La prosa de un poeta silenciado
Se cumple el centenario del nacimiento del escritor cubano Gast¨®n Baquero Un libro re¨²ne ensayos y textos in¨¦ditos del autor, lastrado por su ideolog¨ªa
Nacido en Banes, el mismo pueblo de la provincia de Oriente de la que era oriundo el dictador Fulgencio Batista, Gast¨®n Baquero se exili¨® en Espa?a huyendo de la revoluci¨®n cubana. El estigma de escritor conservador y anticastrista marc¨® sus casi cuatro d¨¦cadas de vida lejos de la isla. Lidi¨® con la extendida antipat¨ªa hacia la disidencia cubana y con el a¨²n m¨¢s doloroso naufragio interior del exilio. Sin embargo, no le faltaba la experiencia de otros exilios: fue mulato y homosexual en una tierra tan racista como hom¨®foba. Coincidiendo con el centenario de su nacimiento (en mayo de 1914), la Fundaci¨®n Banco Santander edita en su serie Cuadernos de Obra Fundamental Fabulaciones en prosa, volumen que recoge ensayos (algunos in¨¦ditos) del poeta.
Prosa dedicada a su dilatad¨ªsima cultura (sab¨ªa tanto de literatura como de m¨²sica, filosof¨ªa, arte y plantas), reflexiones surgidas desde su alma renacentista o nacidas de sus complejos anhelos espirituales. En un cap¨ªtulo dedicado a V¨ªctor Hugo se arranca el escritor cubano su propia espina: ¡°Se?ores: la ideolog¨ªa de un poeta, por detestable que sea, no puede alejarnos de la consideraci¨®n de su poes¨ªa¡±.
¡°Sus escritos en prosa no son otra cosa que una extensi¨®n de sus poemas. Hablamos, pues, de poetizaciones en prosa¡±, afirma Alberto D¨ªaz-D¨ªaz, ant¨®logo y prologuista de un volumen que incluye, entre sus pasajes in¨¦ditos, comentarios literarios sobre Guillermo Cabrera Infante, textos hist¨®ricos o cartas a amigos como Gerardo Diego y ensayos dedicados a figuras como Paul Val¨¦ry, Thomas Mann, Goethe, Gore Vidal, Bernard Shaw, Paul Claudel, Andr¨¦s Bello, Cecil Beaton, Pablo Neruda o los espa?oles Juli¨¢n Mar¨ªas y Manuel G¨®mez Moreno.
D¨ªaz-D¨ªaz recuerda el ¡°dolor de raza¡± que carg¨® siempre a sus espaldas Baquero, un hombre que defend¨ªa su ¡°espiritualidad africana¡± y que de alguna manera representaba esa singular condici¨®n del cubano, cuyas venas se alimentan por igual de sangre europea, americana y africana. La enorme dificultad que encierra reconstruir las ra¨ªces del escritor radica no solo en la tabla rasa que marca todo exilio sino en la imposibilidad de discernir qu¨¦ es fabula y qu¨¦ no lo es en el relato sobre sus or¨ªgenes. De cuna extremadamente humilde, Baquero construy¨® una fantas¨ªa de rico burgu¨¦s que muchos creyeron cierta. Gerardo Diego dec¨ªa de ¨¦l que pertenec¨ªa a esa clase de ¡°hombres capaces de albergar en s¨ª mismos varios hombres, varias almas disimuladas en el habitual repliegue de su vida vulgar¡±. Y Francisco Umbral, explica D¨ªaz-D¨ªaz, le dedic¨® columnas en las que daba por ciertas las cosas que Gast¨®n contaba de s¨ª mismo. ¡°Le vacilaba con sus cuentos¡±, explica el especialista, para quien, buscando eufemismos para el siempre estrecho atributo de mentiroso, dice que Baquero sufr¨ªa ¡°esa esquizofrenia m¨²ltiple de los fabuladores¡±. ¡°Negro bemb¨®n¡±, escribi¨® Umbral, ¡°o no tan negro, sino mulato, quiz¨¢s cuarter¨®n, apareci¨® por Madrid, Gast¨®n Baquero, director que fuera del Diario de la Marina, de La Habana, a poco de la revoluci¨®n de Fidel. Negro bemb¨®n, mi querido gigante negro y reaccionario, enorme poeta en el influjo barroco de sus paisanos Lezama Lima y Carpentier [¡] o sea, ese barroquismo negro que se torna luctuoso, suntuoso, f¨²nebre y lento como lo hubieran querido Andr¨¦ Breton o Baudelaire¡±.
Gast¨®n Baquero muri¨® en mayo de 1997 en una residencia de ancianos en las afueras de Madrid. Hab¨ªa abandonado su viejo, abigarrado y destartalado piso del barrio de Salamanca cuando dej¨® de valerse por s¨ª mismo. Querido por autores tan poco sospechosos como la fil¨®sofa Mar¨ªa Zambrano o el poeta gallego Celso Emilio Ferreiro, Baquero (colaborador de ABC, Arriba o El Alc¨¢zar) recuper¨® su voz po¨¦tica en el silencio del exilio, pero su obra nunca super¨® el lastre provocado por los prejuicios ideol¨®gicos. El legado del poeta sigue siendo desconocido para la mayor¨ªa en Cuba. Seg¨²n D¨ªaz-D¨ªaz, en la isla est¨¢ editado poco y mal. ¡°Como tantas cosas, se ha manipulado. As¨ª que no le pregunten a un cubano por Gast¨®n Baquero porque no lo conocer¨¢¡±.
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