La importancia de saber escuchar

Para David Toop, el sonido tiene los mismos atributos que un fantasma. ¡°Es una presencia transitoria, que aparece y desaparece. Su intangibilidad siempre resulta perturbadora. En esa calidad repentina y espectral, que nos habla de nostalgia y de p¨¦rdida, reside su aut¨¦ntico poder¡±, explica el escritor brit¨¢nico en un ruidoso caf¨¦ del Southbank londinense, que obliga a agudizar el que ¨¦l considera el sentido m¨¢s menospreciado de los cinco con los que contamos.

?El m¨²sico y ensayista es el autor de Resonancia siniestra (Caja Negra), un volumen sobre la naturaleza del sonido, para el que estudi¨® atentamente los ruidos ambientales que solo escuchamos de forma inconsciente y el universo sonoro de decenas de obras literarias y art¨ªsticas, con el objetivo de describir c¨®mo asimilamos y descodificamos todo lo que atraviesa nuestros o¨ªdos.

La obra surgi¨® como respuesta a un ensayo actu¨¢lmente tan influyente y archiconocido como Modos de ver, de John Berger. ¡°De hecho, el primer t¨ªtulo que manej¨¦ como posible fue Modos de escuchar. Aquel trabajo fue el contramodelo que origin¨® este libro. Se suele creer que la vista es el sentido fundamental. Sin embargo, los estudios cl¨ªnicos demuestran que el primer sentido que desarrollamos es la capacidad de audici¨®n, que aparece ya en el ¨²tero materno, lo que explica en parte la posterior conexi¨®n del beb¨¦ con su progenitora. Se me ocurri¨® aportar un contrapunto a esta cultura tan visioc¨¦ntrica¡±, asegura.

Para abrir las puertas de esta nueva dimensi¨®n perceptiva, David Toop examin¨® de forma detallada el mundo sonoro que nos rodea, del canto de un p¨¢jaro a una pel¨ªcula del director estadounidense David Lynch; de un paisaje del pintor holand¨¦s del siglo XVII Johannes Vermeer a un libro de la escritora Virginia Woolf, mito del modernismo literario; de lienzos expresionistas noruego Edvard Munch o el estadounidense Cy Twombly hasta un canto tradicional et¨ªope, una canci¨®n del cantautor Tim Buckley o, incluso, los ¨²ltimos respiros de su propia madre moribunda.

Estudi¨® los ruidos ambientales y el universo sonoro de obras art¨ªsticas

Nacido en Londres en 1949, Toop suma m¨¢s de cuarenta a?os consagrados al estudio de la m¨²sica. Antiguo miembro de The Flying Lizards, grupo musical de vanguardia de los primeros ochenta, colabor¨® con el m¨²sico y productor brit¨¢nico Brian Eno y fue columnista para la m¨ªtica revista The Face y para Wire, actual publicaci¨®n de referencia para la m¨²sica experimental.

Adem¨¢s, Toop ha firmado media docena de estudios sobre el sonido, convertidos en vol¨²menes de referencia. Por ejemplo, Rap Attack, uno de los primeros ensayos sobre la cultura hip hop; Ocean of sound, volumen sobre la m¨²sica ambiental; o Exotica, sobre el boom de la llamada world music en los ochenta y noventa.

Est¨¢ probado que el primer sentido en desarrollarse
es la audici¨®n¡±

¡°La redacci¨®n de este libro es el resultado de cierta sobredosis musical. Lleg¨® un momento en el que sent¨ª que no era capaz de escuchar m¨¢s m¨²sica. Llevaba muchos a?os haci¨¦ndolo y estaba harto. Apost¨¦ por reeducar mi o¨ªdo escuchando los sonidos de mi jard¨ªn, para encontrar una nueva forma de escuchar lo que me rodeaba¡±, relata. Otra de sus intenciones fue trazar una historia alternativa del llamado arte sonoro, ¡°lejos de los estereotipos que se utilizan siempre, que se limitan a hablar de los futuristas italianos y de John Cage¡±.

Toop lleg¨® a la conclusi¨®n de que el sonido siempre logra despertar algo enterrado en nuestro subconsciente. Y que, en nuestra forma de experimentar el mundo, el o¨ªdo cuenta igual o m¨¢s que la vista. Si tuviera que elegir, Toop no sabe si preferir¨ªa volverse ciego o sordo. ¡°?Por qu¨¦ hay que elegir? Solemos contraponer esos dos sentidos, aunque en realidad funcionan juntos¡±, afirma el autor.

Toop utiliza como ejemplo al protagonista de El ¨²ltimo mohicano, la novela de James Fenimore Cooper, dotado con una sobrenatural capacidad de escucha. ¡°Su nombre es Ojo de Halc¨®n por su visi¨®n de ave de rapi?a, aunque lo que le hace sobrevivir en el bosque es, en realidad, su o¨ªdo¡±.

Para Toop, el ¨²nico problema de escuchar con atenci¨®n es que acaba creando cierto vicio. ¡°Pasar tus d¨ªas prestando atenci¨®n al m¨ªnimo sonido es muy interesante, pero tambi¨¦n te puedes acabar volviendo un poco loco. A veces, hay que saber desconectar¡±, aconseja.