El cineasta que rodaba a tientas
Patrice Ch¨¦reau reivindicaba ¡®La reina Margot¡¯ como la primera pel¨ªcula con la que se identific¨®
"Siempre tuve mucho cuidado de no disociar el teatro y el cine, no quer¨ªa oponer uno al otro, y creo que eso dio origen a ese cine m¨ªo un poco extra?o, una especie de h¨ªbrido. Fue complicado, el teatro fue mi tal¨®n de Aquiles y era un tab¨² asociar cine y teatro, no se pod¨ªa decir... Hacer una pel¨ªcula, para m¨ª, es una especie de enigma por resolver. Mis primeros guiones eran fr¨¢giles, siempre llenos de dudas y tanteos, y durante a?os no consegu¨ª hacer un cine que me gustara, que se pareciera a m¨ª. La primera vez fue con La reina Margot, en 1993".
Eso contaba el 17 de marzo pasado Patrice Ch¨¦reau, eminente director franc¨¦s fallecido el lunes a los 68 a?os, durante una deliciosa conferencia-entrevista ¨Cen realidad una clase magistral¨C conducida por Pascal M¨¦rigeau, en el Forum des Images de Par¨ªs, en la que recorri¨® su fugitiva, brillante a ratos e inacabada carrera de cineasta.
El punto de partida fue 1974. Ch¨¦reau ten¨ªa 31 a?os y rod¨® La Chair de l'orchid¨¦e,? inspirada en la c¨¦lebre novela negra de James Hadley Chase No hay orqu¨ªdeas para Miss Blandish. Interpretada por Charlotte Rampling y Simone Signoret, "la pel¨ªcula era un objeto raro que surgi¨® de una novela muy manoseada, y que seg¨²n supe luego utiliz¨® mucha gente, incluso John Huston", contaba Ch¨¦reau, que escribi¨® aquel primer gui¨®n con Jean-Claude Carri¨¦re.
El director reconoc¨ªa que en esa ¨¦poca le obsesionaba Orson Welles, "aunque solo consegu¨ªa hacer una copia mala de su cine porque no sab¨ªa utilizar ni mover la c¨¢mara". Y recordaba que tras pasar la adolescencia entre su grupo de teatro del Liceo y la Cinemateca, le emocionaban mucho "Murnau, Lang, Huston y Welles". (Tambi¨¦n la suntuosa grandiosidad de Visconti). "Quer¨ªa adem¨¢s encontrar una inspiraci¨®n shakespeariana para mi cine, pero todo eran dudas y tanteos, no sab¨ªa bien qu¨¦ quer¨ªa hacer, ni c¨®mo hacerlo", a?ad¨ªa. "Miraba el plano desde fuera de la c¨¢mara, y hasta que no llegaron los monitores no sab¨ªa lo que rodaba y no pude tener un estilo. El primer d¨ªa de rodaje con Isabelle Adjani pens¨¦ que con los dem¨¢s era buen¨ªsima y conmigo no funcionaba".
Tirando de su humor feroz contra s¨ª mismo, Ch¨¦reau renegaba tambi¨¦n de su segundo filme, de 1978, "otro puro aprendizaje" titulado Judith Therpauve, con Signoret como due?a de un peri¨®dico regional, y afirmaba que su "primera pel¨ªcula fue en realidad L'Homme bless¨¦", una historia de amor homosexual entre un joven y un hombre de mediana edad que se encuentran en los ba?os de la Estaci¨®n del Norte. En Cannes, la pel¨ªcula molest¨® y epat¨® a los burgueses: hab¨ªa nacido el cineasta Ch¨¦reau.
Tras algunas apariciones como gal¨¢n ocasional, Ch¨¦reau dirigi¨® H?tel de France en 1987, adaptando Platonov, de Ch¨¦jov, que dar¨ªa a conocer a los alumnos de su escuela de teatro en Nanterre, entre otros muchos a Valeria Bruni Tedeschi. Despu¨¦s hubo un par¨®n de siete a?os, hasta que en 1990 anunci¨® que estaba adaptando la novela hist¨®rica de Alexandre Dumas La reina Margot. Ch¨¦reau tard¨® a?os en encontrar el dinero para rodarla, pero al final Claude Berri, su productor m¨¢s ¨ªntimo, consigui¨® los 25 millones de euros necesarios (en francos). Al presentarla en Cannes, Ch¨¦reau dijo que pensaba en la guerra de Yugoslavia y en el hallazgo de los esqueletos en los campos nazis para rodar la matanza de la Saint-Barth¨¦lemy. Por sorpresa, el jurado no premi¨® a Isabelle Adjani, sino a Virna Lisi, que encarnaba a Catalina de M¨¦dicis: la pel¨ªcula no cubri¨® gastos.
En marzo, Ch¨¦reau evocaba un rodaje "incomprensible, enloquecido, con cientos de figurantes, 80 perros a los que trat¨¢bamos de usted, uno de ellos llamado Discoteca, muchos caballos y dos equipos", y admit¨ªa que solo se sinti¨® realmente c¨®modo "dos meses y medio despu¨¦s de empezar el rodaje, cuando suelen terminar las pel¨ªculas normales".
La insatisfacci¨®n disminuy¨® con Ceux qui m'aiment prendront le train, amarga comedia y feliz ¨¦xito de 1997, con un enorme Jean-Louis Trintignant; y con la brutal y apasionada Intimidad, su primera pel¨ªcula inglesa, con Charlotte Gainsbourg, Oso de Oro en Berl¨ªn en 2001.
Su hermano, Gabrielle, adaptaci¨®n de una novela de Conrad protagonizada por Isabelle Huppert, con quien Ch¨¦reau choc¨® frontalmente, y Persecuci¨®n, otra historia de pasi¨®n desbocada, fueron los ¨²ltimo tanteos. El gran sue?o de su vida de cineasta, rodar la historia del exilio de Napole¨®n con Al Pacino, nunca se lleg¨® a cumplir. Ch¨¦reau contaba que "si hubiera aceptado a Scarlett Johansson se habr¨ªa hecho". Pero se neg¨®.
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