Venecia persigue a Calatrava

Desde que el puente dise?ado en Venecia por el arquitecto espa?ol Santiago Calatrava fue inaugurado a finales de 2008 ¡ªcuatro a?os despu¨¦s de lo previsto y con un sobrecoste cercano a los cuatro millones de euros¡ª, 38 peatones han presentado sendas denuncias tras descalabrarse en sus resbaladizos 106 escalones. ¡°M¨¢s todos aquellos que se han quedado con el golpe dado sin llegar a presentar la engorrosa denuncia¡±, apunta Carmine Scarano, el fiscal jefe del Tribunal de Cuentas de la regi¨®n del V¨¦neto. As¨ª que ahora, cada vez que la lluvia cae sobre Venecia, varias dotaciones de la polic¨ªa local se colocan en el puente que une la plaza de Roma con la estaci¨®n del tren para que residentes y turistas ¡ªmuchos de ellos arrastrando sus maletas por los escalones¡ª circulen exclusivamente por la zona central, la ¨²nica que no resbala. Todo esto y mucho m¨¢s le quer¨ªa contar ayer personalmente el fiscal Scarano al arquitecto espa?ol, pero no pudo ser. El juicio contra Santiago Calatrava por los muy costosos errores en la construcci¨®n del puente de la Constituci¨®n tuvo que ser aplazado hasta noviembre de 2014, al no haberse podido entregar la citaci¨®n en tiempo y forma en el domicilio habitual del arquitecto en Nueva York.

Unos minutos despu¨¦s de aplazado el juicio, y en su despacho con vistas al Gran Canal, el fiscal Scarano explica por qu¨¦ cree que Santiago Calatrava lo lleva toreando meses: ¡°La legislaci¨®n italiana dispone que, una vez concluida la investigaci¨®n, los residentes en el extranjero tienen que ser citados al juicio con 150 d¨ªas de antelaci¨®n. No cre¨ªamos que iba a haber problemas, porque antes de la primera citaci¨®n ya hab¨ªamos intercambiado correspondencia con el se?or Calatrava en su residencia de Park Avenue. Siempre contestaba ¨¦l personalmente y en italiano. Pero cuando lleg¨® la primera citaci¨®n oficial, desapareci¨®. Nosotros se la mand¨¢bamos a la misma direcci¨®n mediante una agencia de EE UU, que nos la enviaba de regreso d¨¢ndonos todo lujo de detalles de la persona de servicio que abr¨ªa la puerta ¡ª?hasta del peso, que no s¨¦ como calculaban!¡ª, pero sin la firma de Calatrava. Ahora han dicho sus abogados que tendr¨ªamos que haberle mandado la citaci¨®n a Suiza¡­ Creo sinceramente que se trataba de una operaci¨®n para ganar tiempo, pero como no tengo ni el padr¨®n de Nueva York ni el de Z¨²rich no nos queda m¨¢s remedio que esperar hasta el 13 de noviembre de 2014¡±.

La historia no queda ah¨ª. De aqu¨ª a entonces, el Tribunal Supremo italiano tendr¨¢ que decidir si el Tribunal de Cuentas ¡ªque solo puede actuar contra los empleados p¨²blicos¡ª tiene competencias para juzgar al arquitecto espa?ol. Seg¨²n los abogados romanos de Calatrava, Marco D'Alberti y Pierluigi Piselli, su cliente no supervis¨® la construcci¨®n del puente por encargo del Ayuntamiento de Venecia, sino que solo lo dise?¨® y colabor¨® despu¨¦s como ¡°consultor art¨ªstico¡±. La jugada legal pretende, sobre todo, deshacerse del marcaje del fiscal Scarano, quien en sus 90 folios de acusaci¨®n no juzga si el puente es bonito o feo, pero s¨ª que cost¨® mucho m¨¢s de lo previsto y que se ha convertido en una carga constante para la ciudad.

En un primer momento se estableci¨® un presupuesto de 3,8 millones de euros, que despu¨¦s se elev¨® hasta 6,7 millones y que finalmente lleg¨® a los 11. ¡°Pero el problema¡±, a?ade el fiscal del Tribunal de Cuentas, ¡°es que el puente va a seguir costando dinero al erario p¨²blico porque se mueve. En el futuro supondr¨¢ un constante y desproporcionado desembolso econ¨®mico por parte de la administraci¨®n dado que la obra padece una enfermedad cr¨®nica, que necesitar¨¢ una vigilancia constante y diversas intervenciones que no est¨¢n relacionadas de ninguna manera con la manutenci¨®n ordinaria¡±.

Desde Valencia, el diputado de Izquierda Unida en las Cortes Valencianas Ignacio Blanco, autor de un blog ¡ªwww.calatravatelaclava.com¡ª en el que realiza un seguimiento puntual de los problemas de las obras del arquitecto valenciano, explica que el puente de Venecia sigue una t¨®nica ya habitual: "El nivel de definici¨®n de sus proyectos iniciales es muy bajo y por eso luego los costes reales se disparan". En esta ocasi¨®n, Venecia est¨¢ empe?ada en que Calatrava pague de su bolsillo, pero la soluci¨®n no llegar¨¢ ¡ªal menos¡ª hasta dentro de un a?o.