El jazz y Julio Cort¨¢zar: un amor a primera vista
La Fundaci¨®n Juan March centra las celebraciones por los 50 a?os de 'Rayuela' en la relaci¨®n entre el escritor y el g¨¦nero musical
Que algunos de los mejores libros de ficci¨®n sobre jazz de todos los tiempos est¨¢n escritos en la lengua de Cervantes constituye un axioma dif¨ªcilmente rebatible, a poco se haya adentrado uno en el apasionante universo de Julio Cort¨¢zar. Como que, para ¡°entender¡± a Charlie Parker, no hay mejor m¨¦todo que leer su cuento El Perseguidor, en la que no se menciona una sola vez al genio del jazz y supuesto protagonista del mismo. ¡°La pasi¨®n de Cort¨¢zar por esta m¨²sica¡±, escribe Jos¨¦ Luis Maire, ¡°acab¨® moldeando su creaci¨®n literaria, hasta el extremo de que su escritura, libre e improvisada, puede considerarse como un reflejo de los elementos compositivos del jazz¡±. Cort¨¢zar y su intensa, apasionada y, hasta cierto punto, contradictoria relaci¨®n con el jazz, van a ser protagonistas de la programaci¨®n de la Fundaci¨®n Juan March en su sede madrile?a durante el mes en curso, con los 3 conciertos que se le van a dedicar y la muestra de los libros y los distintos documentos documentales y sonoros sobre jazz que eran parte de su biblioteca personal.
La tanda de recitales arranca este mismo s¨¢bado, con el tr¨ªo del pianista madrile?o Mois¨¦s P. S¨¢nchez reproduciendo el concierto ofrecido por Thelonious Monk en el Vitoria Hall de Ginebra en marzo de 1966, que el escritor nacido hace 99 a?os en Ixelles, B¨¦lgica, recogi¨® en La vuelta al piano de Thelonious Monk. Seguir¨¢ el s¨¢bado 23, el tambi¨¦n pianista Federico Lechner, compatriota de Cort¨¢zar, al frente de su quinteto, con un programa dedicado a los 50 a?os de la publicaci¨®n de Rayuela, texto de lecturas y escuchas m¨²ltiples: "Rayuela es, entre otras muchas cosas, una novela musical¡±, asegura el propio Lechner en las notas al concierto. ¡°El jazz, que impregna muchas de sus p¨¢ginas, est¨¢ presente en el Club de la Serpiente¡±; tambi¨¦n en los gustos un tanto arcaicos de su protagonista, Horacio Oliveira, intransigente aficionado al tango de la vieja guardia y enemigo ac¨¦rrimo del moderno bebop.
La imagen tot¨¦mica de Charlie Parker cerrar¨¢ el ciclo, el s¨¢bado 30, con una muestra de la m¨²sica que envuelve al m¨¢s jazz¨ªstico y el menos especulativo de los relatos cortazianos. El papel de Bird, o de Johnny Carter, su trasunto en El perseguidor, ser¨¢ encarnado por otro saxofonista, lo que resulta no solo l¨®gico sino, acaso, inevitable: el valenciano Perico Sambeat, m¨²sico de largo recorrido jazz¨ªstico y probada solvencia, el cual vendr¨¢ acompa?ado por su cuarteto titular.
Al tiempo que los conciertos, en el vest¨ªbulo de la sede madrile?a de la fundaci¨®n se exhibe una selecci¨®n de los fondos bibliogr¨¢ficos y discogr¨¢ficos del escritor, que su viuda leg¨® a la instituci¨®n en 1993; portadas de discos y casetes, fotograf¨ªas, libros y manuscritos que ilustran el recorrido jazz¨ªstico del susodicho, de Buenos Aires a Par¨ªs con las correspondientes paradas intermedias. Inevitablemente, el recorrido concluye con un espacio monogr¨¢fico dedicado a Charlie Parker y, nuevamente, El Perseguidor.
La publicaci¨®n digital El jazz en la obra de Cort¨¢zar, que pone en circulaci¨®n la fundaci¨®n con ocasi¨®n del evento, ofrece un recorrido por el universo jazz¨ªstico del escritor y notable coleccionista de discos a trav¨¦s de sus textos, entrevistas, art¨ªculos y correspondencia. Para su autor, Jos¨¦ Luis Maire, ¡°buscar el jazz en la obra de Cort¨¢zar es dejarse acompa?ar por la historia de los soportes de grabaci¨®n, por sus caracter¨ªsticas sonoras singulares o, como en ¡°Rayuela¡±, por la manera particular de escucha que cada uno de estos soportes promueve: los discos de 78 rpm y su raspeo o fricci¨®n, los discos de acetato y los vinilos con su presencia sonora y su mayor duraci¨®n de grabaci¨®n o las casetes con sus soplidos de cinta y su facilidad para regrabar y combinar audiciones¡±. La obra abarca cuestiones tales como ¡°auriculares o altavoces¡±, la conflictiva relaci¨®n entre el jazz y la m¨²sica/los m¨²sicos cl¨¢sicos, o la no menos conflictiva llegada del free jazz en los a?os sesenta y cuanto Cort¨¢zar opin¨® sobre el asunto.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.