Ponga un piano en su vida
¡®Grand piano¡¯, de Eugenio Mira, con Elijah Wood como protagonista, inaugura el festival de Sitges
El mexicano Guillermo del Toro acab¨® un d¨ªa subyugado por el talento de J. Bayona, y decidi¨® apadrinarle en El orfanato. Con una condici¨®n: cuando llegue el momento Bayona deber¨¢ a su vez empujar la carrera de un joven creador, en una especia de cadena de favores. Ese momento a¨²n no ha llegado¡ pero llegar¨¢. Mientras tanto, otros directores espa?oles de la nueva hornada ya han empezado a ayudar a sus coet¨¢neos. En el certamen de Sitges se pueden ver algunos resultados: Jaume Collet-Serra, a trav¨¦s de su Ombra Films, junto a Juan Sol¨¢, produce dos de los t¨ªtulos participantes en el festival de cine fant¨¢stico y de terror. Su apuesta: pel¨ªculas hechas en Espa?a con ambiciones mundiales, y por tanto rodadas en ingl¨¦s. Ah¨ª est¨¢n Minscape, de Jorge Dorado, y Hooked up, Pablo Larcuen. Otro realizador que ya ha dado ese salto ha sido Rodrigo Cort¨¦s que con su socio Adri¨¢n Guerra ha producido Grand piano, de Eugenio Mira, la pel¨ªcula que ayer inaugur¨® la 46? edici¨®n del festival.
En Grand piano hay una apuesta por la pirueta visual, por el amor a entretener y un mont¨®n de referencias a Alfred Hitchcock y a El hombre que sab¨ªa demasiado. Tom Seldnizk, al que da vida un intenso y cre¨ªble Elijah Wood, es el mejor pianista del mundo. Tras cinco a?os de retiro, obligados porque en su ¨²ltimo concierto fracas¨® al encarar una pieza complicada, vuelve a una sala de conciertos en Chicago. Y se sienta delante del piano como homenaje a su mentor, alentado por su esposa, un famosa actriz¡ y presionado por un criminal (John Cusack) que a trav¨¦s de un auricular le dicta ¨®rdenes para que interprete a la perfecci¨®n la pieza mientras amenaza con matar a su mujer. Buried (Enterrado) en una sala de conciertos? Puede, porque Mira se enfrenta como hizo Cort¨¦s a que el espectador siga pegado en la butaca a pesar de no poder salir de esa sala de conciertos, y el pianista solo puede levantarse de la banqueta en breves descansos. ¡°Fue un rodaje dif¨ªcil. Todo un reto tanto t¨¦cnico, porque el 80% del metraje ocurre en tiempo real, como personal, porque deb¨ªa de dar el pego como pianista. Tengo la base, tengo incluso una peque?a discogr¨¢fica y di clases de peque?o, as¨ª que conozco el paisaje, no me resulta extra?o el instrumento. Es cuesti¨®n de ritmo, coreograf¨ªa y timing¡±, recuerda Elijah Wood, que lleva una carrera bastante ejemplar, y que el a?o pasado rod¨® del tir¨®n en Espa?a este filme ¨Cque se estrena comercialmente el 25 de octubre- y Open windows, de Nacho Vigalondo.
Anoche, en su proyecci¨®n como apertura del certamen, Grand piano logr¨® cr¨ªticas dispares y un ardoroso aplauso del p¨²bico, de las 1.600 personas que llenaron el Auditorium del Hotel Melia de Sitges, la sede del certamen. En el vest¨ªbulo, a lo largo del d¨ªa, Elijah Wood se fotografi¨® varias veces con el piano negro que, varado en esa entrada, ve cada a?o c¨®mo hordas y hordas de fans del fantastique disfrutan de la inmensa ¨Cciclos, homenajes, una secci¨®n oficial que supera la treintena de t¨ªtulos- programaci¨®n del festival. Para Eugenio Mira es su cuarta visita como cineasta: aqu¨ª se proyectaron su corto Fade y sus dos largometrajes previos a Grand piano, The birthday y Agnosia. Pero ayer parec¨ªa disfrutar a¨²n m¨¢s que en anteriores ocasiones. ?l tambi¨¦n dio entrevistas sentado en el piano, y salt¨®, achuch¨® y ri¨® con Elijah Wood. Como los fans, ellos disfrutaron de su momento Sitges.
Babelia
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