Desentra?ar
Para entender la sociedad no basta un balance num¨¦rico, pero la propia sociedad reh¨²ye lo complejo
Nunca hemos entendido del todo el reparto de aud¨ªmetros ni la medici¨®n de espectadores en la televisi¨®n. Los implicados prefieren antes asumir un m¨¦todo de control imperfecto que un rigor m¨¢s exquisito. A las cadenas les vale y nosotros actuamos como los invitados a las bodas, que se guardan las especulaciones sobre el futuro de la uni¨®n sentimental a cambio de una buena docena de langostinos. Con el cine sucede algo similar, porque las listas de taquilla, para ser rigurosas, tendr¨ªan que contemplar variables de contabilidad adem¨¢s del dinero recaudado, y tambi¨¦n el n¨²mero de copias y su mantenimiento, el presupuesto y el precio de la campa?a publicitaria. As¨ª obtendr¨ªamos el coste real de cada entrada vendida.
Para entender la sociedad no basta un balance num¨¦rico, pero la propia sociedad reh¨²ye lo complejo. Miren si no el rid¨ªculo recibimiento habitual al Informe PISA. Por eso, en la crisis econ¨®mica, ha habido sectores que han quedado sin culpa ni desprestigio. Uno de ellos han sido las empresas de tasaci¨®n, que permitieron la burbuja inmobiliaria y fueron la piedra al cuello de las rentas familiares asfixiadas y acosadas por el desahucio, sin que apechen con el grado de culpa que s¨ª salpica a pol¨ªticos, bancos y cajas de ahorros. Ser¨ªa una herida demasiado profunda para el sistema llegar hasta el final en la exigencia de responsabilidades. Mejor limitarnos a echar del hogar a las familias, bajo la evidencia contable de que no pagan las letras de su hipoteca.
El supervisor burs¨¢til europeo, llamado la ESMA sin la menor delicadeza de las siglas con las v¨ªctimas de la dictadura militar argentina, ha hecho p¨²blico un informe en el que acusa a las agencias de calificaci¨®n de manipular las cifras y la entrega de sus estudios. De ser colaboradores necesarios de intereses bastardos, de carecer de rigor, de personal necesario y preparado y de control de filtraciones en su labor imprescindible de vigilancia del mercado financiero. Viejas conocidas como Moody¡¯s, S&P o Fitch, onc¨®logos de la met¨¢stasis de la deuda espa?ola, saldr¨¢n indemnes de este estudio brutal. Y volvemos al comienzo. La sociedad es demasiado compleja como para aspirar a contarla bien. As¨ª que titulares hist¨¦ricos, subrayados emocionales y traumas asequibles seguir¨¢n capitaneando nuestro acceso a la informaci¨®n.
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