Seis a?os de c¨¢rcel para los ladrones del Kunsthal de Rotterdam
La justicia rumana ha condenado a los dos principales acusados, Radu Dogaru y Eugen Darie Los siete cuadros sustra¨ªdos, firmados por Picasso, Matisse, Monet, Gauguin, Meyer de Haan y Lucien Freud siguen sin aparecer
La justicia rumana ha condenado a seis a?os y ocho meses de c¨¢rcel a Radu Dogaru y Eugen Darie, los dos principales acusados del robo de arte perpetrado el pasado a?o en el Kunsthal, de Rotterdam. Los siete cuadros sustra¨ªdos siguen sin aparecer, pero ambos ladrones han admitido los hechos. Las telas y acuarelas llevan la firma de Picasso, Matisse, Monet, Gauguin, Meyer de Haan y Lucien Freud y est¨¢n valoradas en unos 17 millones de euros. Durante el juicio, Olga, la madre de Dogaru, asegur¨® que las hab¨ªa quemado en una estufa para proteger a su hijo. Hasta la fecha, sin embargo, no se ha podido comprobar la veracidad de su declaraci¨®n. El proceso contin¨²a en Ruman¨ªa contra otros tres c¨®mplices, que no han reconocido los hechos, y la propia se?ora Dogaru.
Seg¨²n la versi¨®n materna, las telas fueron enterradas primero en el cementerio de una iglesia en el pueblo de Carcaliu, al este del Ruman¨ªa. Cuando el cerco policial se estrech¨®, lo destruy¨® todo en una estufa casera para salvar a su hijo. La mujer se desdijo luego de esta declaraci¨®n, y el an¨¢lisis de las cenizas no ha sido concluyente. De todos modos, los expertos del Museo Nacional de Historia de Ruman¨ªa s¨ª dijeron en julio pasado, haber encontrado ¡°fragmentos de cuadros al ¨®leo y pigmentos especiales para pinturas, en desuso desde la segunda mitad del siglo XX¡±. La defensa de los condenados ha pedido un contraan¨¢lisis en Holanda, pero los jueces ya han advertido de que si se confirman los primeros datos, y varios cuadros fueron calcinados, sus clientes deber¨¢n pagarlos.
Aunque las cenizas analizadas fueron recogidas en el hogar de los Dogaru, los due?os de las obras, la familia del industrial holand¨¦s Willem Cordia, y el propio Kunsthal, siguen esperando un informe definitivo. Puede tardar meses en estar listo, y ellos tienen la esperanza de que a¨²n otro compinche, hoy en busca y captura, las haya escondido.
¡°Es un cap¨ªtulo cerrado, ahora miramos hacia el futuro¡±, han asegurado en Rotterdam, al conocer la sentencia. El robo, filmado por las c¨¢maras internas de seguridad de la sala de arte, desat¨® una gran pol¨¦mica ya que no hab¨ªa guardas nocturnos en el local. La vigilancia se efectuaba desde el exterior y corr¨ªa a cargo de una empresa privada. El Kunsthal no es el ¨²nico en haber recurrido a este tipo de servicios, pero el hecho de que las puertas resultaran f¨¢ciles de abrir, y que los cuadros hubieran desaparecido al llegar la polic¨ªa, propici¨® una revisi¨®n de las normas de seguridad en centros art¨ªsticos a escala nacional. Que la entrada y salida de los ladrones con el bot¨ªn fuera filmada sin que nadie les molestara, a?adi¨® mordiente al asalto de un edificio salido del estudio de dise?o de arquitecto Rem Koolhaas, nacido en Rotterdam. Los descendientes de Willem Cordia, que cuentan con una colecci¨®n de500 piezas, hab¨ªan accedido a prestar varias por primera vez al Kunsthal.
Babelia
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