Johnny Ramone, aquel macarra

Para Johnny Ramone el mejor presidente de Estados Unidos ha sido Ronald Reagan. El segundo, Richard Nixon. Johnny Ramone le zurr¨® a Malcom McLaren, el manager de Sex pistols, porque estaba hablando con su novia, y al cantante de su grupo Joey Ramone, antes de que lo fuera, porque lleg¨® tarde un d¨ªa que hab¨ªan quedado para ir al cine.

A Johnny Ramone le diagnosticaron un c¨¢ncer de prostata en 1997 y esto dice al respecto en Commando, su autobiograf¨ªa. "La rabia empieza en la adolescencia y nunca te abandona del todo. Yo bajaba del escenario con la mala leche puesta, aunque se mitig¨® tras retirarme en 1996. Y si la retirada me abland¨®, el c¨¢ncer de pr¨®stata que me diagnosticaron en 1997 hizo el resto. Me ha cambiado y no estoy seguro de que me guste el cambio: me ha suavizado y prefiero el yo de antes. Ya no me quedan fuerzas ni para cabrearme, y eso te mina la moral. He luchado con todas mis fuerzas, aunque sospecho que la enfermedad acabar¨¢ ganando la partida, pero odio perder, lo he odiado siempre. Me gustaba estar col¨¦rico porque eso me daba vigor y me sent¨ªa m¨¢s fuerte".

El c¨¢ncer le pudo el 15 de septiembre de 2004, ten¨ªa 55 a?os. Su autobiograf¨ªa, Commando, no se public¨® hasta abril de 2012. Se trata de un libro redactado a partir de entrevistas realizadas en sus ¨²ltimos a?os de vida, expresamente para ser convertidas en memorias. Su mujer, Linda, reclut¨® al? m¨¢nager de Henry Rollins, John Cafiero, para que se encargara del libro de 176 p¨¢ginas, repleto de fotos y recuerdos.

No imagina uno a Johnny escribiendo un libro, ni aunque fuera sobre ¨¦l mismo. Presume de ser de barrio, un factor al que atribuye su nulo inter¨¦s por lo intelectual, y ya de paso su machismo. Valga como ejemplo este p¨¢rrafo dedicado a la gira que realizaron por Reino Unido con Talking Heads. "Siempre quer¨ªan parar durante el viaje para hacer turismo, pero cuando se empe?aron en que par¨¢ramos en Stonehenge, ni baj¨¦ del autocar: me cabreaba que? hubi¨¦ramos parado para mirar un mont¨®n de piedras, y tampoco dej¨¦ salir a mi novia".

Pero sin embargo parece arrepentido de haber terminado con Los Ramones en 1996, tras darle un ultimatum a Joey para una gira por Sudam¨¦rica a la que el vocalista se neg¨®. Sus relaciones eran p¨¦simas desde casi el principio. "No ¨¦ramos amigos ¨ªntimos, sino socios laborales", reconoce Johnny, hablando del periodo de principios de los ochenta. Y al final del libro reincide: "Imagino que a los fans no les har¨ªa gracia saber que los de su banda favorita se desprecian entre s¨ª".? Aunque asegura que tuvo su guitarra a su lado para una posible vuelta hasta que Joey Ramone muri¨® de un linfoma en 2001. "No hab¨ªa Ramones sin Joey, era irremplazable a pesar de lo pelmazo que era".

Ahora la editorial Malpaso pone a la venta Commando en castellano. Y aqu¨ª estrenamos el prologo, que da una visi¨®n m¨¢s que representativa de lo que es el libro. Una extra?a y sincera reivindicaci¨®n de una forma de ver la vida. La visi¨®n de un punk conservador, de un rockero que es nacionalista estadounidense hasta lo par¨®dico. Un tipo solitario y hura?o. Un mal bicho, siempre dispuesto a buscar bronca. "Hab¨ªa gente que pensaba que Johnny era antip¨¢tico e insoportable, pero no lo era, era autoritario", dice John Cafiero en el ep¨ªlogo.

Puedes descargar el pr¨®logo de Commando pulsando aqu¨ª.