Bruselas descubre el misticismo de Francisco de Zurbar¨¢n
El maestro espa?ol se exhibe por primera vez en B¨¦lgica en la muestra m¨¢s importante en 25 a?os
Tras recorrer los pasillos del Palacio de Bellas Artes, el visitante se topa al final del recorrido con San Lucas como pintor, ante Cristo en la cruz. Francisco de Zurbar¨¢n resume en este cuadro toda una vida dedicada a la pintura religiosa y se permite jugar con el espectador al sembrar dudas sobre la identidad del hombre que sostiene la paleta y los pinceles. ?Se trata de Lucas, patr¨®n de los artistas? Si es as¨ª, ?por qu¨¦ no hay rastro del halo de santidad? Y si el hombre representa al propio Zurbar¨¢n, como algunos sugieren, ?por qu¨¦ lleva una t¨²nica propia de los evangelistas?
¡°El cuadro es intencionadamente ambiguo. M¨¢s que un autorretrato de su fisionom¨ªa, estamos ante un retrato de su mundo y de su visi¨®n de la pintura¡±, resume Ignacio Cano, comisario de la exposici¨®n sobre el maestro espa?ol del Siglo de Oro que se acaba de inaugurar en Bruselas. ¡°Es aqu¨ª donde mejor se aprecia la complejidad del artista. Entra en el debate sobre hasta qu¨¦ punto la pintura puede desvelar lo desconocido¡±, a?ade Gabriele Finaldi, director adjunto de Conservaci¨®n del Museo del Prado.
El Cristo crucificado ante el pintor es solo una de las 50 obras de la muestra que aspira a marcar la imagen que tendr¨¢ una generaci¨®n de Zurbar¨¢n. Se trata de la exposici¨®n m¨¢s ambiciosa del pintor despu¨¦s de la que en 1988 se pudo ver en Par¨ªs, Madrid y Nueva York. La selecci¨®n del maestro del Siglo de Oro espa?ol abarca desde sus inicios en Sevilla hasta las obras que pint¨® antes de su muerte, de la que este a?o se cumple el 350 aniversario.
El pa¨ªs escogido es una novedad para el extreme?o. En B¨¦lgica, ninguna colecci¨®n, ni p¨²blica ni privada, hab¨ªa mostrado hasta ahora obras de Zurbar¨¢n. El hombre que con sus pinceles plasm¨® los ideales de la Contrarreforma se expone ahora en el pa¨ªs que sirve de frontera religiosa entre cat¨®licos y protestantes.
Los que hasta el pr¨®ximo 25 de mayo visiten el palacio bruselense podr¨¢n comprobar adem¨¢s la influencia de la pintura flamenca en el barroco espa?ol. ¡°Exponer aqu¨ª era un desaf¨ªo. Rubens representa una escuela tambi¨¦n barroca pero muy diferente. Sin embargo, tienen en com¨²n la fuerza de la imagen, lo simb¨®lico y una misma cultura visual¡±, explica el comisario.
Basta con recorrer los 55 kil¨®metros que separan a Bruselas de Gante para comparar el Agnus Dei o Cordero de Dios del espa?ol con el pol¨ªptico de la Adoraci¨®n del Cordero M¨ªstico, la obra maestra que resume la visi¨®n del mundo y de la religi¨®n de los hermanos Van Eyck. ¡°La atenci¨®n de Zurbar¨¢n a los objetos o a los vestidos bebe de las fuentes de los maestros flamencos, como Van Eyck o Van der Weyden¡±, explica Cano, antiguo director del Museo de Bellas Artes de Sevilla.
La muestra sorprender¨¢ a los que no conozcan la obra de Zurbar¨¢n, pero tambi¨¦n guarda alguna novedad para los que ya han visto su obra. En Bruselas se presentan cuatro pinturas desconocidas y algunas obras restauradas que han recuperado su luz original. Entre las novedades, Los desposorios m¨ªsticos de Santa Catalina de Alejandr¨ªa, un cuadro que estaba en la casa del pintor cuando muri¨®, probablemente de su colecci¨®n personal, y que estaba desaparecido desde 1664.
Los responsables del Palacio de Bellas Artes han querido adem¨¢s establecer un v¨ªnculo con la cultura espa?ola contempor¨¢nea. La muestra de Zurbar¨¢n se abre y se cierra con dos esculturas de Cristina Iglesias. Y el director catal¨¢n Albert Serra ha proyectado en el mismo recinto una selecci¨®n de sus obras experimentales. El s¨¢bado pasado, la filmoteca de Bruselas le dio carta blanca para elegir algunas de sus pel¨ªculas favoritas. Escogi¨® tres cortometrajes, entre los que estaba Sim¨®n del desierto, de Luis Bu?uel. ¡°Contiene los mejores di¨¢logos de la historia del cine¡±, avis¨® Serra antes de su proyecci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.