Tanto agregas... ?cu¨¢nto pagas?

Pas¨® el temporal de la aprobaci¨®n en Consejo de Ministros del anteproyecto de reforma de la Ley de Propiedad Intelectual, toda una ciclog¨¦nesis explosiva teniendo en cuenta que solo resultan afectados unos cuantos art¨ªculos de la norma, y quedaron los interrogantes, pendientes de resolverse en el tr¨¢mite parlamentario, acerca de c¨®mo bajar¨¢ a la tierra una de las m¨¢s sonadas novedades: la as¨ª ya bautizada oficiosamente tasa Googleespa?ola. El texto final prev¨¦ que los agregadores de noticias, que basan su negocio en confeccionar algo as¨ª como un peri¨®dico digital de peri¨®dicos digitales, remuneren equitativamente a los medios de comunicaci¨®n. Y poco m¨¢s. Si se permite el s¨ªmil futbol¨ªstico, la norma ha pintado las rayas del terreno de juego y ahora toca a las partes implicadas disputar el partido de la negociaci¨®n.

De un lado, gigantes inform¨¢ticos como Yahoo! y Google. Del otro, las entidades de gesti¨®n CEDRO (la ¨²nica autorizada a negociar en materia de textos) y VEGAP (im¨¢genes), seg¨²n explicaron el viernes fuentes de la Secretar¨ªa de Estado de Cultura. En ning¨²n caso pactar¨¢ la Asociaci¨®n de Editores de Diarios Espa?oles (AEDE), que ve en esta puerta abierta el primer paso para la consecuci¨®n de una vieja aspiraci¨®n.

En el caso de los textos, CEDRO, que ya recauda para los medios impresos los derechos de las rese?as de prensa (press clipping, en la jerga), fijar¨¢ una tarifa general que luego podr¨¢ ser renegociada (nunca a la baja) entre los agregadores y tal o cual grupo de comunicaci¨®n o periodista que vaya por libre y no haya cedido sus derechos a un editor. En una reuni¨®n informativa en la Secretar¨ªa de Estado explicaron el viernes que no se permitir¨¢ que un medio renuncie a su derecho de remuneraci¨®n en favor de los agregadores.

?Y Google? Ni sabe, ni contesta. Pese a que representantes de la multinacional se han reunido con el secretario de Estado de Cultura durante el periodo de consultas de casi un a?o que ha mediado desde el anterior paso del texto por el Consejo, ning¨²n portavoz se quiso pronunciar ¡°hasta no conocer en profundidad el texto por una v¨ªa oficial¡±.

Un vistazo a c¨®mo estos modelos de remuneraci¨®n han tomado cuerpo en pa¨ªses del entorno espa?ol puede servir para aventurar c¨®mo quedar¨¢ la cosa en Espa?a, cuyo modelo se inspira en el alem¨¢n, aunque de partida ha ido m¨¢s lejos al obligar a los editores a cobrar a los agregadores de noticias. Si la propuesta espa?ola sale adelante tal y como pretende el Gobierno, se evitar¨¢ que se reproduzca la situaci¨®n de Alemania, donde la ley entr¨® en vigor el pasado agosto sin que, en la pr¨¢ctica, haya cambiado gran cosa. La norma permite a los editores de prensa cobrar a los agregadores de noticias como Google News por el uso de sus contenidos, aunque autoriza el uso gratuito de ¡°palabras sueltas¡± o ¡°peque?os extractos¡± de texto. La mayor¨ªa de los editores alemanes no han decidido todav¨ªa si presentar¨¢n la factura a las grandes empresas de la Red, como Google, que de momento no han pagado nada. No se sabe, por tanto, cu¨¢nto dinero est¨¢ en juego ni c¨®mo se aplicar¨¢ la ley cuando est¨¦ m¨¢s rodada, informa Juan G¨®mez.

En Alemania, con una norma similar, los editores dudan de si cobrar

Si bien la preocupaci¨®n es compartida por otros Estados europeos, las soluciones difieren. El modelo cambia de pa¨ªs en pa¨ªs, aunque prevalece en los acuerdos firmados hasta ahora la voluntad de Google de eludir el pago por la reproducci¨®n de contenidos sujetos a derechos de autor. En Francia, por ejemplo, la multinacional lleg¨® a un acuerdo con el Gobierno a comienzos de 2013 para crear un fondo de hasta 60 millones de euros para financiar la transici¨®n de la prensa al entorno digital. Las empresas period¨ªsticas reciben ayudas, pero la multinacional evita que le obliguen a pagar por utilizar textos ajenos.

En B¨¦lgica, los editores mantuvieron un duro pulso con Google, que lleg¨® a los tribunales por considerar que violaban sus derechos de autor al mostrar fragmentos de sus art¨ªculos en Google News y publicar enlaces a copias de sus p¨¢ginas en el buscador de Google. Dado que los jueces dieron la raz¨®n a los editores, la multinacional acab¨® por retirar los enlaces y contenidos de los medios belgas. Finalmente, a finales de 2012, ambas parte sellaron la paz. Google no paga por agregar contenidos, pero se comprometi¨® a anunciarse en los medios y a formalizar acuerdos para explotar conjuntamente negocios.