¡®Cort¨¢zar de la A a la Z¡¯, un libro para cronopios devotos
Un inclasificable y emotivo volumen recorre la vida y la obra del escritor
Juan Carlos Onetti, Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez y Alfredo Bryce Echenique dijeron al un¨ªsono hace a?os que ellos escrib¨ªan para que les quisieran m¨¢s. Julio Cort¨¢zar no lo dijo, pero lo consigui¨®. ¡°Queremos tanto a Julio¡±, rezaba una campa?a editorial que recuper¨® su obra en los noventa. Y la devoci¨®n por el autor de Rayuela, cuyo centenario se celebra este 2014, ha ido en aumento.
Acaso el monumento m¨¢s concreto de ese amor por Julio es un libro que ahora llega a las librer¨ªas, Cort¨¢zar de la A a la Z. Un ¨¢lbum biogr¨¢fico (Alfaguara), compilado por Aurora Bern¨¢rdez, viuda y albacea del escritor argentino nacido en Bruselas (1914) y muerto en Par¨ªs (1984), y Carles ?lvarez, que con ella ha trabajado en estos a?os en la clasificaci¨®n y publicaci¨®n de cartas y otros testimonios literarios de Julio Cort¨¢zar. El dise?o es de Sergio Kern, que interpret¨®, dice Carles ?lvarez, el sentido del ritmo que tiene el libro, y una aspiraci¨®n: ¡°Que se pudiera leer en el metro¡±.
Para los devotos, una legi¨®n de cronopios, el libro es emocionante, y para los lectores en general, incluidos aquellos que no han le¨ªdo a Cort¨¢zar, es una gu¨ªa sentimental y literaria que tiene el valor de abrir todas las puertas a todos los libros, actitudes y pasiones del autor de Historias de cronopios y de famas. De la A a la Z, todas las entradas tienen la enjundia de sus propios textos, algunos de ellos in¨¦ditos (hay uno que divierte a los ant¨®logos, en la Z, ¡°Era zurda de una oreja¡±), adem¨¢s de testimonios (tambi¨¦n in¨¦ditos, como una hermosa carta de Lezama Lima sobre la identidad de las novelas u otra misiva de su traductora al franc¨¦s, Laure Guille Bataillon, escrita cuando Carol Dunlop y ¨¦l hicieron su famoso viaje por la autopista). A Aurora y a Carles les emociona, entre otros testimonios del propio Cort¨¢zar, el poema que este escribi¨® a la muerte de su abuela. Entre esos testimonios hay algunos de un hombre imprescindible en la historia de Julio Cort¨¢zar, Francisco Porr¨²a, el hombre que lo descubri¨®, lo alent¨® y lo cubri¨® de sabias instrucciones sin las cuales quiz¨¢ Cort¨¢zar hubiera sido otro.
El material ha sido compilado por Aurora Bern¨¢rdez, su viuda
Adem¨¢s, este inclasificable libro incluye un ¨¢lbum gr¨¢fico que cubre todas las facetas del escritor y del personaje; hay una muy emocionante fotograf¨ªa en la que se le ve con su madre, en la actitud que luego se transparenta en sus emotivos intercambios; y hay p¨¢ginas muy hermosas (texto y fotos) de su larga relaci¨®n con Aurora Bern¨¢rdez, su mujer durante tantos a?os, y luego quien lo cuid¨® (hay un testimonio del propio Cort¨¢zar tambi¨¦n sobre esa dedicaci¨®n) en los tiempos m¨¢s tremendos de la enfermedad de Julio. Finalmente ella ha sido, con una devoci¨®n indesmayable, la que ha sostenido el porvenir de su obra una vez muerto el autor. Carol Dunlop, el ¨²ltimo amor de Cort¨¢zar, que hizo con ¨¦l un viaje metaf¨®rico recogido en Los autonautas de la cosmopista (publicado en su d¨ªa por su amigo Mario Muchnik), es otro eslab¨®n sentimental cuidado con detalle en esta particular antolog¨ªa cortazariana.
Es tambi¨¦n este libro singular (que prolonga ¡°la enorme diversi¨®n de sus libros-almanaques¡±, como dice Carles ?lvarez en la justificaci¨®n de la obra) un homenaje expl¨ªcito al sentido que ten¨ªa Julio Cort¨¢zar de la amistad; aparecen ah¨ª, por tanto, sus amigos m¨¢s conocidos (los del boom, por ejemplo, Carlos Fuentes, Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, Mario Vargas Llosa¡, con fotos desconocidas y gloriosas), as¨ª como aquellos que en algunos momentos de sus vidas fueron cronopios inseparables, como Luis Tomasello, Julio Silva, los Jonqui¨¨res¡
Es uno de los t¨ªtulos editados con motivo de su centenario, que se celebra este 2014
Cort¨¢zar fue un hombre de pa¨ªses (y de pa¨ªses heridos en alg¨²n momento, como Argentina, como Chile, como Nicaragua, o como Cuba), y ah¨ª est¨¢n sus testimonios de sus vivencias de trotamundos camusiano, un hombre extra?ado pero tambi¨¦n entra?ado en todas partes). De pa¨ªses y de ciudades: Buenos Aires, Par¨ªs, Barcelona¡ Es tan minucioso el libro, tan lleno de broma, que incluye a¨²n una entrada en el diccionario dedicada a la letra R, que no pronunciaban bien ni Julio ni Alejo Carpentier¡
Dice el coautor de la antolog¨ªa: ¡°?Por qu¨¦ un ¨¢lbum biogr¨¢fico? Porque no pod¨ªamos esperar m¨¢s. La Internacional Cronopia reclamaba ya con demasiada insistencia una nueva aproximaci¨®n al escritor y al hombre. Lo previsible era otra biograf¨ªa, pero c¨®mo olvidar lo que dijo en una entrevista en 1981: ¡®No soy muy amigo de la biograf¨ªa en detalle. Eso, que lo hagan los dem¨¢s cuando yo haya muerto¡±.
Pues aqu¨ª est¨¢ esta especie de Julio Modelo Para Armar que est¨¢ hecho con indudable amor por dos destacados devotos para los devotos de Julio Cort¨¢zar.
Es natural que en las fotograf¨ªas la gente ofrezca rostros de felicidad. Es notable que en este libro haya tantas caras que reflejen esa satisfacci¨®n de vivir. Y no es raro, pues lo que Julio Cort¨¢zar le regalaba a sus amigos (y a sus lectores) fue precisamente esa sensaci¨®n de que la vida pod¨ªa ser como ¡°salir a jugar¡±. Y con ese criterio Aurora Bern¨¢rdez y Carles ?lvarez entregan ahora este ¨¢lbum para que los cronopios devotos quieran mucho m¨¢s a Julio.
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