La zona gris sueca

Incluso el primer¨ªsimo mundo tiene sus zonas grises. ?O acaso cre¨ªan que exist¨ªa el para¨ªso?

Suecia tambi¨¦n. Y aqu¨ª est¨¢ para demostrarlo Come duerme muere, debut en la direcci¨®n de Gabriela Pichler, con la crisis econ¨®mica como detonante, y la inmigraci¨®n y el paro como acompa?antes. Y eso que all¨ª tienen un 8% de desempleo y nosotros parecemos abocados a no bajar del 25% en no se sabe cu¨¢ntos a?os.

Pichler lo hace a trav¨¦s de una especie de Hija Coraje. Parafraseando a Bertolt Brecht, la joven sueca de origen montenegrino que protagoniza la pel¨ªcula es la base del sustento, de la moral, de la vida familiar al completo. Muy en la ¨®rbita de la Rosetta de los hermanos Dardenne, tanto en el fondo como en la forma, aunque aqu¨ª la t¨ªpica c¨¢mara pegada al rostro y al cogote de los personajes est¨¦ algo m¨¢s calmada. Eso s¨ª, los cortes bruscos en el continuo secuencial, la ausencia de m¨²sica y el tratamiento lum¨ªnico son muy semejantes. Casi en tono documental en las secuencias donde los desempleados hacen terapias de grupo que no pocas veces sonrojan y enervan, la pel¨ªcula destaca sobre todo en esos instantes en los que la c¨¢mara decide apartarse de los rostros (son ellos, podr¨ªamos ser nosotros, somos todos), para instalarse en manos y dedos, en sus movimientos y en sus temblores, como una molestia de tripas que desemboca en dolor de est¨®mago.

Premio de la Cr¨ªtica en el Festival de Venecia de 2012, Come duerme muere incide as¨ª en los males de la sociedad contempor¨¢nea a trav¨¦s de m¨¦todos que ya han utilizado otros muchos en la ¨²ltima d¨¦cada. Lo que no es que sea malo, es que es reincidente, y por ello el m¨¦rito es menor.