¡°En M¨¦xico el Estado de derecho es un misil contra los intereses creados¡±
El periodista mexicano debuta en la ficci¨®n con 'Los corruptores', un 'thriller' pol¨ªtico
Jorge Zepeda, un raro ejemplo de maestro de periodistas en el que el t¨®pico es verdad y no una cursiler¨ªa venenosa, llega puntual a la cita en un caf¨¦ de La Condesa, el barrio de los burgueses bohemios de Ciudad de M¨¦xico. Despu¨¦s de 25 a?os de oficio, acaba de dar el salto del periodismo a la ficci¨®n, con su primera novela, Los Corruptores (Planeta), un apasionante thriller pol¨ªtico sobre el juego de poder ¨Cque es bien duro y subterr¨¢neo- en el M¨¦xico del nuevo PRI, el de hoy, mejor dicho, en el de ma?ana, pues la acci¨®n transcurre en los pr¨®ximos meses de noviembre y diciembre.
Ante dos caf¨¦s americanos y la amenaza de una nueva descarga de la lluvia torrencial que barre este pa¨ªs desde hace un mes, la conversaci¨®n gira sobre la pasi¨®n pol¨ªtica, el des¨¢nimo por el estado de cosas ¨C¡°si veo mis viejas columnas sobre corrupci¨®n y otras mil infamias, solo tengo que cambiar los nombres para que sigan vigentes¡±- y un periodismo herido de muerte, que sobrevive ¡°entre la fe en la vigencia de los periodistas profesionales en un mundo de superabundancia de informaci¨®n y la realidad de un mercado que reh¨²ye esa necesidad¡±.
Caf¨¦ Milo¡¯s. La Condesa. M¨¦xico DF
Dos caf¨¦s americanos. 52 pesos
Dos cruasanes. 52 pesos
Dos aguas minerales. 52 euros
Total: 156 pesos (9 euros)
Practicante de yoga desde su juventud, vegetariano light y fumador, Zepeda (Mazatl¨¢n, 1952) nunca pens¨® en dedicarse al periodismo. Economista y soci¨®logo, estudiaba un doctorado en Ciencias Pol¨ªticas en La Sorbona a finales de los ochenta cuando un empresario de Guadalajara le propuso fundar un peri¨®dico en la capital de Jalisco que revolucionase el periodismo mexicano. ¡°Puse dos condiciones: un a?o para prepararme y que la gente que reclut¨¢ramos nunca hubiera escrito antes en un peri¨®dico¡±. El Siglo 21 fue un ¨¦xito. De aquellos d¨ªas recuerda a una becaria, Leticia Ortiz, futura princesa de Asturias, reportera de la revista de ocio, Tentaciones, nombre que despu¨¦s tomar¨ªa prestado este peri¨®dico. ¡°Destacaba por su nivel cultural y su laboriosidad. A las cuatro semanas me di cuenta que la revista llevaba 16 notas firmadas por ella, cuando hab¨ªa otros dos reporteros m¨¢s. Al final, decidimos que firmase la mitad de sus notas con su segundo nombre y su segundo apellido¡±.
Despu¨¦s de El Siglo 21, fund¨® P¨²blico y tras pasar a la prensa nacional con El Universal, diario del que fue director (2008-2010) y del que sigue siendo columnista semanal, dirige desde hace un par de a?os el peri¨®dico digital Sin embargo, uno de los m¨¢s le¨ªdos. Pero Zepeda ha decidido continuar el periodismo por otros medios, la ficci¨®n, con la intenci¨®n ¡°de conjurar algunas cosas por otras v¨ªas y llegar a auditorios distintos¡±, y, de hecho, Los corruptores resulta ser una introducci¨®n imprescindible para cualquiera que est¨¦ interesado en los claroscuros de la complej¨ªsima pol¨ªtica mexicana.
En la novela, el brutal asesinato de una actriz desencadena una crisis que amenaza con hacer saltar por los aires el regreso del PRI. Cuatro amigos de la adolescencia investigar¨¢n por distintos motivos el caso ¨C¡°en M¨¦xico un detective resultar¨ªa inveros¨ªmil, aqu¨ª un polic¨ªa solo investiga si busca chantajear a su jefe¡±- y se ver¨¢n envueltos en el peligroso torbellino de unos ¡°poderes salvajes ¨Cel narco, los monopolios, los gobernadores corruptos convertidos en virreyes¡- que luchan por el poder en un pa¨ªs ¡°sin instituciones y donde desde hace ya muchos a?os falta el ¨¢rbitro¡±.
Zepeda desde?a los riesgos de una ficci¨®n en la que algunos personajes son f¨¢cilmente reconocibles en la realidad ¨C¡°ya pas¨¦ por esa etapa, siempre hice un periodismo cr¨ªtico porque no hay nada m¨¢s castrador que el miedo¡±- y en un pa¨ªs donde la ciber-inseguridad parece estar a la orden del d¨ªa. ¡°Una vez lograron enviar a trav¨¦s de mi celular un SMS con una amenaza de muerte para mi compa?era¡±.
¡°El fin de 70 a?os de dominio del PRI nos trajo a Vicente Fox, no a Mandela¡±, reflexiona Zepeda sobre el cambio pol¨ªtico del 2000, alternancia m¨¢s que transici¨®n, en el que se desmoronaron viejas estructuras sin que arraigaran nuevas. ¡°El M¨¦xico del siglo XXI est¨¢ a medio cocinar, es como un pastel antes de hornearse en el que no sabemos si los ingredientes son los correctos. Nadie quiere el regreso del autoritarismo ni seguir en el Salvaje Oeste. En este pa¨ªs, el estado de derecho no es solo una necesidad, es sobre todo un misil contra los intereses creados¡±. Ni que decir tiene que ya prepara una secuela.
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