Espanto
Hay personas que huyen del infierno y conf¨ªan en poder vivir, o simplemente sobrevivir, utilizando el mar en su traves¨ªa hacia la presumible tierra de salvaci¨®n
Cuando la decisi¨®n de matarse es irrevocable imagino que se fantasea con el m¨¦todo para hacerlo, que te planteas diversas elecciones para que el tr¨¢nsito a la noche m¨¢s oscura sea lo menos doloroso posible. No se sabe de ninguno de esos seres devastados que haya vuelto para contarnos como le fue en el camino, qu¨¦ tormento sinti¨® su cuerpo, cu¨¢nto dur¨® en su mente la extinci¨®n. Quiero pensar que el c¨®ctel adecuado de pastillas puede hacerlo menos lacerante. Vete a saber. Pero hay suicidios que parecen especialmente atroces, como quemarse a lo bonzo. O meterse en el mar hasta que este te trague. As¨ª se desped¨ªa de este mundo Martin Eden, aquel conmovedor personaje de Jack London. ?l acabar¨ªa compartiendo el mismo destino que su criatura, pero no por medio del agua. El alcoh¨®lico protagonista de Ha nacido una estrella tambi¨¦n nadaba hasta la extenuaci¨®n en el mar. Virginia Woolf eligi¨® un r¨ªo.
Pero hay personas que huyen del infierno y conf¨ªan en poder vivir, o simplemente sobrevivir, utilizando el mar en su traves¨ªa hacia la presumible tierra de salvaci¨®n. Sabiendo los peligros que este encierra, deben de sentir tal desesperaci¨®n que incluyen en el terror¨ªfico viaje a lo que m¨¢s aman, sus mujeres y sus ni?os.
Dios, qu¨¦ fr¨ªa debe de estar el agua, qu¨¦ pavor sentir que ya no te quedan fuerzas para llegar a la orilla. Pero si logras aguantar, alguien te recoger¨¢, te secar¨¢, envolver¨¢ tu cuerpo con mantas, aliviar¨¢ la intemperie y el dolor que siente tu cuerpo con alimento, bebida caliente, medicinas. Lo m¨¢s probable es que acaben devolvi¨¦ndote a la miseria de la que pretendistes escapar. O igual hay suerte y acabas mendigando en la puerta de los supermercados, o vendiendo en el top manta, o explotado hasta la ferocidad por gente que calcula con g¨¦lica exactitud las ganancias que les pueden proporcionar esa gente clandestina que sobrevivi¨® al viaje en las pateras.
Se supone que aquellos que les esperan en tierra y les dar¨¢n refugio provisional representan a la civilizaci¨®n. Les denominan de forma entre ex¨®tica y surrealista. Al parecer, son fuerzas especializadas en la impermeabilizaci¨®n de la frontera y dicen actuar como elemento disuasorio. Dan la bienvenida a los desdichados con cartuchos de fogueo y pelotas de goma. Y se ahogan. No tengo palabras.
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