Ada Yonath lleva a la FIL su humor y su amor por la ciencia
La qu¨ªmica israel¨ª, premio Nobel 2009, anima a las mujeres a seguir sus pasos
?Qu¨¦ tuvieron en com¨²n Chopin, Orwell, Mozart, Schubert o Kafka, adem¨¢s de que eran unos genios? Que todos ellos murieron j¨®venes, v¨ªctimas de enfermedades infecciosas antes de que se extendiera el uso m¨¦dico de los antibi¨®ticos. Hoy posiblemente se habr¨ªan salvado, pero los cient¨ªficos que afrontan ahora un nuevo desaf¨ªo: ?C¨®mo derrotar a las bacterias que han desarrollado resistencia a dichos f¨¢rmacos?
A Ada Yonath (Jerusal¨¦n 1939) le dieron el premio Nobel de Medicina en 2009 por la descripci¨®n detallada de los ribosomas, la f¨¢brica celular de las prote¨ªnas. Un avance que ayuda a desarrollar nuevos remedios contra esas bacterias multirresistentes. Y este lunes la cient¨ªfica israel¨ª explic¨® en la Feria del Libro de Guadalajara en qu¨¦ consisten sus hallazgos y por qu¨¦ tiene tan buen humor. Lo primero le llevo media hora y el apoyo de una proyecci¨®n en Power Point. Lo segundo lo resumi¨® en una frase: ¡°Amo mi trabajo¡±. Y anim¨® a todos los asistentes que no suscribieran esa afirmaci¨®n, a cambiar de oficio.
Parte de su intervenci¨®n fue as¨ª una declaraci¨®n de amor a la ciencia. ¡°De peque?a era muy pobre, no ten¨ªamos ni tiempo para comer. Madame Curie me inspir¨®, aunque no fue mi modelo porque no sab¨ªa ni que lo suyo fuera una profesi¨®n. En realidad, quer¨ªa ser escritora, pero al menos aprend¨ª el lenguaje de la vida¡±. Y recalc¨® que parte de su trabajo consiste en transmitir a los estudiantes su pasi¨®n por la ciencia. Un amor que a menudo tiene recompensa: ¡°La investigaci¨®n es placer cuando uno aprende algo que no sab¨ªa¡±.
Tal vez porque hace realmente lo que le gusta, Yonath derroch¨® sentido del humor. ¡°Cuando me preguntan los periodistas que c¨®mo me cambi¨® la vida el Nobel, yo les digo: ¡®Pues me cambi¨® porque ahora me preguntan eso ustedes y antes nadie me preguntaba nada¡¯¡±. Interrogada sobre c¨®mo se sent¨ªa siendo mujer en un mundo masculino, respondi¨®: ¡°No lo s¨¦, nunca he sido hombre¡±. Y cuando la apremiaron para terminar el evento porque se hab¨ªa pasado notablemente del tiempo previsto, hizo un gesto despectivo y proclam¨®: ¡°Nada, esto es M¨¦xico¡¡±.
Yonath quiso animar a seguir sus pasos a todas las mujeres con vocaci¨®n cient¨ªfica. ¡°Es posible hacerlo y tener familia¡±, proclam¨®. Y a continuaci¨®n mostr¨® una foto de la suya, con su hija y su nieta Noa, y de su grupo de colaboradores, entre los que hay muchas mujeres. ¡°Esta tiene dos hijos, esta uno, esta tres¡¡±, fue repasando.
Para concluir, la cient¨ªfica mostr¨® el premio del que se siente m¨¢s orgullosa. Primero se proyect¨® la medalla del Nobel, pero no, no era ese. El bueno se mostr¨® despu¨¦s: un diploma dibujado por su nieta en el que se proclama: ¡°La abuela del a?o es Ada Yonath¡±. Y a?ade: ¡°Siempre est¨¢s ocupada pero siempre tienes un momento para m¨ª¡±. Yonath expres¨® su alegr¨ªa por tal distinci¨®n pero advirti¨®: ¡°Este es un premio que tengo que revalidar todos los a?os¡±.
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