Bajo la influencia

Hay t¨ªtulos que clavan la esencia, el desarrollo y el poder de una pel¨ªcula. Todos quieren lo mejor para ella, desbordante, profundamente adulta segunda pel¨ªcula de la joven Mar Coll (Barcelona, 1981), es uno de esos casos. Porque, adem¨¢s, no basta con saber leer el t¨ªtulo; hay que saber desentra?arlo. Perfecto. Tambi¨¦n se podr¨ªa haber bautizado Una mujer bajo la influencia,pero ese t¨ªtulo ya estaba cogido; por un tal John Cassavetes, que tambi¨¦n sab¨ªa algo de esto: de crisis, de mujeres, de sociedades que quieren ayudar y solo martillean para hundir a¨²n m¨¢s.

La protagonista de la pel¨ªcula de Coll es una casi cuarentona a la deriva; por los accidentes de la existencia, por sus propios errores, por los errores de los que la rodean. La vida es as¨ª de perra y la mente, de indescifrable. Como en la excelente Cautivo del deseo (pel¨ªcula de John Cromwell, basada en la novela de Somerset Maugham Servidumbre humana) o en el corto de Javier Rebollo En camas separadas, Coll utiliza una cojera f¨ªsica (literal) para hablar de una cojera mental. No solo eso. Como en su notable debut, Tres d¨ªas con la familia (2009), la directora dibuja un retrato de los que la rodean apabullante y sutil, en la que con cuatro trazos se conoce perfectamente de d¨®nde cojea cada uno. Porque aqu¨ª cojean todos. Y adem¨¢s, acompa?ado de un soterrado sentido del humor, desde las neuras de una de las hermanas hasta esa reuni¨®n-entrevista de trabajo que, aunque real, parece sacada de la planta siete y media de C¨®mo ser John Malkovich.

Salvo en la conversaci¨®n con la madre de Bertuccelli, la informaci¨®n surge sin forzamientos, y la cadencia (casi) siempre es magn¨ªfica. Y mientras, los acompa?amientos formales tambi¨¦n ayudan, caso de los colores y dise?os del vestuario de Nora Navas (actriz impresionante en cada gesto, en cada tartamudeo), o del ins¨®lito tratamiento musical, maravilloso en la elecci¨®n de temas aunque quiz¨¢ discutible en el modo de cerrar algunos de ellos.

Pel¨ªcula de contrastes, donde la reflexi¨®n, el orden y la fachada se dan de bruces contra la espontaneidad (a veces, m¨¢s falsa a¨²n que lo meditado), con la crisis econ¨®mica de soslayo, Todos quieren lo mejor para ella confirma a Mar Coll no como una joven a seguir, sino como una cineasta mayor.