Adolescencia brutal en la Espa?a profunda
El salmantino Gabriel Vel¨¢zquez participa en la Berlinale con ¡®?rtico¡¯, el cierre de su trilog¨ªa sobre la familia
Cuando Gabriel Vel¨¢zquez (Salamanca, 1968) acab¨® Iceberg, sinti¨® que le faltaba algo. As¨ª que tras el recorrido festivalero ¡ªcon paradas destacadas en Gij¨®n y R¨®terdam¡ª pens¨®: ¡°Voy a hacer otra pel¨ªcula¡±. Y ahonda: ¡°Pod¨ªa cerrar mi trilog¨ªa sobre la familia, que arranqu¨¦ en Amateurs, pod¨ªa rodar en menos tiempo ¡ªhe hecho ?rtico en tan solo dos semanas¡ª, quer¨ªa resucitar algo del cine quinqui de los ochenta, que me marc¨® tanto¡±. Volvi¨® a dos personajes secundarios que aparec¨ªan en Iceberg, los dos malotes, escogi¨® a otras dos chicas ¡ªcomo es habitual en Vel¨¢zquez, ha cogido personas que nunca hab¨ªa actuado, cercanas en experiencias a sus personajes¡ª. ¡°Y empec¨¦ a escribir con Manuel Garc¨ªa, Blanca Torres y Carlos Unamuno, el bisnieto de Miguel¡±.
?rtico habla de adolescentes con hijos, de chavales que sienten c¨®mo sus vidas se hunden sin trabajo, sin salidas econ¨®micas, que esos cr¨ªos les van a lastrar. Y no en un ambiente urbano, sino en la Espa?a rural, profunda, la de Castilla-Le¨®n y Extremadura, que el cineasta conoce bien. S¨ª, parece una pel¨ªcula estadounidense de drogatas sin opciones. S¨ª, tambi¨¦n ocurre en Espa?a. ¡°Investigu¨¦ mucho sobre beb¨¦s abandonados, sobre reci¨¦n nacidos arrojados a r¨ªos. Claro que existe. Y aumentar¨¢ con la nueva ley del aborto. Que esperamos de alguien que tiene un hijo que no quiere: pues dos desgraciados. Tienes 17 a?os, te quieres comer el mundo y un cr¨ªo es el ¨²ltimo de los planes¡±.
Vel¨¢zquez no abandona su estilo, planos largos, di¨¢logos apenas audibles porque importan m¨¢s los gestos, los movimientos, que la palabra. ¡°Aprend¨ª mucho de Iceberg, y sab¨ªa hasta d¨®nde pod¨ªa llegar. C¨¢mara quieta, rodaje en digital y los zoom se realizaron posteriormente: es la ventaja del digital¡±. Y sin embargo, ?rtico en ning¨²n momento parece una pel¨ªcula necesitada de presupuesto, sino que destila verdad. ¡°He contado todo lo que quer¨ªa. Me gustaba reflexionar sobre c¨®mo la familia se pierde, o al menos no es tan fundamental como hace 30 a?os. Y sin embargo¡ estos chavales sin educaci¨®n, sin familias que les aten y les reconduzcan, se pierden. No hay n¨²cleo, no hay lazos, hay descarriamiento. Esto ir¨¢ a peor con los recortes en educaci¨®n, con las nuevas pol¨ªticas sociales¡±. De fondo, el habitual cuidado musical del director, su uso del folclore de su tierra marca el tempo de la narraci¨®n: contundencia visual y sonora, que remata con una hermosa imagen final ¡ªmejor no desvelarla¡ª que lleva al espectador de vuelta a la primera secuencia, un mont¨®n de palomas que salen despavoridas de su palomar.
Vel¨¢zquez disfruta como un ni?o con su presencia en Berl¨ªn. ¡°Me gusta estar en una secci¨®n como Generation, destinada a filmes sobre la juventud, con t¨ªtulos de todo tama?o y pa¨ªs, y a la vez que te pone el sello del oso en tu trabajo. Ahora estoy viendo a qu¨¦ festivales voy a ir, porque he recibido varias ofertas gracias a participar aqu¨ª. Puede que nunca sea finalista en los Goya, a cambio mi pel¨ªcula se proyectar¨¢ por todo el mundo, en los sitios en los que debe de estar¡±.
Babelia
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