Exponga sus tesoros art¨ªsticos en el gigantesco museo de Google

?Se acuerda de esas fotograf¨ªas olvidadas en una caja de metal o en un viejo ¨¢lbum y que pertenec¨ªan a sus abuelos, o a los padres de sus abuelos? S¨ª, s¨ª¡­ Esas instant¨¢neas en blanco y negro, la mayor¨ªa agrietadas por el paso del tiempo, y que llevan tiempo cogiendo polvo. Si a¨²n conoce su paradero, recup¨¦relas. Ahora sirven a un prop¨®sito m¨¢s elevado que proporcionar refugio a ¨¢caros y otros microorganismos que aniden en la despensa. Podr¨ªan entrar a formar parte del archivo hist¨®rico de la humanidad. Esa es, al menos, la idea de los creadores de Google Cultural Institute, la web del popular buscador enfocada a compartir todo tipo de archivos de inter¨¦s cultural, ya sean fotograf¨ªas, obras de arte o archivos de audio. A partir de hoy, cualquier persona, galer¨ªa o museo puede difundir sus trabajos o ense?ar sus polvorientas instant¨¢neas con?Open Gallery, una nueva aplicaci¨®n que la site pone a disposici¨®n de los usuarios.

El resultado es algo as¨ª como una Wikipedia del arte. Ese es el objetivo que se han marcado en Google. Lo que comenz¨® en 2008 con Art Project, iniciativa de digitalizaci¨®n con fotograf¨ªas de alt¨ªsima resoluci¨®n de algunas obras de los museos m¨¢s importantes del mundo, contin¨²a ahora con joyas m¨¢s modestas aportadas por los usuarios. El Museo del Prado fue el primero en participar en un proyecto que adquiere ahora dimensiones globales. Cualquier usuario, rellenando un formulario, puede ense?ar su trabajo. Esta idea abre un abanico de oportunidades, ya que no todos los particulares son expertos historiadores.

Cabe la posibilidad de que con el tiempo la iniciativa nos descubra alguna aportaci¨®n relevante para la humanidad. Podr¨ªa ser el caso de Dean Putney, un ciudadano alem¨¢n que descubri¨® un enorme archivo fotogr¨¢fico, durante una visita a casa de su madre en 2011, que pertenec¨ªa a su abuelo sobre la primera Guerra Mundial y que ha decidido usar la tecnolog¨ªa Open Gallery de Google para mostrarlo al mundo.

Pero tambi¨¦n puede ocurrir, como en Wikipedia, que algunas fotograf¨ªas o trabajos subidos a la web pudieran ser falsos. Para evitarlo, el equipo chequear¨¢ los archivos subidos, ha asegurado esta ma?ana un portavoz de Google, aunque podr¨ªan ser tantos que finalmente la responsabilidad la tendr¨¢n los responsables de dicho material. ¡°Se presupone que los que suben obras de arte o fotograf¨ªas son artistas o personas que quieren compartir su material con todos¡±.

A las primeras obras publicadas en 2008 le siguieron otras de espacios tan relevantes como el Louvre de Par¨ªs o la National Gallery de Londres. ¡°Se empez¨® a digitalizar de todos los museos llegando a punto en el que se decidi¨® hacer una p¨¢gina propia¡±, explica la portavoz. As¨ª naci¨® Google Cultural Institute, un espacio propio para compartir cualquier obra de arte. Quiz¨¢s la experiencia, detr¨¢s de una pantalla, no sea la misma, pero no todo el mundo tiene la oportunidad de visitar el MoMA de Nueva York.

Por eso, desde el sal¨®n de casa cualquiera puede contemplar, con la ventaja de no ser molestado por otros visitantes, el autorretrato de Rembrandt que se expone en National Gallery of Art de Washington o la obra Born, del artista G¨¹ll Llgaz, en el museo de arte moderno de Estambul. Adem¨¢s, la aplicaci¨®n tiene una capacidad de detalle que permite al observador llegar casi a introducirse en los trazos del pintor con una nitidez que solo la tecnolog¨ªa es capaz de ofrecer.

La p¨¢gina web tambi¨¦n pretende dar salida a las peque?as galer¨ªas, que ahora tienen la posibilidad de compartir sus obras con los dem¨¢s usuarios y, aunque sea un espacio virtual, protagonismo con artistas de la talla de Pablo Picasso, Botero o Van Gogh. Todas las funciones de la p¨¢gina web son gratuitas. ¡°Nosotros nos encargamos de almacenar el contenido que quieras subir. Sin ning¨²n coste. Solo tienes que subir im¨¢genes, a?adir v¨ªdeo, texto e instant¨¢neas para crear tu propia exposici¨®n¡±.