espectador. ¡°El cine es un lugar en el que se puede mezclar la vida con la ficci¨®n. Me interesaba disolver la l¨ªnea que hay entre el cine y la vida¡±, explicaba ayer Quemada D¨ªez, antes de presentar al p¨²blico su pel¨ªcula. Habla despacio y bajito de ese viaje colectivo que ha realizado con el equipo y los j¨®venes protagonistas, encontrados tras un largo casting por los barrios de Guatemala y las zonas ind¨ªgenas. Ha sido un trabajo de documentaci¨®n muy largo ¨C¡°espero que mi pr¨®xima pel¨ªcula no tenga este proceso tan largo¡±-, ha recorrido durante meses zonas extremadamente peligrosas para adentrarse en los sue?os, muchas veces irrealizables, de tanta gente que busca en el Norte una vida mejor. ¡°Es un espejo de lo que pasa, es algo as¨ª como aquellas historias de los trovadores que iban contando de pueblo en pueblo la realidad de la gente. Todo lo que me fueron contando aquellos a los que entrevistamos est¨¢ reflejado en la pel¨ªcula¡±. Desde un principio, el director parti¨® de un gui¨®n muy abierto y de unos di¨¢logos que iban cambiando d¨ªa a d¨ªa y que los ni?os no conoc¨ªan hasta momentos antes de rodar. Incluso, a falta de pocos d¨ªas de finalizar el rodaje, se decidi¨® cambiar el final porque ¡°as¨ª lo ped¨ªa la historia¡±.
Documental o ficci¨®n. Todo sirve para mostrar al mundo una realidad devastadora.
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