Agenda
Como hemos visto en el 'caso B¨¢rcenas', la destrucci¨®n de agendas y discos duros es un paso inmediato hacia la impunidad
Las investigaciones policiales casi siempre sugieren un camino para entender la realidad que nos rodea. Pero los medios suelen tender m¨¢s a reproducir que a analizar. El caso extremo ser¨ªan esas ruedas de prensa sin preguntas, donde los periodistas son utilizados como meros altavoces. Pero sucede as¨ª muchas m¨¢s veces sin que seamos tan perspicaces a la hora de notarlo. ?ltimamente las investigaciones policiales se sustentan en las c¨¢maras de vigilancia de comercios y lugares p¨²blicos. Estas c¨¢maras tiran atr¨¢s coartadas ensayadas y mentiras elaboradas.
El hallazgo de unas anotaciones contables o iniciales de nombres sustenta muchas condenas judiciales, que rastrean en este imprudente registro los movimientos de un delincuente. Por eso, como hemos visto en el caso B¨¢rcenas, la destrucci¨®n de agendas y discos duros es un paso inmediato hacia la impunidad. Eso y apagar el inter¨¦s medi¨¢tico, como quien anula la c¨¢mara de vigilancia antes de atracar un banco. En algo similar se sustenta tambi¨¦n la vida pol¨ªtica en estos tiempos tan convulsos. Por un lado, controlar las pantallas de vigilancia ciudadana y usar noticiarios y espacios informativos para marcar el paso de la gente. Y, por otro lado, convertir la agenda que marca tus intereses particulares en la agenda de todos.
El ciudadano necesitar¨ªa protegerse con el proceso inverso. No creerse esa ruta que le se?alan como ¨²nica posible ni identificarse con una agenda que no es la suya. Si uno mira hacia Rajoy y sus ministros, agarrados a la magn¨ªfica oportunidad de supervivencia que les proporciona la mejora de los datos macroecon¨®micos, entiende que quieran venderle a la gente una recuperaci¨®n que no ha llegado a su entorno social. En el caso de Artur Mas, las necesidades son igual de extremas, pero la oportunidad viene por cumplir un sue?o mientras la realidad se resquebraja. Al ver a Rubalcaba y Patxi L¨®pez acariciar las primarias sin ponerlas en marcha, se transmite parecida necesidad de controlar la ruta y la agenda para que conduzcan adonde ellos pretenden con aparente naturalidad.
Lo que m¨¢s temen es la deserci¨®n ciudadana, que esta llegue a ser capaz de pelear por una agenda propia y desentenderse de la que ellos imponen. Por eso el control de medios es tan fundamental. No te dejar¨¢n mirar hacia otro sitio.
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