Contra el sida, cultura pop y mochilas

La editora de moda belga Ninette Murk pregunt¨® a sus dos hijos cu¨¢nto sab¨ªan de la enfermedad que acababa de matar a uno de sus grandes amigos y colaboradores. Ocurri¨® a finales de los a?os noventa. El sida ya no era la plaga que hab¨ªa asolado los pa¨ªses occidentales durante la d¨¦cada anterior, sino una enfermedad con la que se puede convivir. Por las respuestas de los dos adolescentes, su madre se dio cuenta de que en el colegio no les hablaban del sexo seguro. Fue entonces cuando decidi¨® usar sus contactos en el mundo de la moda y de la m¨²sica para inculcar a los j¨®venes la importancia de los preservativos. No a trav¨¦s de aburridos discursos de profesores, sino de la cultura pop. Nac¨ªa entonces Designers Against AIDS (Dise?adores Contra el SIDA). Tras dos d¨¦cadas usando a famosos para transmitir su mensaje, 56 artistas de 14 pa¨ªses se han puesto de acuerdo para echar una mano.

La idea es simple. ?En qu¨¦ podr¨ªa convertirse una mochila tras pasar por las manos de medio centenar de dise?adores, modelos, dibujantes, dj¡¯s o nail artists? El resultado se pudo ver el pasado jueves en la ciudad belga de Amberes. La tercera edici¨®n del Eastpak Artist Studio, el proyecto creado por la marca de mochilas y maletas sirvi¨® para comprobar c¨®mo la bolsa donde se lleva la ropa del gimnasio puede transformarse en una casa de mu?ecas gracias a los griegos Konstantinos Melis y Yannis Laskos o en un artilugio lleno de venas y respiradores creado por el belga Jean-Paul Lespagnard.

Juan Gatti y Javier Mariscal han participado con sus dise?os

Juan Gatti prefiri¨® apostar por un dise?o comercial, que se vendiera bien para contribuir a la causa. Su mochila, ilustrada como uno de sus edificios favoritos de Nueva York, ser¨¢ de las m¨¢s caras (400 euros) que se pondr¨¢n a la venta ma?ana. El dise?ador argentino viene de la generaci¨®n que ha sufrido el sida como ninguna otra. ¡°He perdido millones de amigos. Pero en la ¨¦poca en la que cada d¨ªa nos enter¨¢bamos de un nuevo caso, no pod¨ªa adoptar una actitud doliente con los enfermos. Dec¨ªamos que alguien hab¨ªa cogido la gripe o la innombrable. No referirnos a ella por su nombre era nuestra forma de ahuyentarla¡±, confiesa justo antes de que empiece la fiesta de presentaci¨®n en Amberes.

La de Gatti es una visi¨®n muy distinta a la de aquellos que no han visto el peligro de cerca. Como el espa?ol Mois¨¦s Nieto, que creci¨® con las primeras campa?as de prevenci¨®n de los a?os noventa. ¡°A la gente de mi generaci¨®n nos marc¨® el p¨®ntelo, p¨®nselo. Nos qued¨® clar¨ªsimo que hab¨ªa que protegerse¡±, asegura el modisto que con su mochila-traje de torero ha querido homenajear a una industria de la alta costura en peligro de extinci¨®n. Tambi¨¦n han participado el dise?ador Javier Mariscal y la bloguera Gala Gonz¨¢lez.

La modelo belga Hannelore Knuts pertenece a la generaci¨®n intermedia de Gatti y Nieto. Gracias a su colaboraci¨®n con Designers Against AIDS ha podido comprobar c¨®mo entre los m¨¢s j¨®venes se han relajado las costumbres. La que ha sido portada de Vogue media docena de veces insiste en la importancia de convencer a aquellos que piensan que, gracias a los avances m¨¦dicos, el sida ha dejado de ser una amenaza. ¡°Las estad¨ªsticas muestran que los contagios est¨¢n aumentando. Y para dirigirnos a los adolescentes hay que usar su lenguaje. Es mucho m¨¢s pr¨¢ctico que vean a Rihanna con una camiseta en la que diga que los condones molan. Tenemos que lograr que el sexo seguro vuelva a ser cool¡±, concluye.