Maxine Powell, la institutriz del ¡®soul¡¯
Ense?¨® modales a las estrellas de la Motown para atraer al p¨²blico blanco
"No bail¨¦is con las caderas, bailad con las rodillas"; "ante todo, que no sobresalgan las nalgas"; "yo no soy vuestra madre. Ellas ya no pueden librarse de vosotros, yo s¨ª". Eran algunas de las frases legendarias de Maxine Powell, conocida como Miss Maxine, la institutriz de la Motown que falleci¨® el lunes a los 98 a?os de edad. Durante algo m¨¢s de una d¨¦cada, de principios de los 60 a mediados de los 70, la implacable se?orita Powell se encarg¨® de pulir a todos y cada uno de los fichajes de aquella f¨¢brica de estrellas (de estrellas y de esclavos de la m¨²sica a partes casi iguales), que estaban obligados a asistir a sus clases de buenos modales, la llamada Motown Finishing School.
"No importaba en qui¨¦n te hubieses convertido, cuantos ¨¦xitos tuvieses o cu¨¢nto se conociese tu nombre en todo el mundo. Si estabas en Detroit, durante dos d¨ªas a la semana ten¨ªas que asistir a sus clases", recordaba Smokey Robinson el pasado agosto, en un acto de homenaje a Powell que se celebr¨® en el Museo de la Motown en la ciudad estadounidense, y en el que se reconoci¨® a la implacable profesora como una parte esencial del engranaje de la discogr¨¢fica, tanto o m¨¢s que los principales productores, artistas y compositores.
La institutriz, que luci¨® sombrero y tacones de media altura a diario hasta el final de sus d¨ªas,se emple¨® a fondo con ¨¦l, con Martha Reeves y The Vandellas, con los peque?os Jackson Five, a los que ense?¨® a ser adorablemente educados en sus entrevistas, con Marvin Gaye (¨¦ste le cost¨®) y con las Supremes, que fueron seguramente su obra maestra. Powell consigui¨® convertir a Diana Ross y compa?¨ªa en las perfectas ladies afroamericanas. Siempre impecables, siempre sonrientes, siempre conjuntadas. A diferencia de sus rivales, las Ronettes, adoradas por los chicos malos de la British Invasion, o las Shangri-La's, cuyas letras recogen frustraciones urbanas y hablan de pandillas y motocicletas, las Supremes estaban programadas para comportarse en todo momento como si se hubieran educado en un internado suizo. De hecho, uno de los lemas de Miss Maxine era hacerlos dignos de actuar "para reyes y reinas".
Las Supremes y Marvin Gaye fueron algunos de sus aplicados alumnos
La idea de Barry Gordy, el todopoderoso capo de la Motown, era pulir a sus estrellas para hacerlas accesibles a todos los p¨²blicos y, m¨¢s espec¨ªficamente, al p¨²blico blanco. Seg¨²n Gordy, si quer¨ªan sonar en las radios generalistas tipo Top 40 y aparecer en los programas de televisi¨®n, sus artistas ten¨ªan que resultar del todo inofensivos, con escasos restos de negritud. En frente podr¨ªan tener a Elvis, y despu¨¦s a Mick Jagger, moviendo la cadera y apropi¨¢ndose del deje y de los pasos de baile del legado afroamericano, pero a ellos se les ped¨ªa que "bailasen con las rodillas".
El due?o de la discogr¨¢fica encontr¨® a la perfecta aliada para su masterplan en Maxine, a la que conoci¨® en 1960 a trav¨¦s de su hermana Gwen, que fue alumna de la Maxine Powell Finishing School. All¨ª, esta nativa de Chicago que intent¨®, sin ¨¦xito, labrarse una carrera como actriz, ense?aba a las modelos afroamericanas a comportarse como se?oritas, siguiento viejos m¨¦todos que m¨¢s tarde aplicar¨ªa con los cantantes de la Motown, como andar con una pila de libros en la cabeza. Una vez incorporada a la F¨¢brica de Estrellas, se empe?¨® a fondo con lo que llamaba sus "diamantes en bruto". Les ense?aba postura, dicci¨®n y otras asignaturas m¨¢s espec¨ªficas, como "cantar con los ojos abiertos" ¨Cse lo inculc¨® a machamartillo a Marvin Gaye: se trataba de cantar soul, pero sin tanta soul, por favor¨C o "c¨®mo salir con gracia de una limusina". Esto ¨²ltimo les deb¨ªa sonar de lo m¨¢s ex¨®tico a los fichajes recientes de la discogr¨¢fica, que sol¨ªan provenir de barrios duros donde corr¨ªan pocas limusinas.
Consigui¨® que los Jackson Five fueran encantadores en las entrevistas
La implacable Miss Powell extend¨ªa sus ense?anzas m¨¢s all¨¢ de sus pupilos. Seg¨²n algunos de los testimonios, no era extra?o que corrigiese la postura a los adolescentes en el autob¨²s: "un perfecto caballero no se sienta as¨ª", les dec¨ªa. Deb¨ªa hacerlo con gracia, porque sus ex alumnos s¨®lo tienen buenas palabras para ella. "Nos dio algo m¨¢s que las posturas y los vestidos. Eran herramientas para la vida", ha declarado la ex Supreme Mary Wilson. "Nos ense?¨® a todos, hombres y mujeres, etiqueta, clase y modales. La echar¨¦ de menos", a?ad¨ªa Doug Fakir, que fuera miembro de los Four Tops. Su antiguo jefe, Gordy, lo resumi¨® en una nota p¨²blica: [la profesora de estrellas] "era una estrella por derecho propio".
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