Pocos encargos, muchos premios

Cuando hace unos d¨ªas, en el Senado, el pr¨ªncipe Felipe estrech¨® la mano de los galardonados en la primera edici¨®n del Premio de Arquitectura Espa?ola Internacional declar¨® que el camino de esta disciplina era ¡°un indicativo de la marcha de nuestra econom¨ªa¡±. El propio premio tambi¨¦n lo es. De un lado resulta loable la uni¨®n de varias entidades ¡ªlos Colegios de Arquitectos, las Escuelas de Arquitectura, muchas fundaciones, institutos y empresas vinculados al sector¡ª para ofrecer reconocimiento y ¨¢nimo. De otro, ese mismo empe?o constata la resignaci¨®n ante una emigraci¨®n anunciada para muchos arquitectos del presente. Y del futuro (en Espa?a hay cerca de 30.000 estudiantes en puertas de convertirse en proyectistas). Tambi¨¦n delata la urgencia de cambiar algo, en la formaci¨®n de los proyectistas o en el ejercicio de su profesi¨®n, para poder trabajar aqu¨ª. As¨ª, es justo se?alar que si se sale al mundo por m¨¦ritos (por ganar concursos y por tener calidad para competir) tambi¨¦n se hace por necesidad. Y esa segunda parte es, sin duda, un dem¨¦rito nacional.

Entre los m¨¢s destacados proyectos erigidos por espa?oles en el extranjero, el nuevo Rijksmuseum de ?msterdam, firmado por los sevillanos Antonio Cruz y Antonio Ortiz, ha sido un trabajo peliagudo porque "no era f¨¢cil encontrar los resquicios sobre los que fijar las intervenciones necesarias", explican desde Sevilla. Est¨¢n convencidos de que "cada vez va a ser m¨¢s necesario actuar sobre edificios o zonas urbanas existentes. Especialmente en sociedades consolidadas y con una poblaci¨®n estable como la nuestra". Y afirman que con ese prop¨®sito de reparaci¨®n "los que entendemos la historia no como un proceso en el que cada momento ha de ser superado por el que le sigue, sino como distintas maneras de abordar problemas similares, nos adaptamos mejor a intervenir sobre edificios existentes que arquitectos para los que la innovaci¨®n radical es un valor irrenunciable".

Que la innovaci¨®n puede convivir con la humildad lo demuestran otros de los proyectos premiados, como el sobrio Centro L¨¦once Georges forrado de madera que Pilar Calder¨®n y Marc Folch construyeron en Chauffailles, Francia, que tambi¨¦n ha sido reconocido con estos galardones junto a los ganadores del concurso para la extensi¨®n del Museo G?sta en M?ntt? (Finlandia), H¨¦ctor Mendoza y Boris Bez¨¢n.

Tambi¨¦n las empresas han decidido echar una mano a los arquitectos y distribuidores de materiales de construcci¨®n de cinco pa¨ªses han ideado el premio Big-Mat que se entreg¨® en Granada a los mejores edificios levantados en Francia, Italia, B¨¦lgica, Rep¨²blica Checa y Espa?a. Otra intervenci¨®n en un lugar ya formado, el hotel restaurante Atrio que Mansilla y Tu?¨®n idearon para el casco antiguo de C¨¢ceres, se hizo con el premio espa?ol mientras que el internacional fue a parar a manos de Xaveer de Geyter por una torre que acoge una escuela de hosteler¨ªa a las afueras de Bruselas.

Ha habido m¨¢s premios copados por proyectistas espa?oles. En Londres, la pareja de socios de Arquitecturia, Olga Felip y Josep Camps, recog¨ªa a principios de diciembre el trofeo a los profesionales m¨¢s prometedores del a?o (Young Architect of the Year) que concede la revista Building Design y que se ha ganado el prestigio de 15 a?os de premios concedidos con clarividencia a quienes, efectivamente, han llegado a ser grandes. Desde Girona -donde tienen el despacho- hasta Tortosa -donde construyeron el Centro Cultural Ferrer¨ªes- Felip y Camps han sembrado Catalu?a de primeros premios en concursos p¨²blicos y aunque contin¨²an construyendo en su regi¨®n (un edificio judicial en Balaguer, Lleida) es revelador que comiencen ya a concursar en el extranjero. Su proyecto para un Centro de Peregrinaje en R?ldad (Noruega) respira un aire de familia, con lo desconocido noruego -que la prudencia parece hacerles conocer- y tambi¨¦n con el resto de su propia obra construida, la que con tanto pasado les ha conseguido un premio como mejores arquitectos j¨®venes.