David Lynch: ¡°Un artista no tiene por qu¨¦ sufrir para mostrar el sufrimiento¡±
El cineasta defiende el poder creativo de la meditaci¨®n trascendental en una conferencia dentro del festival Rizoma
Con el auditorio del Museo Reina Sof¨ªa a rebosar, con 400 espectadores rendidos a su talento y los hermanos Almod¨®var en primera fila y con caras conocidas desperdigadas por el patio de butacas, como Goya Toledo. As¨ª ha sido la conferencia de David Lynch dentro del festival Rizoma. El formato era muy distinto al habitual de las conferencias. El cineasta estadounidense no solt¨® primero un discurso, sino que solo respondi¨® a las preguntas del p¨²blico, moderado por el productor y director Luis Mi?arro. Dividida en dos partes, la charla se centr¨® primero en la meditaci¨®n trascendental y posteriormente en su obra. A sus 67 a?os, se revel¨® como un arduo defensor de la meditaci¨®n transcendental en una hora y media en la que, en la mejor faceta de ¡°he venido a hablar de mi libro¡± no cej¨® de intentar convencer a un auditorio que en realidad ya entr¨® converso en la sala.
En la segunda parte del debate, el dedicado a su obra, la actriz Marta Belenguer abri¨® el fuego pregunt¨¢ndole por las bajas pasiones. Si alcanzas la felicidad producida por la meditaci¨®n trascendental, ?d¨®nde queda el lugar para las bajas pasiones que alimentan el drama? ¡°Siempre han existido los conflictos porque han estado en la vida, pero eso no quiere decir que el artista deba de sufrir. Puedes estar feliz en mitad de un filme con muchos conflictos. Con m¨¢s conciencia te llegan m¨¢s ideas. El artista no tiene que sufrir para mostrar ese sufrimiento¡±. De igual manera afront¨® otra cuesti¨®n sobre la violencia: ?c¨®mo se relaciona con ella alguien que quiere alcanzar la felicidad, y c¨®mo la encara si se cruza en su camino? ¡°Bueno, puedes salir corriendo¡ [risas]. En realidad, tienes derecho a la defensa. Pero hay leyes en el mundo muy ciertas: lo que siembras, recoges; lo que das al ser humano, lo recibes. En realidad, tambi¨¦n la meditaci¨®n sirve como una chaqueta que vibra y que hace que a tu alrededor ya no haya ganas de matarte¡±. Lo mismo es aplicable a la enfermedad, algunas de las cuales pueden encararse y resolverse de manera exitosa, seg¨²n Lynch, con la meditaci¨®n trascendental, como la alta presi¨®n sangu¨ªnea o algunas enfermedades cardiacas. Record¨® que ¡°hay enfermedades tramposas¡±, y que ¡°el c¨¢ncer es para muchos un negocio que fabrica dinero, algunas personas hacen cosas malvadas¡ Son enfermedades tramposas¡±.
Sobre el humor, reconoci¨® su dificultad. ¡°El humor es peliagudo. Hay comedias puras y otras historias que a m¨ª me interesan que son oscuras, y debes tener cuidado a la hora de expresarlas¡±. No todo el mundo las entiende igual. Alguien le pregunt¨® sobre su pel¨ªcula favorita en su carrera y respondi¨® honesto: ¡°Las pel¨ªculas son como hijos, ni?os peque?os. No puedes mirar esas caritas y escoger cu¨¢l es tu favorito, pero siempre digo que Dune es mi peor ni?o¡±. Otro tema habitual en su carrera, la dualidad, lo explic¨® as¨ª: ¡°Siempre me ha atra¨ªdo, es m¨¢s, siempre quise ser padre de gemelos. Porque en la dualidad hay unidad. Me gusta unir cosas distintas, siempre me ha interesado la otra cara de las cosas¡±.
En la primera parte de la conferencia, la que ocup¨® mayor tiempo, y en la que se vio a Lynch, de traje negro y camisa blanca, mucho m¨¢s c¨®modo, dibujando en un gran pupitre negro (sus esquemas se ve¨ªan en una inmensa pantalla a sus espaldas), el cineasta desgran¨® la meditaci¨®n trascendental con su explicaci¨®n del mundo. ¡°Esta l¨ªnea [y mientras dibujaba una], representa la vida. Por arriba la materia, y al otro lado [y dibuja una transversal], la mente. Hace 300 a?os los cient¨ªficos empezaron a investigar la materia: c¨¦lulas, ¨¢tomos y siguieron bajando. Encontraron cuatro fuerzas y por debajo encontraron que se un¨ªan en tres y luego en dos, y llegaron a la f¨ªsica cu¨¢ntica, al campo unificado. Llegaron a la nada. Ese campo unificado es lo no manifestado, y llegar ah¨ª es trascender. Al otro lado es la conciencia: y ah¨ª est¨¢ el amor, la paz, felicidad, energ¨ªa e inteligencia¡ El potencial pleno es la iluminaci¨®n. Es derecho de todo ser humano de disfrutar de esta concienciaci¨®n plena. Con la meditaci¨®n llegas a m¨¢s profundidad, la basura se va yendo. La iluminaci¨®n es cuando lo inconsciente deja de existir porque todo es consciente, por eso en los c¨®mics es una bola de luz. Es un activo muy importante¡±. Record¨® que hay muchas formas de meditaci¨®n, tras una pregunta de Pedro Almod¨®var sobre el yoga y la conciencia del presente. ¡°Yo experiment¨¦ much¨ªsimas formas de meditaci¨®n hasta llegar a la trascendental, la llave que abre la puerta hasta la consciencia pura. Pueden hacerlo hasta ni?os de diez a?os¡ Repito el mantra del Maharishi Mahesh Yogi. En cuatro d¨ªas aprendes en clases de hora y media, y con 20 minutos por la ma?ana y 20 por la tarde te vale para toda la vida. Eso s¨ª, yo no puedo ense?arte, solo un profesor preparado¡±.
Tambi¨¦n ahond¨®, cuando una profesora le pregunt¨® si los sue?os son creativos, sobre los distintos estados de conciencia: ¡°Est¨¢n el despertar, el dormir y el so?ar. Son tres formas distintas de la conciencia, tres estados, y el cuarto es la conciencia trascendental. El cine puede funcionar con l¨®gica on¨ªrica. Las ideas de los sue?os me llegan despierto. Me siento en la silla y me vienen las ideas¡ pero con eso no se gana dinero¡±. ?Y si se usa de atajo las drogas? ¡°Dicen que algunas drogas pueden darte una experiencia de estados superiores de consciencia, pero esas drogas te hacen pagar un precio muy alto por ello, y encima no eres el due?o de la experiencia. Cuando despliegas tu pleno potencial con la meditaci¨®n, eres el se?or de esa experiencia¡±. Y antes de explicar que tras meditar sales tres veces m¨¢s descansado que de un sue?o profundo, ¡°reenergizado¡±, cont¨® sobre su arte: ¡°Sigo las ideas que me enamoran. Tras Cabeza borradora, escrib¨ª otro guion y nadie lo quiso. As¨ª que me cas¨¦, y cuando mi suegra me persigui¨® para que volviera a trabajar, llam¨¦ a un amigo productor para que me ofreciera proyectos. ?l me ense?¨® cuatro proyectos, y el primero se titulaba El hombre elefante. Buaf: la cabeza me estall¨®, era ¨¦se¡±.
Dicho lo cual, esboz¨® otra gran idea: ¡°La paz real no es la ausencia de guerra, sino de negatividad. La conciencia grupal puede alcanzar ese estado, y esos frutos son la paz¡±. Y recibi¨® los aplausos del respetable, que escuch¨® embelesado el poema con el que cerr¨® la charla. Y s¨ª, al final firm¨® ejemplares de su libro sobre la meditaci¨®n.
Babelia
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