Un emblema para cada ¡®palo¡¯
El dise?ador gr¨¢fico, Jos¨¦ Gim¨¦nez del Pueblo, al borde de la ceguera por una enfermedad, crea una antolog¨ªa de s¨ªmbolos para cada estilo del flamenco
Jos¨¦ Gim¨¦nez del Pueblo (Hell¨ªn, Albacete, 1961) siente la vida en im¨¢genes. Por ello, desde muy peque?o ten¨ªa claro que iba a estudiar dise?o gr¨¢fico: ¡°Mi yo creativo y mi yo persona siempre han sido uno¡±. Es el responsable de im¨¢genes tan representativas como el logo de Antena 3 TV, la Liga Nacional de F¨²tbol Profesional o de Televisi¨®n Espa?ola. Sus estudios los inici¨® en Estados Unidos, donde tambi¨¦n desarroll¨® su carrera profesional a la vez que hac¨ªa un BIMA, un m¨¢ster universitario, siempre a caballo con Espa?a. Desde su juventud, su amor por las formas lo compagina con su pasi¨®n por el flamenco. Tanto es as¨ª que acaba de fusionar las dos artes en un trabajo que incluye 12 canciones propias -¨¦l pone la voz y David Serva la guitarra- y una antolog¨ªa de 81 s¨ªmbolos que representan cada palo del cante hondo, con el nombre de Apuntes de flamenco.
Gim¨¦nez define este trabajo como un ¡°autoencargo¡± y lo encaja fuera de su actividad profesional. En 2003 le diagnosticaron retinosis pigmentaria, un conjunto de enfermedades gen¨¦ticas cuyo desenlace final suele ser en la mayor¨ªa de los casos, la p¨¦rdida completa de la visi¨®n. ¡°En este momento no soy capaz de leer bien los titulares de los peri¨®dicos¡±, asegura. Este duro golpe le oblig¨® a dar marcha atr¨¢s en su carrera profesional. Entonces, decidi¨® abandonar Estados Unidos e instalarse en Madrid, donde vivi¨® tres dif¨ªciles a?os en los que tuvo que adaptarse a su nueva situaci¨®n.
El flamenco lo cambi¨® todo, asegura Gim¨¦nez. ¡°Desde peque?o soy consciente de que me gusta, pero es en 1977 cuando tengo la necesidad de dibujarlo para entenderlo¡±. Poco a poco, como un pasatiempo, comenz¨® a recopilar im¨¢genes creadas por ¨¦l de los distintos palos que tiene este estilo musical: Alegr¨ªas, La ca?a, Caracoles, Buler¨ªas, Mosca¡ Hasta un total de 81 diferentes.
El punto de inflexi¨®n, recuerda, se produjo tres a?os despu¨¦s de llegar a Madrid. ¡°Un amigo me regal¨® dos meses de clases de cante con la intenci¨®n de acudir de infiltrado para recabar informaci¨®n para mi antolog¨ªa¡±. All¨ª conoci¨® al que m¨¢s tarde ser¨ªa su maestro, el cantaor Taleg¨®n de C¨®rdoba, en la fundaci¨®n Casa Patas. Y comenz¨® un camino de aprendizaje, ensayando con artistas como el cantaor Rafael Jim¨¦nez Falo o el guitarrista David Serva, quien le acompa?a en este trabajo.
En los a?os sucesivos, el cante se convierte en una parte esencial en su vida. Ensaya una o dos veces por semana. Finalmente, en 2009, sus amigos lo animan a subirse a un escenario. ¡°Hago entre dos y tres actuaciones por a?o, realmente no necesito m¨¢s¡±, asegura el dise?ador. En una de esas actuaciones espor¨¢dicas una productora se fij¨® en ¨¦l y lo contrat¨® para grabar una serie de hits para un programa de m¨²sica de la segunda de Televisi¨®n Espa?ola.
El dinero que sac¨® por los derechos de autor, explica Gim¨¦nez, le sirvi¨® para seguir profundizando en su trabajo de dar forma visual a la m¨²sica flamenca. Y lo cierto es que la suerte le acompa?¨®. Cuatro casas m¨¢s abajo, en la misma calle donde vive, se encuentra el estudio de grabaci¨®n de Nacho Campillo, cantante de Tam Tam Go! Cierto d¨ªa, en una conversaci¨®n, Campillo coment¨® a Gim¨¦nez lo mal que iba la industria discogr¨¢fica y las pocas grabaciones que hab¨ªa en ese momento, as¨ª que le anim¨® a aprovechar la situaci¨®n para grabar algo. ¡°Me fui y convenc¨ª a mi maestro David Serva para que se uniera al proyecto¡±, recuerda el cantautor. El ambiente fue relajado: ¡°Lo grabamos todo en tres sesiones. Con nuestras botellitas de vino y nuestro jam¨®n ib¨¦rico¡±.
Como si de un directo se tratase, recuerda, solo que sin el micr¨®fono de fondo, conversaciones o tel¨¦fonos m¨®viles sonando. 17 temas: Fandango Huelva, Malague?a, Cantes de Levante y otros palos de los que el cantaor tom¨® 12 para presentar su trabajo Apuntes de Flamenco.
El embase donde se guarda el CD y el libreto con las im¨¢genes est¨¢ expresado en tres idiomas que para Gim¨¦nez tienen una relevancia personal. El ingl¨¦s porque es en el que se form¨®, el espa?ol, su lengua materna, y el japon¨¦s el que ahora le tiene intrigado. ¡°Voy cada cierto tiempo a una regi¨®n de Jap¨®n. All¨ª me acoge una familia y hacemos un intercambio de idiomas. Ellos quieren aprender ingl¨¦s y yo japon¨¦s. Todos contentos¡±. Pero no es ese el ¨²nico motivo por el que el dise?ador viaja al pa¨ªs del sol naciente. Cada cierto tiempo acude a un especialista del hospital de Tohoku, en la ciudad de Sendai. ¡°No me ha prometido nada, pero es un m¨¦dico importante y me lo recomendaron unos amigos. Adem¨¢s trabaja con la Nasa¡±, explica Gim¨¦nez.
Poder haber realizado este trabajo le ha servido para darse cuenta de que, aunque ya no de forma profesional, puede seguir materializando proyectos y unir sus dos pasiones, la m¨²sica y la imagen. Aunque los colores y las formas las vea difuminadas, uno de los efectos de la enfermedad, su mente funciona a la perfecci¨®n. Tanto es as¨ª que es capaz de realizar dise?os mentales con precisi¨®n y saber qu¨¦ gama de color es la que quiere utilizar sin tener que verlo: ¡°Recuerdo todos los c¨®digos de la tableta de colores con la que he trabajado en mi vida, por lo que si quiero un tipo de amarillo espec¨ªfico, por ejemplo el Pantone 116, soy capaz de visualizarlo en mi mente¡±. Una habilidad que recuerda a otro artista que triunf¨® en su campo desprovisto del sentido que m¨¢s necesitaba, Ludwig van Beethoven.
Babelia
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