Una muralla con vistas al valle
Dos arquitectos remodelan la fortificaci¨®n de Aledo para que desaparezca y se funda con el paisaje
Acercar la escala urbana a la humana. Isabel Garc¨ªa Higueras y Daniel Gil de Pareja Mart¨ªnez (i+G Arquitectos) han remodelado la muralla de Aledo, en Murcia. Y la han convertido en ventana. Durante m¨¢s de 250 metros lineales, los que descienden de la antigua fortaleza en la cima del monte, recorren la villa de origen ¨¢rabe y desembocan en la vieja zona de extramuros, la nueva muralla desaparece, se desgaja y renace fundida con el paisaje de la huerta y repensada para llevar vida, en lugar de encierro, al interior del recinto amurallado.
Tras un primer pa?o de vidrio de seguridad, en el que la muralla desaparece junto a la antigua torre del homenaje de la fortaleza, la colina se convierte en acantilado, un trampol¨ªn frente al valle de la huerta. Junto a esta intervenci¨®n en la cima, un muro de traviesas, del mismo hormig¨®n que la construcci¨®n original, y realizado con la misma medida de tabla que el tapial anterior, ha sido perforado. Y ha ganado ligereza, aire, luz, sombra y vistas.
As¨ª, la vieja tapia tiene ahora encuadres horizontales abiertos a las vistas sobre el valle y la carretera. Lo de las luces y las sombras no es un decir: los huecos funcionan como encuadres horizontales de las vistas, pero tambi¨¦n como un troquel, una especie de cenefa escult¨®rica que proyecta su sombra en el camino.
Puede parecer poco, pero en este trabajo es mucho todo lo que no se ve. Las traviesas que se amontonan para formar un muro-celos¨ªa, por ejemplo, parecen un juego de ni?os. Sin conectores visibles, se perciben como un mont¨®n ordenado.
Sin embargo, est¨¢n unidas con conectores mec¨¢nicos que quedan escondidos bajo resinas de epoxi. Son esos peque?os gestos ¡ªocultar el contacto entre las piezas, agrupar las traviesas como si no costara hacerlo¡ª los que delatan muchos paseos junto a la muralla, muchas horas de trabajo no solo sobre el plano, sino tambi¨¦n pensando y mirando el lugar.
Al final, el proyecto es sencillo, pero el trabajo de los arquitectos Garc¨ªa Higueras y Gil de Pareja Mart¨ªnez, y del arque¨®logo Francisco Fern¨¢ndez Matallana, consigue un resultado parad¨®jico: abrir un muro sin que deje de existir la muralla.
Babelia
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