Jugar con versos en el planeta Byron
'Elegy from a Dead World' propone al jugador componer versos tras explorar mundos inspirados en la obra de los poetas rom¨¢nticos ingleses
¡°Cuando me embarga el miedo de que puedo morir, sin que haya mi pluma cosechado los frutos de mi alma [...] y cuando siento, hermosa criatura de un instante, que nunca m¨¢s podr¨¦ mirarte [...] Entonces, a la orilla del vasto mundo me quedo solo y pienso hasta que el Amor y la Gloria en la nada se hunden¡±. Son algunos de los versos de Cuando me embarga el miedo de que puedo morir, seg¨²n la traducci¨®n de ?ngel Rup¨¦rez. Versos escritos por John Keats en 1818, tres a?os antes de morir en Roma el 23 de febrero de 1821. Dos siglos despu¨¦s, seis dise?adores de Boston han creado un videojuego para mayor gloria de ¨¦l, y de sus colegas rom¨¢nticos Byron y Shelley.
En Elegy for a dead world ¡ªproyecto experimental de las compa?¨ªas Dejobaan Games y Pop Cannibal que debutar¨¢ en Windows, Mac y Linux este verano¡ª el jugador recorre tres planetas inspirados en la l¨ªrica de estos poetas para despu¨¦s escribir sus propias obras. ¡°Hay quienes dudan de si realmente estamos haciendo un juego¡±, explica Ziba Scott, uno de los desarrolladores del proyecto. ¡°No saltas, no te mueres, no combates. Exploras estos mundos y escribes sobre tu experiencia¡±.
Jugar a Elegy for a dead world es a la vez una experiencia ¨ªntima y colectiva. La primera parte del juego transcurre en solitario. En dos dimensiones, el usuario recorre tres planetas llenos de insinuaciones simb¨®licas entre sus ruinas. En cualquier momento el jugador puede activar una pantalla para empezar a escribir. El tiempo que dura recorrer un planeta es muy variable. ¡°Si uno no se detiene ni a investigar ni a escribir, le llevar¨ªa poco m¨¢s de 10 minutos recorrer un mundo¡±, asevera Scott. ¡°Pero hemos visto a jugadores durante la fase de pruebas pasarse m¨¢s de una hora explorando¡±. La segunda parte se vive en comunidad. ¡°Los usuarios podr¨¢n compartir sus historias¡±, explica su creador, ¡°disfrutar de las diferentes interpretaciones de los mundos que han explorado¡±.
La est¨¦tica juega un papel fundamental en Elegy for a dead world. Los paisajes que recorre el usuario para inspirarse tienen como referencia al pintor rom¨¢ntico por excelencia, Joseph Turner. Un cielo crepuscular lleno de nubes, con la luz rojiza de una estrella crepuscular, domina la estampa de uno de los planetas. ¡°Los cielos de Turner nos han inspirado mucho. La fuerza que tienen¡± cuenta Scott. ¡°Le debemos a nuestro artista, Luigi Guatieri, captar perfectamente esa decadencia evocadora que quer¨ªamos plasmar¡±.
C¨¢nticos de aves de otro mundo
La clave de Elegy from a Dead World es componer una obra literaria mientras se explora un mundo alien¨ªgena abandonado y en ruinas. Los siguientes fragmentos son un ejemplo del texto escrito por un usuario que ha probado el juego y ha titulado su obra Grabaciones de los cantos de las aves nativas.
.- El huevo indemne. Esperan ver el nacimiento de un monstruo, pero ellopermaneci¨® obstinadamente intacto.
.- El nombre de la estatua: Devolved el huevo indemne al Dios de los Cielos.
.- Un ¨¢ngel muri¨® en el intento. El otro llor¨®. As¨ª que esperamos, aterrados, a que vinieran m¨¢s.
.- Los ¨¢ngeles eran orgullosos y ten¨ªan extra?as ideas. Miraron nuestras alas y nuestros huevos con envidia, pero tambi¨¦n con desd¨¦n. Qu¨¦ terrible para ellos descubrir que Dios era igual a nosotros y no a ellos.
Elegy for a dead world pertenece a la nueva ola de videojuegos indie. Un grupo peque?o de desarrolladores y un objetivo art¨ªstico y experimental son las caracter¨ªsticas de la explosi¨®n de creatividad fuera de la industria con un presupuesto exiguo. El de los seis responsables de Elegy for a dead world ni a exiguo llega. ¡°Nos ha costado... Nuestro tiempo, que algo vale¡±, dice Ziba Scott entre risas. Pero se toma muy en serio el convertir los videojuegos en un medio art¨ªstico. ¡°El c¨®mic tambi¨¦n tuvo muchos detractores en su momento. Es el miedo que siempre se tiene a las nuevas formas de expresi¨®n. Pero no me importa que se polemice. Adem¨¢s, me ha sorprendido c¨®mo se ha recibido nuestra idea. Esperaba que nos llamaran pretenciosos. Pero solo hemos recibido entusiasmo¡±.
El mismo que esperan que tengan los usuarios dentro de unos meses, cuando se adentren en unos mundos con ecos de la l¨ªrica rom¨¢ntica, de versos como aquellos de Byron que dec¨ªan: ¡°Hay placer en los bosques sin senderos, hay ¨¦xtasis en la costa solitaria. Est¨¢ la soledad donde nadie se inmiscuye, por el oc¨¦ano profundo y la m¨²sica con su rugido: No amo poco al hombre, pero m¨¢s amo a la Naturaleza¡±.
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